Chet Baker - Like Someone In Love

sábado, 31 de diciembre de 2016

Esa cosa con plumas - Emily Dickinson - Estados Unidos


La esperanza es esa cosa con plumas
que se posa en el alma,
y entona melodías sin palabras,
y no se detiene para nada,

y suena más dulce en el vendaval;
y feroz tendrá que ser la tormenta
que pueda abatir al pajarillo
que a tantos ha dado abrigo.

La he escuchado en la tierra más fría
y en el mar más extraño;
y nunca, ni en la mayor adversidad,

me pidió una migaja.

jueves, 29 de diciembre de 2016

Cielo - Claudio Rodríguez - España


Ahora necesito más que nunca
mirar al cielo. Ya sin fe y sin nadie,
tras este seco mediodía, alzo
los ojos. Y es la misma verdad de antes,
aunque el testigo sea distinto. Riesgos
de una aventura sin leyendas ni ángeles,
ni siquiera ese azul que hay en mi patria.
Vale dinero respirar el aire,
alzar los ojos, ver sin recompensa,
aceptar una gracia que no cabe
en los sentidos pero les da nueva
salud, los aligera y puebla. Vale
por mi amor este don, esta hermosura
que no merezco ni merece nadie.
Hoy necesito el cielo más que nunca.
No que me salve, sí que me acompañe.
De Alianza y condena, 1965

martes, 27 de diciembre de 2016

Canción - Federico García Lorca - España


Por las ramas del laurel
vi dos palomas oscuras.
La una era el sol,
la otra la luna.
Vecinitas, les dije,
¿dónde está mi sepultura?
En mi cola, dijo el sol.
En mi garganta, dijo la luna.
Y yo que estaba caminando
con la tierra a la cintura
vi dos águilas de mármol
y una muchacha desnuda.
La una era la otra
y la muchacha era ninguna.
Aguilitas, les dije,
¿dónde está mi sepultura?
En mi cola, dijo el sol.
En mi garganta, dijo la luna.
Por las ramas del cerezo
vi dos palomas desnudas,
la una era la otra
y las dos eran ninguna.
De Primeras canciones
Por las ramas del laurel - Isabel Parra

domingo, 25 de diciembre de 2016

Nocturno XI - Gerardo Diego - España


Sentadas sobre un pozo alabastrino
una mujer desnuda  -amor profano-
y una blanca doncella  -amor divino-.
¿No recordáis el cuadro de Tiziano?

También en el nocturno chopiniano
se oye primero el cántico argentino
que nos dice las rosas del camino,
que al goce invita del amor profano.

El ave del amor borda su trino
escondida en el bíblico manzano,
y un cupidillo frívolo y pagano
apunta al cielo el chorro cristalino.

Es todo risas. Se respira un vano
perfume anacreóntico; y el vino
tiñe acaso el paisaje veneciano
como en una vendimia de Bassano
o en una bacanal del Aretino.

Un acorde litúrgico; imagino
que lo trenza algún órgano cristiano.
Es la aureola del amor divino
la que ilumina el corazón humano.

Renunciamiento, paz, quietud, lejano
son de plegarias místicas. El lino
de un cuento nazareno y peregrino
devana el dulce corazón del piano.

Y se piensa en el claustro; el vespertino
toque de Ángelus, trémulo y lontano,
un conventual jardín benedictino,
azucenas, cipreses, una mano
blanca en las sombras lentas adivino...

Pasa el encanto del amor divino.
Vuelve el triunfo del amor pagano.
Ya conoces los dos, mi buen hermano.
Pero tú no decides tu camino.
Es tan bello el amor a lo profano...
Es tan bello el amor a lo divino...
Nocturno nº 11 - Frédéric Chopin
Piano: Dubravka Tomšič

viernes, 23 de diciembre de 2016

Literatura y jazz/ 73 - Elegía - Pere Gimferrer - España


Morir serenamente como nunca he vivido
y ver pasar los coches como en una pantalla
y las canciones lentas de Nat King Cole
un saxofón un piano los atardeceres en las terrazas bajo los
      parasoles
esta vida que nunca llegaré a interpretar
el viento en los pasillos las ventanas abiertas todo es blanco
      como en una clínica
todo disuelto como una cápsula de cianuro en la oscuridad
Se proyectan diapositivas con mi historia
entre el pesado olor del cloroformo
Bajo la niebla del quirófano extrañas aves de colores anidan.
Autumn Leaves - Nat King Cole

miércoles, 21 de diciembre de 2016

Poema invadido por romanos - Juan Manuel Roca - Colombia


Los romanos eran maliciosos.

Llenaron Europa de ruinas
Confabulados con el tiempo.

Les interesaba el futuro,
Las huellas más que las pisadas.

Los romanos, Casandra, eran mañosos.

No fraguaron el Acueducto de Segovia
Como un ducto de agua y de luz.
Lo pensaron como vestigio,
Como un absorto pasado.

Sembraron de edificios roñosos Europa,
De estatuas acéfalas
Engullidas por la gloria de Roma.

No hicieron el Coliseo
Para que los tigres devoraran
A su antojo a los cristianos,
                     tan poco apetecibles,
Ni para ver ensartadas
Como entremeses del infierno
A las huestes de Espartaco.

Pensaron su ruina, una ruina proporcional
A la sombra mordida del sol que agoniza.

Mi amigo Dino Campana
Pudo haber saltado a la yugular
De uno de sus dioses de mármol.

Los romanos dan mucho en qué pensar.

Por ejemplo,
En un caballo de bronce
De la Piazza Bianca.
Al momento de restaurarlo,
Al asomarse a su boca abierta,
Encontraron en el vientre
Esqueletos de palomas.

Como tu amor,
Que se vuelve ruina
Mientras más lo construyo.

El tiempo es romano.
De La hipótesis de Nadie, 2005

lunes, 19 de diciembre de 2016

Perro - Lawrence Ferlinghetti - Estados Unidos


DOG

The dog trots freely in the street
and sees reality
and the things he sees
are bigger than himself
and the things he sees
are his reality
Drunks in doorways
Moons on trees
The dog trots freely thru the street
and the things he sees
are smaller than himself
Fish on newsprint
Ants in holes
Chickens in Chinatown windows
their heads a block away
The dog trots freely in the street
and the things he smells
smell something like himself
The dog trots freely in the street
past puddles and babies
cats and cigars
poolrooms and policemen
He doesn’t hate cops
He merely has no use for them
and he goes past them
and past the dead cows hung up whole
in front of the San Francisco Meat Market
He would rather eat a tender cow
than a tough policeman
though either might do
And he goes past the Romeo Ravioli Factory
and past Coit’s Tower
and past Congressman Doyle
He’s afraid of Coit’s Tower
but he’s not afraid of Congressman Doyle
although what he hears is very discouraging
very depressing
very absurd
to a sad young dog like himself
to a serious dog like himself
But he has his own free world to live in
His own fleas to eat
He will not be muzzled
Congressman Doyle is just another
fire hydrant
to him
The dog trots freely in the street
and has his own dog’s life to live
and to think about
and to reflect upon
touching and tasting and testing everything
investigating everything
without benefit of perjury
a real realist
with a real tale to tell
and a real tail to tell it with
a real live
            barking
                       democratic dog
engaged in real
                    free enterprise
with something to say
                           about ontology
something to say
                      about reality
                                      and how to see it
                                                             and how to hear it
with his head cocked sideways
                                     at streetcorners
as if he is just about to have
                                     his picture taken
                                                           for Victor Records
                                listening for
                                                 His Master’s Voice
                      and looking
                                     like a living questionmark
                                                               into the
                                                            great gramaphone
                                                         of puzzling existence
               with its wondrous hollow horn
                       which always seems
                   just about to spout forth
                                                    some Victorious answer
                                                            to everything


PERRO

El perro trota libremente por la calle
y ve la realidad
y las cosas que ve
son más grandes que él
y esas cosas que observa son su realidad
Borrachos en los portales
lunas en las copas de los árboles
El perro trota libremente a través de la calle
y todas las cosas que ve
son más pequeñas que él
Pescado envuelto en papel de diario
Hormigas en los agujeros
Pollos en una vidriera del Barrio Chino
sus cabezas a una cuadra de distancia
El perro trota en libertad por las calles
y los olores que percibe
poseen el propio aroma de su cuerpo
El perro trota libremente por la calle
entre charcos y bebés
gatos y cigarros
salones de billar y policías
Él no odia a los policías
Él simplemente cree que no sirven para nada
pasa frente a ellos
y también de las reses sangrantes
colgadas
frente al mercado de San Francisco
Él prefiere comer una vaca tierna
que las carnes de un policía duro
aunque entiende que cualquiera de las dos
pueden saciarlo
Pasa frente a la fábrica de pastas de los Romeo
y de la torre Coit y del diputado Doyle
La torre Coit le isnpira temor
pero el diputado no le mueve un pelo
a pesar de que ha escuchado cosas deprimentes
descorazonadoras
absurdas
para un joven cachorro triste como él
para un perro serio como él
Sólo que él posee un mundo libre propio
Sus propias pulgas
No le pondrán bozal
El diputado Doyle
es para él
sólo una boca de incendio
El perro trota libremente por la calle
tiene su vida de perro y la vive
piensa en ella reflexiona
toca prueba
absolutamente todo
todo lo investiga
sin los beneficios del acto de perjurio
un verdadero realista
una historia verdadera para contar
una cola verdadera con la cual contarla
un verdadero perro vivo
vivo
                 democrático
que ladra
comprometido con la verdadera
                      libertad de empresa
que puede opinar acerca de la ontología
      con algo que decir de la realidad
                  y cómo entenderla
                  y cómo observarla
Mira de soslayo al cruzar las calles
como si estuviera posando para una foto de la RCA
VICTOR
                                 esperando el sonido
                                 de la voz de Su Maestro
                              y se parece
                     a una gran signo de interrogación
                                 penetrando
                             el gramófono gigante
                        de la enigmática existencia
                 que con su prodigiosa bocina hueca
                       aparenta siempre
                            estar listo
                               para declamar
                                   alguna
                 de sus VICTORiosas respuestas
                 a todo.
Traducción de Esteban Moore
De La vida sin fin

sábado, 17 de diciembre de 2016

Fragmento del Völuspá - Anónimo - Escandinavia


En el pueblo escandinavo, el primer hombre, Askr, y la primera mujer, Embla, surgen de troncos de árboles a los que una tríada divina (Odín, Hoenir y Lodur) dotan de vida. Existe también otra versión en la que dos seres humanos emergen del árbol cósmico Yggdrasil y pueblan el mundo.

Para los escandinavos, el eje del cosmos es el árbol Yggdrasil, un fresno cuyas tres raíces penetran en el mundo de los hombres, de los muertos y de los gigantes. A sus pies surgen diversos manantiales; la fuente del saber, custodiada por el gigante Mimir, la fuente del destino y la fuente madre de los ríos terrestres.

La noción de un "dios creador" es ajena a la mitología germánica. Según su visión del cosmos, éste no tiene un principio ni un fin. Lo único que es "creado" y que puede ser "destruido" es la forma concreta del mundo actual. El cosmos inmutable se representa en forma de un gran árbol, llamado "el gran árbol Yggdrasil". Se desconoce su origen.

De la época vikinga, existe una abundante y homogénea documentación gracias a las Eddas, en sus dos recopilaciones, la Edda poética y la Edda en prosa, así como las Sagas, recopiladas a partir del siglo XII.

En el Völuspá, poema visionario que pertenece a la Edda poética, se narra la cosmogonía; en su novena estrofa se detalla que en el origen existía el vacío (Ginnungagap):

Gangleri dijo:

"¿Cuál fue el principio, o cómo empezó, o qué había antes?".

Hár responde:

"Así se dice en el Völuspá:
'Fue en los tiempos primeros
No había arena ni mar,
tierra no había,
Sólo el vacío abismo,
Cuando nada había
Ni las frías olas;
Ni el alto cielo,
Y no había hierba'."

Entonces dijo Jafnhár:

"Muchos evos antes de que se creara la Tierra se hizo el Niflheim, y en medio de todo está la fuente que se llama Huergelmir y de ella nacen los ríos que se llaman así: Svöl, Gunnthrá, Tjörm, Timbulthul,...".

Entonces dijo Jhridi:

"Pero primero existió el mundo del sur, llamado Muspell: es luminoso y caliente, su región es llameante y ardiente, e intransitable para los extranjeros y los que no proceden de allí. El llamado Surt vive allí, en el confín de la Tierra, para defender el país: tiene una espada llameante y cuando termine el mundo irá a luchar y vencer a todos los dioses y a quemar todos los mundos con el fuego...".

Entonces dijo Gangleri:

"... Tomaron a Ymir (gigante) y lo llevaron al centro del Ginnungagap (espacio cósmico lleno de fuerza mágica), y de él hicieron la tierra, de su sangre el mar y los lagos, la tierra se hizo de la carne y las montañas de los huesos: las piedras y las rocas las hicieron de los dientes y las muelas, y de los huesos que se habían roto... Colocaron todos los fuegos, algunos en el cielo, otros sueltos bajo el cielo, y los situaron y crearon sus órbitas. Así dicen los antiguos poemas que gracias a ellos se separaron los días y se contó el tiempo en años, como dice el Völuspá:

'No sabía el sol,
no sabía la luna,
no sabían las estrellas
dónde estaban sus salas
cuál era su poder,
dónde tenían su lugar'.

"... Cuando los hijos de Borr iban bordeando el mar por la costa, encontraron dos árboles y cogieron los árboles y crearon hombres con ellos. El primero les dio espíritu y vida, el segundo sabiduría y movimiento, el tercero forma, habla y oído y vista; les dieron ropas y nombres. El hombre se llamó Askr y la mujer Embla y de ellos se engendró la estirpe de los hombres a la que se le dio el Midgard como alojamiento..."
Versión y comentario de Helena Galiana

jueves, 15 de diciembre de 2016

Un supermercado en California - Allen Ginsberg - Estados Unidos


A supermarket in California

    What thoughts I have of you tonight, Walt Whitman, for
I walked down the sidestreets under the trees with a
headache self-conscious looking at the full moon.
    In my hungry fatigue, and shopping for images, I went
into the neon fruit supermarket, dreaming of your
enumerations!
    What peaches and what penumbras! Whole families
shopping at night! Aisles full of husbands! Wives in
the avocados, babies in the tomatoes! — and you,
Garcia Lorca, what were you doing down by the watermelons?

    I saw you, Walt Whitman, childless, lonely old grubber,
poking among the meats in the refigerator and eyeing
the grocery boys.
    I heard you asking questions of each: Who killed
the pork chops? What price bananas? Are  you my
Angel?
    I wandered in and out of the brilliant stacks of cans
following you, and followed in my imagination by the
store detective.
    We strode down the open corridors together in our
solitary fancy tasting artichokes, possessing every frozen
delicacy, and never passing the cashier.

    Where are we going, Walt Whitman? The doors close
in an hour. Which way does your beard point tonight?
    (I touch your book and dream of our odyssey in the
supermarket and feel absurd.)
    Will we walk all night through solitary streets? The
trees add shade to shade, lights out in the houses, we'll
both be lonely.
    Will we stroll dreaming of the lost America of love
past blue automobiles in driveways, home to our silent
cottage?
    Ah, dear father, graybeard, lonely old courage-teacher,
what America did you have when Charon quit poling his
ferry and you got out on a smoking bank and stood
watching the boat disappear on the black waters of
Lethe?


Un supermercado en California

    Qué cosas pienso de ti esta noche, Walt Whitman, porque caminé por las calles laterales, bajo los árboles con dolor de cabeza y consciencia de mí mismo mirando la luna llena.
    En mi hambriento cansancio, y en busca de imágenes que
comprar, entré al supermercado de frutas de neón, soñando con tus enumeraciones!
    ¡Qué melocotones y qué penumbras! ¡Familias al completo
haciendo la compra por la noche! ¡Pasillos llenos de maridos!
¡Esposas donde los aguacates, bebés donde los tomates! — y tú,
García Lorca, ¿qué estabas haciendo tú allá abajo junto a las sandías?

    Te vi Walt Whitman, sin hijos, viejo mendigo solitario,
hurgando entre las carnes del refrigerador y echándole el ojo a los muchachos de las verduras.
    Te oí hacerles preguntas a todos: ¿Quién mató las chuletas de
cerdo? ¿Qué valen los plátanos? ¿Acaso eres tú mi Angel?
    Yo anduve entrando y saliendo de entre las brillantes montañas de latas siguiéndote, perseguido en mi imaginación por el detective del almacén.
    Caminamos a grandes zancadas por los abiertos corredores,
juntos en nuestro solitario capricho catando alcachofas, poseyendo cada una de las exquisiteces congeladas, y sin pasar ni una sola vez por caja.

    ¿A dónde nos dirigimos, Walt Whitman? Las puertas se cierran
dentro de una hora. ¿En qué dirección apunta tu barba esta noche?
    (Toco tu libro y sueño en nuestra odisea en el supermercado y
me siento absurdo.)
    ¿Caminaremos acaso durante toda la noche a través de solitarias calles? Los árboles añaden sombras a las sombras, las luces de las casas están apagadas, los dos nos vamos a sentir muy solos.
    ¿Caminaremos acaso soñando en la perdida América del amor
mientras pasamos junto a azules automóviles aparcados en caminos particulares, camino de vuelta a nuestra silenciosa casa?
    Ah, querido padre, barbagrís, solitario y viejo maestro del coraje ¿con qué América te encontraste cuando Caronte dejó de empujar con la pértiga su bote y tomaste tierra en una humeante ribera y permaneciste observando cómo desaparecía el bote en las negras aguas del Leteo?
Berkeley, 1955
Traducción de Katy Gallego, revisada por Antonio Resines

martes, 13 de diciembre de 2016

Literatura y jazz/ 72 - Viento frío y noche larga - Pablo Jauralde Pou - España


Viento frío y noche larga,
larga noche de tu ausencia;
paseando los recuerdos
el invierno que me llega,
tiene los ojos oscuros
y con voz habla muy queda,
aborrece pasodobles,
los villancicos le inquietan,
se deja ir con Charlie Barnet,
saxofón, bajo y trompeta;
apagando va las luces,
dejando las cosas quietas,
en la ventana el silencio,
en las calles la tristeza.
Soñando estuve esta tarde
las cosas de otra manera:
tus ojos que me miraban,
mis manos en tus caderas,
el saxo del jazz tan leve
que en el abrazo nos deja,
y al ir a hablar los susurros
confunden música y letra:
lo que dicen no lo dicen,
lo que cantan no lo cuentan,
todo lo van desnudando,
piel y voces transparentan,
abriendo se van los cuerpos,
todas las caricias llegan,
ya no hace falta mirar,
la oscuridad nos espera,
se han encendido rincones,
voces y besos se besan.
Y así nos iremos juntos
-nadie piense, nadie sepa-
yo para ser a tu lado,
tú para ser más cerca.
Nadie más que aparecía,
nadie más que cuando mientras,
mientras que toda la noche,
larga noche, noche lenta.
Cherokee - Charlie Barnet

domingo, 11 de diciembre de 2016

Ubi sunt?/ 8 - Tempus fugit/ 26 - El Instante - Jorge Luis Borges - Argentina


¿Dónde estarán los siglos, dónde el sueño
de espadas que los tártaros soñaron,
dónde los fuertes muros que allanaron,
dónde el Árbol de Adán y el otro Leño?

El presente está solo. La memoria
erige el tiempo. Sucesión y engaño
es la rutina del reloj. El año
no es menos vano que la vana historia.

Entre el alba y la noche hay un abismo
de agonías, de luces, de cuidados;
el rostro que se mira en los gastados

espejos de la noche no es el mismo.
El hoy fugaz es tenue y es eterno;
otro Cielo no esperes, ni otro Infierno.

viernes, 9 de diciembre de 2016

Discurso del sobreviviente - José Pérez Olivares - Cuba


A Jorge Luis Borges, in memoriam.
Nací en una gruta de Abisinia.
Tuve un palo,
un hacha
y una tea.
Tuve una cabra,
una mujer
y un jergón.

En la densa y profunda noche
de la Prehistoria
alimenté el fuego
con ramas y follajes
de antiguos árboles.
Unas veces morí de hambre,
otras, me devoró la fiera.
O desaparecí
queriendo alcanzar
la orilla opuesta
de un violento y caudaloso río.

Maté a mi enemigo.
Bailé alrededor del fuego.
Me inicié en los secretos
de la vida y la muerte.
Pinté búfalos y bisontes
en las paredes
y en los techos de las cuevas.

Conocí los misterios del placer
y los secretos de la fecundidad.
Fui alfarero,
fui agricultor,
fui pastor.
En el viento de la estepa
aprendí las primeras notas
con mi flauta de cáñamo.

Descubrí el metal.
Corrí al encuentro de otros hombres
blandiendo una espada.

Quedé tendido en la hierba
hasta que mi cuerpo
tuvo el color
                de una hoja de otoño.

Veinte siglos después,
mirando hacia la vieja noche
     escribo:
la vida es sólo
un dulce oficio de matar
y de sobrevivir.

miércoles, 7 de diciembre de 2016

En el país llamado Más o Menos - Yevgueni Yevtushenko - Rusia


Vivo en el país llamado Más o Menos1,
donde,
muy extrañamente,
no hay ningún partido oficial llamado "Masomenosista"...
donde ellos
leen a nuestros escritores clásicos... más o menos.

Donde a veces,
hasta los distinguidos ciudadanos
se enamoran (más o menos),
pero a veces,
después de algunos meses
ya no hay besos,
los unen sólo los pesos.
Entonces no son ajenos,
       más o menos.

"¿Es verdad, señor, que todos beben en su país Más o Menos?"
Hay algunas personas que no beben nada...
Más o menos..."
"Difícil de creer, señor,
Ni siquiera algo así como...
una gota. Más o menos."

"¿Qué tipo de gente es aquella, la de su amado pueblo
del país llamado Más o Menos?"
Son más o menos agradables...
Más o menos honestos...
Unas veces menos, otras veces más...

"¿Está Usted, señor, orgulloso de su gran país,
llamado Más o Menos?"
Hmmm...
Más o menos...
Por lo general, somos generosos más o menos...
suficientemente amistosos... menos o más...

Por supuesto, todos estamos por la paz...
un tanto más, un tanto menos...
Por supuesto, tenemos algunas pequeñitas,
pero más o menos
desagradables guerras.

En cada esquina,
en cada cocina de cada casa
cuando las esposas y los esposos están algo
así como peleando discretamente,
tenemos nuestra propia Chechenia doméstica,
y un Irak privado,
ondeando un trapo húmedo de cocina
como una bandera nacional,
cuando las sandalias y las planchas
a veces vuelan por encima de las cabezas
como ovnis...
sin embargo, apreciamos nuestros valores de familia...
Más o menos...

En nuestras cortes de justicia tenemos
más o menos incorruptibles jueces,
en nuestros centros de investigación
hay pensadores, más o menos insobornables.

Una más o menos bella mujer me susurró:
"Estoy más o menos enamorada de Ud.
Más o menos para siempre..."

Me gustaría pararme frente a Dios,
así como soy,
no algo así como más o menos.

No estar más o menos feliz
En esta más o menos vida...
En esta más o menos libertad.
2004

1 En los últimos años, el idioma ruso fue invadido por una muy pegajosa y ambivalente expresión: "kak bi", que en español se parece a la expresión "más o menos". Esta expresión a mucha gente le sirve para más o menos esconder su más o menos conciencia. 

lunes, 5 de diciembre de 2016

Conócete a ti mismo - Novalis - Alemania


Una cosa sólo ha buscado el hombre en todo tiempo,
y lo ha hecho en todas partes, en las cimas y en las simas
   del mundo.
Bajo nombres distintos -en vano- se ocultaba siempre,
y siempre, aun creyéndola cerca, se le iba de las manos.
Hubo hace tiempo un hombre que en amables mitos
   infantiles
revelaba a sus hijos las llaves y el camino de un castillo
   escondido.
Pocos lograban conocer la sencilla clave del enigma,
pero esos pocos se convertían entonces en maestros
   del destino.
Discurrió largo tiempo -el error nos aguzó el ingenio-
y el mito dejó ya de ocultarnos la verdad.
Feliz quien se ha hecho sabio y ha dejado su obsesión
   por el mundo,
quien por sí mismo anhela la piedra de la sabiduría
   eterna.
El hombre razonable se convierte entonces en discípulo
   auténtico,
todo lo transforma en vida y en oro, no necesita ya los
   elixires.
Bulle dentro de él el sagrado alambique, está el rey en él,
y también Delfos, y al final comprende lo que significa
   conócete a ti mismo. 
Versión de Antonio Pau

sábado, 3 de diciembre de 2016

Literatura y jazz/ 71 - El día que murió Lady Day - Frank O’Hara - Estados Unidos


Son las 12:20 en Nueva York un viernes
tres días después del Día de la Bastilla, sí
es 1959 y yo voy a lustrarme los zapatos
porque voy a bajarme del tren de las 4:19 en Easthampton
a las 7:45 y después voy directamente a una comida
y no conozco a los que van a darme de comer

Camino por la calle sofocante que empieza a asolearse
y pido una hamburguesa y una leche malteada y compro
un horrible NEW WORLD WRITING para ver lo que los
poetas
están haciendo en Ghana actualmente
sigo al banco
y a miss Stillwagon (oí una vez que se llamaba Linda)
no se le ocurre jamás mirar mi cuenta
y en el GOLDENGRIFFIN compro un pequeño Verlaine
para Patsy con dibujos de Bonnard aunque también
pienso en el Hesíodo, trad. por Richmond Lattimore o
el nuevo drama de Brendan Behan o Le Balcon o Les Nègres
de Genet, pero no, me quedo con Verlaine
durmiéndome prácticamente sin decidirme

y para Mike nomás entro a la Licorería
PARKLANE y pido una botella de Stregay
después me voy adonde vine a la 6a. Avenida
y a la cigarrería del Teatro Ziegfeldy
pido sencillamente un cartón de Gauloises y un cartón
de Picayunes, y un NEW YORK POST con el rostro de ella

y ya estoy sudando mucho para entonces y me acuerdo
de mi reclinada en la puerta del excusado en el FIVESPOT
mientras ella susurraba una canción en el piano
a Mal Waldron y todo mundo y yo conteniendo el aliento
Traducción de Ernesto Cardenal
Foolin' Myself - Billie Holiday 
Mal Waldron - piano
Mary Osborne - guitarra
Vinnie Burke - bajo
Osie Johnson - batería

jueves, 1 de diciembre de 2016

Fragmento de Sin noticias de Gurb - Eduardo Mendoza, Premio Cervantes 2016 - España


Eduardo Mendoza acaba de ser galardonado con el Premio Cervantes 2016, porque -según el jurado- con la publicación en 1975 de La verdad sobre el caso Savolta, inaugura una nueva etapa de la narrativa española en la que se devolvió al lector el goce por el relato y el interés por la historia que se cuenta, que ha mantenido a lo largo de su brillante carrera como novelista. Mendoza -continúa el comunicado-, en la estela de la mejor tradición cervantina, posee una lengua literaria llena de sutilezas e ironía, algo que el gran público y la crítica siempre supieron reconocer, además de su extraordinaria proyección internacional. Merecido premio, sin duda.

Entre sus obras (15 novelas, dos libros de relatos, dos obras de teatro y cuatro ensayos, todos en castellano) destacan, además de La verdad sobre el caso Savolta -con la que inició su carrera literaria y que le valió el Premio de la Crítica-, Mauricio o las elecciones primarias -Premio José Manuel Lara 2007-,  Riña de Gatos -Premio Planeta 2010- y, sobre todo, La ciudad de los prodigios (1986), novela que narra la evolución social y urbana de Barcelona entre las exposiciones universales de 1888 y 1929.
Mendoza alcanzó un gran éxito de ventas con la serie protagonizada por un peculiar detective ingresado en un manicomio (El misterio de la cripta embrujada, La aventura del tocador de señoras) que mezcla la parodia con el género policiaco. Su última obra El secreto de la modelo extraviada, es la quinta entrega de la serie.
Información extraída del diario El País (01-10-2016)
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Sin noticias de Gurb, relato paródico y satírico, salió por entregas diarias en El País durante el verano de 1990. Mendoza dice de él: es, sin duda, el libro más excéntrico de cuantos he escrito. No hay en él una sola sombra de melancolía. Es una mirada sobre el mundo asombrada, un punto desamparada, pero sin asomo de tragedia ni de censura. 


La nave extraterrestre aterriza en Sardanyola. Uno de los alienígenas, que responde por el nombre de Gurb, adopta la forma corporal de un individuo humano llamado Marta Sánchez. Un profesor de la Universidad de Bellaterra le embarca en su coche. Gurb desaparece, mientras el otro extraterrestre intenta encontrar a su compañero y empieza a acostumbrarse a las formas corporales y a los hábitos que poseen los humanos. Acaba de comenzar la búsqueda de Gurb, un extraterrestre perdido en la selva urbana de Barcelona.

Día 10

07.00. Decido salir en busca de Gurb.

Antes de salir oculto la nave para evitar reconocimiento e inspección de la misma por parte de la fauna autóctona. Consultado el Catálogo  Astral, decido transformar la nave en cuerpo terrestre denominado vivienda unifamiliar adosada, calef. 3  dorm. 2  bñs. Terraza. Piscina comunit. 2 plzs. Pkng. Máximas facilidades.

07.30. Decido adoptar la apariencia de ente humano individualizado. Consultado Catálogo, elijo el conde-duque de Olivares.

07.45. En lugar de abandonar la nave por la escotilla (ahora transformada en puerta de cuarterones de gran simplicidad estructural, pero de muy difícil manejo), opto por naturalizarme allí donde la concentración de entes individualizados es más densa, con objeto de no llamar la atención.

08.00. Me naturalizo en lugar denominado Diagonal-Paseo de Gracia. Soy arrollado por autobús número 17 Barceloneta-Vall d’Hebrón. Debo recuperar la cabeza, que  ha  salido rodando de resultas de la colisión. Operación dificultosa por la afluencia de vehículos.

08.01. Arrollado por un Opel Corsa.

08.02. Arrollado por una furgoneta de reparto.

08.03. Arrollado por un taxi.

08.04. Recupero la cabeza y la lavo en una fuente pública situada a pocos metros del lugar de la colisión. Aprovecho la oportunidad para analizar la composición del agua de la zona: hidrógeno, oxígeno y caca.

08.15. Debido a la alta densidad de entes individualizados, tal vez resulte algo difícil localizar a Gurb a simple vista, pero me resisto a establecer contacto sensorial, porque ignoro las consecuencias que ello podría tener para el equilibrio ecológico de la zona y, en consecuencia, para sus habitantes.

Los seres humanos son cosas de tamaño variable. Los más pequeños de entre ellos lo son tanto, que si otros seres humanos más altos no los llevaran en un cochecito, no tardarían en ser pisados (y tal vez perderían la cabeza) por los de mayor estatura. Los más altos raramente sobrepasan los 200 centímetros de longitud. Un dato sorprendente es que cuando yacen estirados continúan midiendo exactamente lo mismo. Algunos llevan bigote; otros barba y bigote. Casi todos tienen dos ojos, que pueden estar situados en la parte anterior o posterior de la cara, según se les mire. Al andar se desplazan de atrás a adelante, para lo cual deben contrarrestar el movimiento de las piernas con un vigoroso braceo. Los más apremiados refuerzan el braceo por mediación de carteras de piel o plástico o de unos maletines denominados Samsonite, hechos de un material procedente de otro planeta. El sistema de desplazamiento de los automóviles (cuatro ruedas pareadas rellenas de aire fétido) es más racional, y permite alcanzar mayores velocidades. No debo volar ni andar sobre la coronilla si no quiero ser tenido por excéntrico. Nota: mantener siempre en contacto con el suelo un pie —cualquiera de los dos sirve— o el órgano externo denominado culo.

11.00. Llevo casi tres horas esperando ver pasar a Gurb. Espera inútil. El flujo de seres humanos en este punto de la ciudad no decrece. Antes al contrario. Calculo que las probabilidades de que Gurb pase por aquí sin que yo lo vea son del orden de setenta y tres contra una. A este cálculo, sin embargo, hay que añadir dos variables: a) que Gurb no pase por aquí, b) que Gurb pase por aquí, pero habiendo modificado su apariencia externa. En este caso, las probabilidades de no ser visto por mí alcanzarían los nueve trillones contra una.

12.00. La hora del ángelus. Me recojo unos instantes, confiando en que Gurb no vaya a pasar precisamente ahora por delante de mí.

13.00. La posición erecta a que llevo sometido el cuerpo desde hace cinco horas empieza a resultarme fatigosa. Al entumecimiento muscular se une el esfuerzo continuo que debo hacer para inspirar y espirar el aire. Una vez que he olvidado hacerlo por más de cinco minutos, la cara se me ha puesto de color morado y los ojos me han salido disparados de las órbitas, debiendo ir a recogerlos nuevamente bajo las ruedas de los coches. A este paso, acabaré por llamar la atención. Parece ser que los seres humanos inspiran y expiran el aire de un modo automático, que ellos llaman respirar. Este automatismo, que repugna a cualquier ser civilizado y que consigno aquí por razones puramente científicas, lo aplican los humanos no sólo a la respiración, sino a muchas funciones corporales, como la circulación de la sangre, la digestión, el parpadeo —que a diferencia de las dos funciones antes citadas, puede ser controlado a voluntad, en cuyo caso se llama guiño—, el crecimiento de las uñas, etcétera. Hasta tal punto dependen los humanos del funcionamiento automático de sus órganos (y organismos), que se harían encima cosas feas si de niños no se les enseñara a subordinar la naturaleza al decoro.

14.00. He llegado al límite de mi resistencia física. Descanso apoyando ambas rodillas en el suelo y doblando la pierna izquierda hacia atrás y la pierna derecha hacia delante. Al verme en esta postura, una señora me da una moneda de pesetas 25, que ingiero de inmediato para no parecer descortés. Temperatura, 20 grados centígrados; humedad relativa, 64 por ciento; vientos flojos de componente sur; estado de la mar, llana.

14.30. La densidad del tráfico rodado y andado disminuye ligeramente. Todavía sin noticias de Gurb. Aun a riesgo de alterar el precario equilibrio ecológico del planeta, decido establecer contacto sensorial. Aprovechando que no pasa ningún autobús, pongo la mente en blanco y emito ondas en frecuencia H76420bal40009, que voy elevando hasta H76420bal400010.

Al segundo intento recibo una señal débil al principio, más clara luego. Descodifico la señal, que parece provenir de dos puntos distintos, aunque muy próximos entre sí respecto del eje de la Tierra Texto de la señal (descodificado):

¿Desde dónde nos llama, señora Cargols?

Desde Sant Joan Despí.

¿Desde dónde dice?

Desde Sant Joan Despí. Desde San Joan Despí. ¿Qué no me oye?

Parece que tenemos un pequeño problema de recepción aquí en la emisora, señora Cargols. ¿Nos oye usted bien?

¿Cómo dice?

Digo que si nos oye bien. ¿Señora Cargols?

Diga, diga. Yo le escucho muy bien.

¿Me oye, señora Cargols?

Muy bien. Yo muy bien.

¿Y desde dónde nos llama, señora Cargols?

Desde Sant Joan Despí.

Desde Sant Joan Despí. ¿Y nos oye bien desde Sant Joan Despí, señora Cargols?

Yo le escucho muy bien. Y usted, ¿qué me escucha?

Yo muy bien, señora Cargols. ¿Desde dónde nos llama?

Me temo que va a ser más dificil de lo que yo suponía localizar a Gurb.

15.00. Decido recorrer sistemáticamente la ciudad en lugar de permanecer en un sitio fijo. Con ello disminuyo las probabilidades de no encontrar a Gurb en un trillón, pese a lo cual el resultado sigue siendo incierto. Camino siguiendo el plano heliográfico ideal que he incorporado a mis circuitos internos al salir de la nave. Me caigo en una zanja abierta por la Compañía Catalana de Gas.

15.02. Me caigo en una zanja abierta por la Compañía Hidroeléctrica de Cataluña.

15.03. Me caigo en una zanja abierta por la Compañía de Aguas de Barcelona.

15.04. Me caigo en una zanja abierta por la Compañía Telefónica Nacional.

15.05. Me caigo en una zanja abierta por la asociación de vecinos de la calle Córcega.

15.06. Decido prescindir del plano heliográfico ideal y caminar mirando dónde piso.

19.00. Llevo cuatro horas caminando. No sé dónde estoy y las piernas no me sostienen. La ciudad es enorme; el gentío, constante; el ruido, mucho. Me extraña no encontrar los monumentos habituales, como el Cenotafio de la Beata Madre Pilar, que podrían servirme de referencia. He parado a un peatón que parecía poseer un nivel de mansedumbre alto y le he preguntado dónde podría encontrar a una persona extraviada. Me ha preguntado qué edad tenía esa persona. Al contestarle que 6.513 años, me ha sugerido que la buscara en El Corte Inglés. Lo peor es tener que respirar este aire inficionado de partículas suculentas. Es sabido que en algunas zonas urbanas la densidad del aire es tal que sus habitantes lo introducen en fundas y lo exportan bajo la denominación de morcillas. Tengo los ojos irritados, la nariz obstruida, la boca seca. ¡Cuánto mejor se está en Cerdanyola!

20.30 Con la puesta del sol las condiciones atmosféricas habrían mejorado bastante si a los seres humanos no se les hubiera ocurrido encender las farolas. Parece ser que ellos las necesitan para poder seguir en la calle, porque los seres humanos, no obstante ser la mayoría de fisonomía ruda y hasta abiertamente fea, no pueden vivir sin verse los unos a los otros. También los coches han encendido sus faros y se agreden con ellos. Temperatura, 17 grados centígrados; humedad relativa, 62 por ciento; vientos flojos del sudoeste; estado de la mar, rizada.

21.30. Basta. No puedo dar un paso más. Mi deterioro físico es considerable. Se me ha caído un brazo, una pierna y las dos orejas y la lengua me cuelga tanto que he tenido que atarla al cinturón, porque ya me llevo comidas cuatros plastas de perro y un número indeterminado de colillas. En estas condiciones es mejor aplazar hasta mañana las pesquisas. Me escondo debajo de un camión aparcado, me desintegro y me naturalizo en la nave.

21.45. Recargo energético.

21.50. Me pongo el pijama. La ausencia de Gurb pesa en mi ánimo. Después de pasar juntos todas las veladas desde hace 800 años, no sé cómo matar las horas que preceden al sueño. Podría ver la televisión local o leer una entrega de las aventuras de Lolita Galaxia, pero no tengo ganas. No me explico la ausencia de Gurb, y menos aún su silencio. Nunca he sido un jefe intransigente. Siempre he dejado a la tripulación, es decir, a Gurb, plena libertad para entrar y salir a su antojo (en horas de permiso), pero si no viene o sabe que va a llegar tarde, lo menos que podía hacer, por consideración, era avisar.

1972 - Pablo García Casado - España


                                                                          parís, texas
por qué travis qué hay de esa oscura pregunta 
por qué la casa en ruinas por qué él por qué ella
por qué el verano de mil novecientos setenta y uno

qué tuvo que pasar qué clase de química por qué
la huelga en el sector metalúrgico por qué el atasco
por qué llegaron rendidos y aún así se besaron

como si mi vida les fuera en ello
De Las afueras, 2007 

Fragmento de Paris, Texas (Wim Wenders, 1984), con Harry Dean Stanton y Nastassja Kinski 
Música de Ry Cooder