yo en papel coloco plumas de ave verde y negra en tornasol,
recuerdo el lugar del origen de los cantos,
pongo en concierto ordenado plumas de ave color de oro:
¡es el hermoso canto!
Yo, cantor, entrelazo en sartal preciadas esmeraldas,
con el cual manifiesto un abrirse de corolas:
con esto doy placer al Dueño del mundo.
Con plumas de ave dorada, verde y negra, roja,
entrevero mi canto: suena como el oro mi canto.
Soy el ave amarilla de las mieses,
intermitente canto, alzo mi trino,
en donde hay lluvia de flores, ante el Dueño del mundo.
Hermoso es el origen del canto:
allí, al son de las trompetas de oro,
alzo celeste canto: mis labios lo profieren.
Soy el ave amarilla de las mieses,
con el reverbero de mis esmeraldas,
hago abrir su corola al hermoso canto, alzo mi trino,
con sahumerio de flores que en el fuego quemo:
con él doy placer al Dueño del mundo.
Las rojas aves divinizadas me responden:
yo, cantor, estoy en donde rumorean los cascabeles,
sitio de hermosos cantos,
lugar donde relucen los joyeles.
El resplandecer de esmeraldas y jades
hace persistir el verdor primaveral constantemente,
en el lugar del floreciente canto.
Perfume celestial exhala el sahumerio de flores,
ondula siempre fulgor de niebla,
junto a las flores cuajadas de rocío,
vengo a cantar yo, cantor.
Múltiples colores entrelazo, flores ensarto,
en el lugar del canto, donde relucen joyeles.
Con la fragancia de las flores,
allí me hago glorioso, allí me hago feliz,
con ella goza mi corazón,
con el perfume que se exhala,
siento mi corazón saltar agitado y lleno de entusiasmo,
aspiro el néctar fragante y narcótico.
Anhela mi alma el hermoso jardín.
En el lugar de la dicha se embriaga mi corazón.
8 comentarios:
"Recuerdo el lugar del origen de los cantos,
pongo en concierto ordenado plumas de ave color de oro..."
La felicidad es ese lugar. La colorida felicidad que suena mientras leés maravillas como esta.
Solamente el primer verso ya vale por todo:
"Yo fulgor solar de esmeraldas pulo". Esto es poesía.
Algunos versos podría muy bien firmarlos Pablo Neruda
Y sí, la felicidad es excesiva (como muy bien decías de Don Pablo) o no es felicidad.
Ese néctar fragante y narcótico... que maravillas consigue.
Ya te digo. Me da la sensación de que se ponían ciegos a peyote. No pasa nada, todas las culturas han tenido sus "drogas legales".
No conocía lo que dice Don Pablo sobre la felicidad. Cuánta verdad! Este poema es muy musical y repleto de luz y colores que se entreveran entre sí como los tapices tan bonitos que hacen. Perfecto:-)
Iremos viendo, y veremos que los poemas náhuatl son de una muisicalidad extraordinaria. Es curioso, teniendo en cuenta algunas alguna de sus costumbres.
Quiténme, por favor, "algunas" o "alguna", me da igual.
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