Chet Baker - Like Someone In Love

martes, 31 de diciembre de 2013

Literatura y jazz/ 4 - Por los barrios del mundo viene sonando un lento saxofón - Félix Grande - España

Charlie Parker Story
Mientras que William Faulkner
halla los agrios del lenguaje,
hoza en Yoknapatawpha
levantándola hirviéndola
cuida la construcción feroz
de una nueva novela y cuida
su innegable talento epilepsíaco;
mientras que William Faulkner
irrumpe en el conflicto negro
con un relincho ambiguo, ahíto
de tradición, desprecio al Norte,
discurso estéril e insensato orgullo,
los negros, muchos negros,
algunos negros, inflamados de
la horrible historia del Mississippi,
con la memoria chorreando
por el sudor del algodón
y varios siglos de negros abuelos
retumbando a sus pies bajo el tiempo y la tierra,
cantan, vense impelidos
a seguir componiendo
música entre paréntesis:
negro spirituals. 


Mucho de lo que vimos
es vida entre paréntesis.
Blancos segando arroz en Tarragona
con el agua a los muslos,
las sanguijuelas de los arrozales
alimentándose de ellos.
Periódicos occidentales
informando de blancos muertos
en el frente, o de hambre,
o bajo un viejo caserón derruido.
Blancos en paro. Blancos en exilio.
Blancos dando betún
sobre sus cartucheras.
Blancos bebiendo el vino
de la derrota disfrazada.
Blancos buscando
la propia estimación en los burdeles.
Blancos meditativos, ingresando,
amargura sobre amargura,
en el cinismo, esa
sublimación para los faltos de recursos.

Del Sena al Plata,
del Támesis al Rin,
un rumor blanco busca desperdicios
y hurga en la realidad hostil
y en su razón, dispersa e inarmónica
de parietal a parietal.
Siglos también de abuelos blancos
entre jornadas de trabajo tensas,
fruta difícil, carne retorcida,
el barro insomne de las botas
de los soldados, el capote
de campaña, la emisora que menciona
el Mississippi blanco,
el blanco linchamiento con bala,
la actividad enfebrecida
del ginecólogo oficiando
sobre el mantel que el tirón de la guerra
arrojará en el suelo
quebrando su momentáneo contenido;
los tugurios en donde
blancos desconcertados
se pliegan y se venden, borrachos
de vino y blancura injuriada,
siglos también de abuelos blancos
con sus ingenuos hospitales,
su herencia pavorosa, sus bolsillos
llenos de migas o sus sienes
llameantes de lucidez o de torsión,
hacen pensar en una música
con paréntesis, con incisos,
con bárbaros interrogantes,
con desconcierto, con corcheas de ojos,
mordentes de sarcasmo,
calderones de confusión,
accelerados de vasto gruñido:
blanco spirituals


(Tú lo sabes, James Baldwin:
no es sólo tu color.
Esa es la lenta trampa
que quisieran hacer reinar.
Tú lo sabes, James Baldwin:
te necesitan negro para odiarte,
para sobrevivir bajo su miedo
mediante el odio. Pero,
tú lo sabes, James Baldwin:
también te necesitan
desclasado, desocupado, disponible
para usarte los brazos
a bajo precio.* Extiendes
tu mirada en los barrios de Europa,
oteas los indios sudamericanos,
te achicharras sobre la India,
te sumes en las periferias
de las ciudades industriales
y ves hermanos de otras razas
discriminados, repudiados
en la otra piel del hombre: el sueldo,
en la otra piel del hombre: la cultura,
en la otra piel del hombre:
la libertad.
Tienes hermanos de otras razas,
todo sudor es familiar,
toda miseria lleva
escupitajos en la piel.)


De Charlie Parker a Edith Piaf
un diluvio de negro spirituals
y de blanco spirituals llueve
sobre la civilización;
llueve piaf; llueve parker, llueven
Manolo Caracol, Louis Armstrong empapa
Discépolo, John Coltrane, Billie Holliday.
Es un agua que se introduce
por las fisuras de los Parlamentos,
por las rendijas de los programas,
por los agujeros de la ONU,
empapada la estrategia, moja
a la inmortalidad y la encoge,
hincha las oscuras maderas
de los ataúdes y congela
todo el grandioso fuego de vivir.
Llueve toda la tarde, llueve
toda la noche: y tras la ventana
en que repiquetea la lluvia
ese diluvio es observado
por un blanco o un negro
mientras que suena un saxofón
                                                               y llueve.


* Entre 1915 y 1918 emigraron hacia las industrias del norte de los Estados Unidos medio millón de negros del Sur de los Estados Unidos. Para evitar la desbandada que tanto había jurado desear, el K.K.K. de los Estados Unidos desencadenó una campaña de terror. Tan pintoresca fraternidad dio como resultado setenta y siete negros linchados y catorce quemados en público, once de ellos vivos. (Ver "Los viajeros de la libertad", pág.10 - Edit. Fontanella, Barcelona 1963)


Félix Grande


Charlie Parker: Saxo alto 
Coleman Hawkins: Saxo tenor 
Hank Jones: Piano 
Ray Brown: Contrabajo 
Buddy Rich: Batería
1950
    
Este poema ya estaba en Salvo el crepúsculo. Lo hemos recuperado para la serie.

sábado, 28 de diciembre de 2013

Poesía para niños/ 8 - Pegasos, lindos pegasos - Antonio Machado - España


Pegasos, lindos pegasos,
caballitos de madera...

Yo conocí siendo niño,
la alegría de dar vueltas
sobre un corcel colorado,
en una noche de fiesta.

En el aire polvoriento
chispeaban las candelas,
y la noche azul ardía
toda sembrada de estrellas.

¡Alegrías infantiles
que cuestan una moneda
de cobre, lindos pegasos,
caballitos de madera!

miércoles, 25 de diciembre de 2013

El cant dels ocells - Anónimo - Cataluña - España


   El "Canto de los pájaros" (Cant dels ocells) es una canción anónima, popular y  navideña que gira en torno al nacimiento de Jesús. Muchos la creen original de Pau Casals, pero Pau lo que hizo fue adaptarla al violonchelo y darla a conocer al mundo, que no es poco.
   Durante la guerra de sucesión española fue el himno de los partidarios del archiduque Carlos de Austria.
  Actualmente se suele utilizar para honrar a los difuntos ilustres, tanto en el ámbito político como en los campos de fútbol.
  Se han hecho de ella multitud de versiones, con algunas variaciones en la letra. Traemos aquí unas pocas.


¡Feliz Navidad!

Letra tradicional

En veure despuntar 
el major lluminar 
en la nit més ditxosa,
els ocellets cantant 
a festejar-lo van 
amb sa veu melindrosa.

L'àliga imperial 
pels aires va voltant,
cantant amb melodia,
dient: 'Jesús és nat 
per treure'ns de pecat 
i dar-nos l'Alegria'.

Respon-li lo pardal: 
'Esta nit és Nadal, 
és nit de gran contento'.
El verdum i el lluer diuen, 
cantant també: 
'Oh, que alegria sento!'

Cantava el passerell: 
'Oh, que formós 
i que bell 
és l'Infant de Maria!'.
I lo alegre tord: 
'Vençuda n'és la mort, 
ja neix la Vida mia'.

Cantava el rossinyol: 
'Hermós és com un sol, 
brillant com una estrella'.
La cotxa i lo bitxac 
festegen el manyac 
i sa Mare donzella.

La garsa, griva i gaig diuen: 
'Ja ve lo maig'. 
Respon la cadernera:
'Tot arbre reverdeix, 
tota planta floreix, 
com si tot fos primavera'.

___________________________________

Al ver despuntar 
el mayor resplandor 
en la noche más dichosa
los pajaritos cantando
a festejarlo van
con su melosa voz

El águila imperial 
va por los aires, 
cantando con melodía,
diciendo: Jesús ha nacido 
para librarnos del pecado 
y darnos la Alegría

Le responde el gorrión: 
Esta noche es Navidad, 
es noche de gran contento.
El verderón y el lúngano dicen, 
cantando también: 
¡Oh, qué alegría siento!

Cantaba el pardillo: 
¡Oh, qué hermoso 
y qué bello 
es el Hijo de María!
Y el tordo alegre: 
Vencida ha sido la muerte, 
ya nace mi Vida

Cantaba el ruiseñor: 
Es hermoso como un sol, 
brillante como una estrella.
El colirrojo y la tarabilla 
celebran la criatura 
y a su Madre doncella

La garza, el zorzal y el arrendajo dicen: 
Ya viene el mayo. 
Responde el jilguero:
Todo árbol reverdece, 
toda planta florece, 
como si todo fuese primavera

Pau Casals

Hesperion XXI - Jordi Savall

Lluis Llach

María del Mar Bonet

Iñaki Etxepare y Tensy Krismant - Piano y Violoncello

Tete Montoliu
Presentación en vídeo de Juan Nadie

domingo, 22 de diciembre de 2013

Literatura y jazz/ 3 - Maduz - José María Álvarez - España

Billie Holiday - 'The Tiffany Club' - Los Ángeles, 1951
Prefiero a lo que miro lo que creo
FRANCISCO DE QUEVEDO

Es dichoso vivir en estos climas que permiten
relaciones normales

MONTESQUIEU
Suavemente (si
                     lo considero
con ecuanimidad, acaso
sin rescoldos de pasión, es más,
sin interés; pero al fin y al cabo, suavemente)

                                                                te
miro,
mientras un norteamericano de origen africano
(obsérvese cómo venero la solidaridad y el pensamiento liso)
toca al fondo del bar, en piano blanco,
una pieza -y esto es lo importante-
cuya letra en tiempos menos lisos
fue «Easy living» y la cantaba Billie Holiday.

Lo importante -repito- es el recuerdo
que este arreglo trivial me trae de lo que era
vida,
       y cómo los decorados, y la escena,
mudan por la memoria hacia horas que yacen
agazapadas en el alma.

La situación es siempre parecida:
                                               Un rostro
de mujer -no necesariamente joven-
                                                   al final
del punto de mira de mi vaso,
unos ojos que miran de pronto, cómplices, animales,
como puestas de sol, unos labios
-que ya han dejado su carmín en cigarrillos-
húmedos,
el movimiento de una melena que roza una nuca.

Noches y noches, rostros,
mientras hilas la Nada
y sientes la ginebra calentar tu alma,
y a veces, por un instante,
notas que tienes en la mano
el secreto del mundo.

Todo eso junto eleva esta anodina
escena, y a quien seas,
a depurado Arte.
                        Desde luego
si decides seguirme mientras me siento tan activo
gracias al «Easy living» original y a las llamitas
de esos otros momentos,
casi me atrevo a prometerte
una experiencia interesante
-como muy poco, diferente-
y en ningún caso, espero, que vulgar.

Aunque seguramente a ti te da lo mismo,
a mí, no.
Easy Living (Ralph Rainger & Leo Robin) - Billie Holiday

    Esta entrada ya había aparecido en Salvo el crepúsculo, pero la hemos recuperado para añadirla a la nueva serie.

jueves, 19 de diciembre de 2013

Literatura y jazz/ 2 - Versos per a la Billie (Versos para Billie) - Joan Margarit - España


Abraça'm -demanaves.
Embraceable you, diu
la teva veu, alhora
estripada i lluent.
Abraça'm: i et faltava
un any per al final.
Sento els vasos com dringuen
i els morts que t'aplaudeixen:
clavegueres de venes
arrosseguen l'espessa
melodía d'un saxo.
És aquella veu negra que fregava
els blancs graons de marbre,
o cridava en un esbronc
d'algun bordell de Harlem.
La veu que, com la pluja,
rentava el sutge als vidres
d'una presó de dones.
La veu dels estranys fruits penjats dels arbres
en l'immens Sud del món.

_______________________________

Abrázame -pedías.
Embraceable you, dice
tu voz, que a la vez suena
desgarrada y brillante.
Abrázame: quedaba,
para el final, un año.
Los vasos entrechocan
y los muertos te aplauden:
venas como cloacas
arrastran una espesa
melodía de saxo.
Es aquella voz negra
que fregó los peldaños
de mármol blanco,
o gritó en una bronca
de algún burdel de Harlem.
La voz como la lluvia
que limpiaba en la cárcel de mujeres
la suciedad de los cristales.
La voz de extraños frutos
colgados de los árboles
en el gran Sur del mundo.
Traducción del autor
Billie Holiday - Embraceable you (George & Ira Gershwin)  (Versión de 1957)
Harry Edison - Trompeta
Ben Webster - Saxo tenor
Jimmy Rowles - Piano
Barney Kessel - Guitarra
Red Mitchell - Contrabajo
Larry Bunker - Batería

lunes, 16 de diciembre de 2013

Literatura y jazz/ 1 - Strange fruit - Abel Meeropol (Lewis Allan) - Estados Unidos


    El 7 de agosto de 1930, dos afroamericanos -Thomas Shipp y Abram Smith- fueron linchados en Indiana. Se les acusaba de haber asesinado a un hombre blanco y violado a su novia. Fueron arrestados por la policía, pero un grupo de 15.000 personas irrumpió en la comisaría y sacó a golpes a los dos hombres para lincharlos. Un tercer hombre, implicado en el supuesto asesinato y amigo de los ejecutados, pudo sobrevivir y años mas tarde declaró que sus amigos habían intentado robar a un hombre blanco, que después las autoridades encontraron muerto de un disparo. James Cameron, que así se llamaba el superviviente, se convertiría más tarde en el fundador y director del Museo del Holocausto Negro de América, en Milwaukee (Wisconsin), dedicado a los linchamientos raciales de EE.UU.
    Por aquel entonces, el racismo en Estados Unidos era aún un fenómeno cotidiano. Según las estimaciones del Tuskegee Institute, entre 1889 y 1940 se lincharon 2.833 personas, 90% de las cuales pertenecían a los estados del sur y cuatro quintos eran afroamericanos (alrededor de 2.270 personas). No era necesario que la causa fuera un crimen. En 1939 se produjeron tres linchamientos y una encuesta realizada en el sur mostró que seis de cada diez blancos aprobaban esa práctica.
    La fotografía del linchamiento de Thomas Shipp y Abram Smith inspiró al profesor, poeta y compositor judío-americano Abel Meeropol para componer -bajo el seudónimo de Lewis Allan- un poema, que en principio se llamó Bitter Fruits, y que bajo el título de Strange fruit se convirtió en un gran éxito en la voz de Billie Holiday, que lo grabó en 1939. Holiday, que ya era muy conocida, se convertiría así en una de las imágenes y las voces de la lucha por la igualdad y en contra de la segregación racial. La expresión "Strange Fruit" quedó como símbolo de los linchamientos. En 1999, la revista Time nombró a Strange Fruit la "canción del siglo". Figura en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos. Se ha grabado decenas de veces -tanto cantada como en versión instrumental-, pero hoy traemos aquí, naturalmente, la versión de Billie.

Strange fruit

Southern trees bear strange fruit,
Blood on the leaves and blood at the root,
Black bodies swinging in the southern breeze,
Strange fruit hanging from the poplar trees.

Pastoral scene of the gallant south,
The bulging eyes and the twisted mouth,
Scent of magnolias, sweet and fresh,
Then the sudden smell of burning flesh.

Here is fruit for the crows to pluck,
For the rain to gather, for the wind to suck,
For the sun to rot, for the trees to drop,
Here is a strange and bitter crop.

_____________________________

Fruta rara

Árboles sureños cargan extraños frutos,
Sangre en las hojas y sangre en la raíz,
Cuerpos negros se balancean en la brisa sureña
Extraños frutos penden de los álamos.

Escena pastoral del galante sur,
Los ojos saltones, la boca torcida,
El aroma de las magnolias, dulce y fresco,
Y de pronto el olor de la carne quemada.

Aquí está el fruto que arrancarán los cuervos,
Para que reciba la lluvia, para que chupe el viento,
Para que el sol lo madure, para que los árboles lo suelten,
Esta es una extraña y amarga cosecha.
Strange Fruit - Billie Holiday, acompañada al piano por Mal Waldron

viernes, 13 de diciembre de 2013

Fábulas/ 6 - El asno y su amo - Tomás de Iriarte - España


    "Siempre acostumbra a hacer el vulgo necio
de lo bueno y lo malo igual aprecio.
Yo le doy lo peor, que es lo que alaba."

    De este modo sus yerros disculpaba
un escritor de farsas indecentes;
y un taimado poeta que lo oía,
le respondió en los términos siguientes:
"Al humilde Jumento
su dueño daba paja, y le decía:
Toma, pues que con esto estás contento."
Díjolo tantas veces, que ya un día
se enfadó el Asno, y replicó: "Yo tomo
lo que me quieres dar; pero, hombre injusto,
¿piensas que sólo de la paja gusto?
Dame grano y verás si me lo como".

    Sepa quien para el público trabaja,
que tal vez a la plebe culpa en vano;
pues si en dándole paja, come paja,
siempre que le dan grano, come grano.

Dedicada especialmente -entre otros sujetos- a los programadores de televisión.

martes, 10 de diciembre de 2013

Invictus - William Ernest Henley - Inglaterra / Fragmentos de Elogio de Nelson Mandela - Mario Vargas Llosa - Perú


    Estos son los versos que ayudaron al preso número 46664, Nelson Mandela, a soportar más de 27 años de cárcel:

Out of the night that covers me,
Black as the pit from pole to pole,
I thank whatever gods may be,
For my unconquerable soul.

In the fell clutch of circumstance,
I have winced but not cried aloud.
Under the bludgeonings of chance,
My head is bloodied but unbowed.

Beyond this place of wrath and tears,
Looms but the horror of the shade.
And yet the menace of the years,
Finds, and shall find me, unafraid.

It matters not how strait the gate,
How charged with punishments the scroll,
I am the master of my fate,
I am the captain of my soul.
_________________________

Fuera de la noche que me cubre, 
Negra como el abismo de polo a polo, 
Agradezco a cualquier dios que pudiera existir 
Por mi alma inconquistable. 

En las feroces garras de las circunstancias 
Ni me he lamentado ni he dado gritos. 
Bajo los golpes del azar 
Mi cabeza sangra, pero no se inclina. 

Más allá de este lugar de ira y lágrimas 
Es inminente el Horror de la sombra, 
Y sin embargo la amenaza de los años 
Me encuentra y me encontrará sin miedo.

No importa cuán estrecha sea la puerta, 
Cuán cargada de castigos la sentencia. 
Soy el amo de mi destino: 
Soy el capitán de mi alma. 
Traducción de Juan Carlos Villavicencio

Invictus - Clint Eastwood, 2009


Fragmentos de Elogio de Nelson Mandela

    ... Por una vez podremos estar seguros de que todos los elogios que lluevan sobre su tumba serán justos, pues el estadista sudafricano transformó la historia de su país de una manera que nadie creía concebible y demostró, con su inteligencia, destreza, honestidad y valentía, que en el campo de la política a veces los milagros son posibles. 
    Todo aquello se gestó, antes que en la historia, en la soledad de una conciencia, en la desolada prisión de Robben Island, donde Mandela llegó en 1964, a cumplir una pena de trabajos forzados a perpetuidad. Las condiciones en que el régimen del apartheid tenía a sus prisioneros políticos en aquella isla rodeada de remolinos y tiburones, frente a Ciudad del Cabo, eran atroces. Una celda tan minúscula que parecía un nicho o el cubil de una fiera, una estera de paja, un potaje de maíz tres veces al día, mudez obligatoria, media hora de visitas cada seis meses y el derecho de recibir y escribir sólo dos cartas por año, en las que no debía mencionarse nunca la política ni la actualidad. En ese aislamiento, ascetismo y soledad transcurrieron los primeros nueve años de los veintisiete que pasó Mandela en Robben Island.
    En vez de suicidarse o enloquecerse, como muchos compañeros de prisión, en esos nueve años Mandela meditó, revisó sus propias ideas e ideales, hizo una autocrítica radical de sus convicciones y alcanzó aquella serenidad y sabiduría que a partir de entonces guiarían todas sus iniciativas políticas. Aunque nunca había compartido las tesis de los resistentes que proponían una “África para los africanos” y querían echar al mar a todos los blancos de la Unión Sudafricana, en su partido, el African National Congress, Mandela, al igual que Sisulu y Tambo, los dirigentes más moderados, estaba convencido de que el régimen racista y totalitario sólo sería derrotado mediante acciones armadas, sabotajes y otras formas de violencia, y para ello formó un grupo de comandos activistas llamado Umkhonto we Sizwe, que enviaba a adiestrarse a jóvenes militantes a Cuba, China Popular, Corea del Norte y Alemania Oriental.
    En la soledad de la cárcel revisó sus ideas e hizo una autocrítica radical de sus convicciones.
    Debió de tomarle mucho tiempo —meses, años— convencerse de que toda esa concepción de la lucha contra la opresión y el racismo en África del Sur era errónea e ineficaz y que había que renunciar a la violencia y optar por métodos pacíficos, es decir, buscar una negociación con los dirigentes de la minoría blanca —un 12% del país que explotaba y discriminaba de manera inicua al 88% restante—, a la que había que persuadir de que permaneciera en el país porque la convivencia entre las dos comunidades era posible y necesaria, cuando Sudáfrica fuera una democracia gobernada por la mayoría negra.
    En aquella época, fines de los años sesenta y comienzos de los setenta, pensar semejante cosa era un juego mental desprovisto de toda realidad. La brutalidad irracional con que se reprimía a la mayoría negra y los esporádicos actos de terror con que los resistentes respondían a la violencia del Estado, habían creado un clima de rencor y odio que presagiaba para el país, tarde o temprano, un desenlace cataclísmico. La libertad sólo podría significar la desaparición o el exilio para la minoría blanca, en especial los afrikáners, los verdaderos dueños del poder. Maravilla pensar que Mandela, perfectamente consciente de las vertiginosas dificultades que encontraría en el camino que se había trazado, lo emprendiera, y, más todavía, que perseverara en él sin sucumbir a la desmoralización un solo momento, y veinte años más tarde, consiguiera aquel sueño imposible: una transición pacífica del apartheid a la libertad, y que el grueso de la comunidad blanca permaneciera en un país junto a los millones de negros y mulatos sudafricanos que, persuadidos por su ejemplo y sus razones, habían olvidado los agravios y crímenes del pasado y perdonado. [...]
    Como la gota persistente que horada la piedra, fue abriendo puertas en esa ciudadela de desconfianza
    Hay que recordar que quien se echó sobre los hombros esta soberbia empresa era un prisionero político, que, hasta el año 1973, en que se atenuaron las condiciones de carcelería en Robben Island, vivía poco menos que confinado en una minúscula celda y con apenas unos pocos minutos al día para cambiar palabras con los otros presos, casi privado de toda comunicación con el mundo exterior. Y, sin embargo, su tenacidad y su paciencia hicieron posible lo imposible. Mientras, desde la prisión ya menos inflexible de los años setenta, estudiaba y se recibía de abogado, sus ideas fueron rompiendo poco a poco las muy legítimas prevenciones que existían entre los negros y mulatos sudafricanos y siendo aceptadas sus tesis de que la lucha pacífica en pos de una negociación sería más eficaz y más pronta para alcanzar la liberación.
    Pero fue todavía mucho más difícil convencer de todo aquello a la minoría que detentaba el poder y se creía con el derecho divino a ejercerlo con exclusividad y para siempre. Estos eran los supuestos de la filosofía del apartheid que había sido proclamada por su progenitor intelectual, el sociólogo Hendrik Verwoerd, en la Universidad de Stellenbosch, en 1948 y adoptada de modo casi unánime por los blancos en las elecciones de ese mismo año. ¿Cómo convencerlos de que estaban equivocados, que debían renunciar no sólo a semejantes ideas sino también al poder y resignarse a vivir en una sociedad gobernada por la mayoría negra? El esfuerzo duró muchos años pero, al final, como la gota persistente que horada la piedra, Mandela fue abriendo puertas en esa ciudadela de desconfianza y temor, y el mundo entero descubrió un día, estupefacto, que el líder del Congreso Nacional Africano salía a ratos de su prisión para ir a tomar civilizadamente el té de las cinco con quienes serían los dos últimos mandatarios del apartheid: Botha y De Klerk. [...]
   Mandela es el mejor ejemplo que tenemos —uno de los muy escasos en nuestros días— de que la política no es sólo ese quehacer sucio y mediocre que cree tanta gente, que sirve a los pillos para enriquecerse y a los vagos para sobrevivir sin hacer nada, sino una actividad que puede también mejorar la vida, reemplazar el fanatismo por la tolerancia, el odio por la solidaridad, la injusticia por la justicia, el egoísmo por el bien común, y que hay políticos, como el estadista sudafricano, que dejan su país, el mundo, mucho mejor de como lo encontraron.
Mario Vargas Llosa - EL PAÍS, 30 de junio de 2013

domingo, 8 de diciembre de 2013

Canciones - Íñigo López de Mendoza, Marqués de Santillana - España


- IV -

Recuérdate de mi vida

   Recuérdate de mi vida,
pues que viste
mi partir e despedida
ser tan triste.

   Recuérdate que padesco
e padescí
las penas que non meresco,
desque oí
la respuesta non debida
que me diste,  
por lo cual mi despedida
fue tan triste.

   Pero non cuides, señora,
que por esto
te fui nin te sea agora
menos presto,
que de llaga non fengida
me feriste,
así que mi despedida
fue tan triste.


- VIII -

Si tú deseas a mí

   Si tú deseas a mí,
yo non lo sé,
pero yo deseo a ti
en buena fe,

   e non a ninguna más,  
así lo ten:
nin es nin será jamás
otra mi bien.
En tan buen hora te vi
e te fablé  
que del todo te me di
en buena fe.

   Yo soy tuyo, non lo dubdes
sin fallir1
e, non pienses ál2 nin cuides,3  
sin mentir.
Después que te conoscí,
me cativé
e seso e saber perdí
en buena fe.  

   A ti amo e amaré
toda sazón4
e siempre te serviré
con grand razón,
pues la mejor escogí  
de cuantas sé,
e non finjo nin fengí
en buena fe.
1 Fallir: desfallecer. 
2 Ál: otra cosa.
3 Cuides: te preocupes. 
4 Toda sazón: en todo tiempo, siempre.

jueves, 5 de diciembre de 2013

Fragmento de los Proverbios o Centiloquio - Íñigo López de Mendoza, Marqués de Santillana - España


De amiçiçia1

A quien puedas corregir
       e consejar,
o te pueda amonestar,
       debes seguir:
piensa mucho en elegir
       tal amistat,
que te recuerde honestat2
       e buen vivir.

Al amigo te requiero
       e castigo3
que lo guardes, como amigo
       verdadero:
non te digo al lisongero,
       que en dulçura
da presente de amargura,
       falaguero.4

Si tovieres tu secreto
       abscondido,5
piensa que serás avido6
       por discreto:
yo me soy visto subjeto
       por fablar,
e nunca por el callar
       fuy correcto.

Pero non pienses que digo
       que te celes7
nin te reguardes nin veles
       de tu amigo;
ca sería el tal castigo
       deshonesto,
e tornarlo pronto e presto
       enemigo.

Mas en tales cosas piensa
       que mostrar
las puedes e revelar
       sin ofensa
de la tu fama, e defensa8
       tu sentido
de querer lo non devido
       que te ofensa.9



1 Amiçiçia: amistad.
2 Honestat, onestat: honestidad.
3 Castigar: aconsejar.
4 Falaguero: lisonjero, halagüeño, engañador.
5 Abscondido: escondido, encubierto.
6 Avido: tenido.
7 Te celes: te ocultes.
8 Defensar: defender, tomar bajo la guarda y protección.
9 Ofensar: ofender.

lunes, 2 de diciembre de 2013

Dame, Amor, besos sin cuento... - Cristóbal de Castillejo - España / Da mi basia mille... (Carmina V) - Catulo - Roma


    Dame, Amor, besos sin cuento,
asida de mis cabellos,
y mil y ciento tras ellos,
y tras ellos mil y ciento,
y después
de muchos millares, tres;
y porque nadie lo sienta,
desbaratemos la cuenta
y contemos al revés.

    Es recreación de los últimos versos de un célebre poema de Catulo dedicado a Lesbia:

Carmina V
… Da mi basia mille, deinde centum,
dein mille altera, dein secunda centum,
deinde usque altera mille, deinde centum.
dein, cum milia multa fecerimus,
conturbabimus illa, ne sciamus,
aut ne quis malus inuidere possit
cum tantum sciat esse bassiorum.

viernes, 29 de noviembre de 2013

No m'asalt d'om que·en tots afars no sia / Cobla esparsa - Jordi de Sant Jordi - España


    Es posible que la siguiente esparsa (composición de una sola estrofa) formase parte de un poema más extenso que no se ha conservado. Con la estructura anafórica propia del desplazer (inevitablemente atenuada en la traducción) y valiéndose de expresivas comparaciones, Jordi de Sant Jordi censura a todo aquel que, quebrantando las leyes de la moral cortés, se muestra desleal, mentiroso, lúbrico, jactancioso, desvergonzado y ávido.

No m'asalt d'om que·en tots afars no sia
leyals e purs com la fina romana;
ne m'asalt d'om qui sinch jorns la semana
ment an sos dits, e vol ab drutz paria;
ne m'asalt d'om que·m leu ploma ne palha
de mon vestir, ne·s jacte de batalha;
ne m'asalt d'om qui no hage vergonya,
car de tot past fay gorgua com segonya.

__________________

No me complace el hombre que no sea
honesto y leal como la fiel balanza;
ni aquel que cinco días por semana
miente al hablar y alterna con amantes;
ni el que en mi ropa ve plumas o pajas
y jactándose va de sus batallas;
y no me gusta aquel que, sin vergüenza,
todo se lo hecha al papo cual cigüeña.
Comentario y traducción de José María Micó

martes, 26 de noviembre de 2013

Fábulas/ 5 - El gato, el lagarto y el grillo - Tomás de Iriarte - España


Ello es que hay animales muy científicos
en curarse con varios específicos,
y en conservar su construcción orgánica,
como hábiles que son en la botánica,
pues conocen las hierbas diuréticas,
catárticas, narcóticas, eméticas,
febrífugas, estípticas, prolíficas,
cefálicas también y sudoríficas.

En esto era gran práctico y teórico
un gato, pedantísimo retórico,
que hablaba en un estilo tan enfático
como el más estirado catedrático.
Yendo a caza de plantas salutíferas,
dijo a un lagarto: «¡Qué ansias tan mortíferas!
Quiero por mis turgencias semihidrópicas
chupar el zumo de hojas heliotrópicas.»

Atónito el lagarto con lo exótico
de todo aquel preámbulo estrambótico,
no entendió más la frase macarrónica
que si le hablasen lengua babilónica;
pero notó que el charlatán ridículo,
de hojas de girasol llenó el ventrículo,
y le dijo: «Ya, en fin, señor hidrópico,
he entendido lo que es zumo heliotrópico.»

¡Y no es bueno que un grillo, oyendo el diálogo,
aunque se fue en ayunas del catálogo
de términos tan raros y magníficos,
hizo del gato elogios honoríficos!
Sí; que hay quien tiene la hinchazón por mérito,
y el hablar liso y llano por demérito.

Mas ya que esos amantes de hiperbólicas
cláusulas y metáforas diabólicas,
de retumbantes voces el depósito
apuran, aunque salga un despropósito,
caiga sobre su estilo problemático
este apólogo esdrújulo-enigmático.

sábado, 23 de noviembre de 2013

Balada a su dama - François Villon - Francia


Falsa beldad que me costáis tan caro,
Ruda en verdad, hipócrita dulzura,
Amor muy duro de roer y avaro,
Nombraros puedo, muerte ya es segura,
Cobarde flor que pincha con delicia,
Orgullo loco que se afirma ahorcando
Y ojos helados. ¿No podrá Justicia
a un pobre socorrer que están matando?

Mejor que yo buscara hubiese sido
Algún jardín de amor en otro lado,
Rival no hubiera esa mujer tenido;
Tengo que huir ahora, y humillado.
¡Auxilio! ¡Auxilio! ¡Que me ayude alguna!
Si hay que morir , he de morir peleando.
Quiera Piedad, que me faltó en la cuna,
a un pobre socorrer que están matando.

Ya vendrá el día en que se encuentre seca,
mustia y ajada vuestra flor fragante.
Y aunque mi risa ahí parezca mueca,
mi risa en la vejez será triunfante.
Viejo seré, vos fea y con arrugas.
¡Bebed ahora que.el arroyo es blando!
Ya se helará, y no pueden las verrugas
a un pobre socorrer que están matando.

Príncipe del Amor, excelso amante,
a quien no quiero andar importunando:
sabed que debe un buen señor, no obstante,
a un pobre socorrer que están matando.
Traducción y notas de Rubén Abel Reches
 Notas

Las siguientes estrofas introducen la balada:

Ítem, a mi adorada Rosa1
ni mi corazón ni mi panza
dejo. A ella más le gustaría
otra cosa, aunque no le falta.
¿Qué? Una bolsa grande de seda
llena de escudos, honda y ancha,
mas que me cuelguen de una soga
si en ella pongo escudos o lanza.2

que ya le entran, sin mí, bastantes...
Esto me tiene sin cuidado,
no me entristecen esas cosas,
ya no tengo caliente el pájaro.
Este dejo a los herederos
de aquel Michaut,3 que era apodado
“Buena leche”. Rogad por su alma.
En Saint-Satur está enterrado.

Sin embargo, para cumplir
con Amor, antes que con ella
ya que nunca quiso otorgarme
de esperanza ni una moneda,
(no sé si ha sido tan rebelde
con otros, y esto me atormenta;
mas yo ¡Santa María! sólo
burlas obtuve de esa fiera)

le envío esta balada, todos
terminando en "erre" sus versos.
¿Pero quién llevársela debe?
Pues Perrenet de la Barre,4 pienso,
a quien pido que si en su ronda
ve a la Señora de mis sueños
que de este modo la salude:
“¡Puta de mierda! ¡Al fin te encuentro!”


1 "Rosa" es uno de los nombres con que, comunmente, los poetas designaban a la amada en sus versos. Se piensa que, en este caso, se trata de Catherine de Vaucelles, la mujer que lo traicionó con Ythier Marchant, personaje nombrado en El Legado y en El Testamento, aquella a la que alude en la Doble balada y que lo hizo golpear.
    En la Edad Media cada letra poseía un valor simbólico. “R" era la de la hipocresía. Como lo anuncia, Villon hace terminar cada verso de esta balada con la letra "r" (aunque la rima: -ier, -eur, -ir..., no coincida en todos los versos, como es natural).
    Además, figuran en acróstico su nombre y el de una tal Marta. Las tres primeras estrofas de la balada dicen en acróstico: FRANCOYS (Faulse, Rude, Amour, Nommer, Cherme, Orgueil, Yeulx, Sans), MARTHE (Mieulx, Ailleurs, Riens, Trotter, Haro, Et), y VJJLLON (Vng, Jaunir, Jer, Lors, Las, Or, Ne). En la traducción ese acróstico se pierde en buena parte.
    Muchas son las hipótesis acerca de la identidad de Martha, así como también la de la destinataria de la balada. La que nos parece más sugestiva supone que la balada está dirigida a Catherine de Vaucelles y que Marta era la mujer con quien Villon había intentado salvarse del criminal amor de la primera.
    El Príncipe del Amor del envío puede ser Charles d'Orléans o René d'Anjou, rey de Sicilia y de Jerusalén.
2 El escudo era una moneda de la época y, en sentido figurado, el miembro viril. La lanza también tiene este último sentido.
3 Michault Bon Fouterre es un personaje de fines del siglo XIII que se hizo famoso por su ardor. Villon inventa el lugar en que se halla enterrado, pero retiene en su mente el nombre de Satur; la pronunciación en francés de Saint-Satur es cercana a la de Saint-Satyre: San Sátiro.
4 Perrenet de la Barre aparece en varias ocasiones, tanto en El Legado, como en El Testamento. Aparece también como Perrenet Marchant, y con el apelativo de Bastart de la Barre (Bastardo de la Barre). Es el sargento de vara del Châtelet. Siempre se muestra como un gran rufián.

jueves, 21 de noviembre de 2013

Premio Cervantes 2013 - Elena Poniatowska - México


    ...El 2 de octubre de 1968 no estaba de servicio en nuestra crujía el sargento Mares, un viejo buena gente que no nos encerraba a las diez de la noche, como había ordenado el director del penal; consecuentemente nos “apandaron” cuando se dio el toque de silencio. Estábamos ya dormidos los cuatro presos que ocupábamos la celda número 3 cuando escuché: “De la Vega, señor De la Vega…”, era la voz que trataba de pasar inadvertida para los demás, palabras dichas casi en secreto. Al sentarme en la litera oí que abrían la puerta y vi entrar al celador.

    - Oiga, señor De la Vega, ¿está despierto?

    - Sí, dígame.

    - Le vengo a avisar que están matando a muchos estudiantes en Tlatelolco.

    - ¿Qué?

    - Que se armó la bronca en Tlatelolco y mataron a muchos estudiantes.

    - ¿Quién se lo dijo?

    - Me enteré ahorita que venía a la suplencia; nomás no le vaya a decir a nadie que yo le vine a avisar, porque me corren.

    - Muchas gracias, descuide.

    Me quedé pensando que no valía la pena despertar a mis compañeros de celda para informarles de algo que a mí me parecía uno de tantos rumores que llegaban hasta nosotros; además, no podían matar a los muchachos en un mitin al cual todos iban pacíficamente, eso no podía ocurrir. Volví a dormirme.

    A las siete de la mañana del 3 de octubre salí a formarme como todos los días; no bien salí de la celda cuando caí en un mar de confusión, eran todos los camaradas de la crujía que se comunicaban unos a otros lo que ya todos conocemos. Cuando me lo dijeron me sentí culpable por no haber creído a mi espontáneo informante, por no haber gritado en ese momento ¡SALGAN, DESPIERTEN!

    Y bien, así me enteré de lo que ocurrió en la Plaza de las Tres Culturas aquel 2 de octubre de 1968 a las seis de la tarde. Siento que después de esa fecha no soy el mismo que antes; no podría serlo...
De La noche de Tlatelolco

    La escritora mexicana Elena Poniatowska ganó el martes el Premio Cervantes 2013, máximo galardón de las letras en español. Poniatowska, una mujer menuda, rubia, de nariz pequeña, sonrisa fácil, hija de un príncipe polaco pero "más mexicana que el mole", es la cuarta mujer que obtiene el premio, tras María Zambrano (1988), Dulce María Loynaz (1992) y Ana maría Matute (2010).
    Su libro más famoso, La noche de Tlatelolco, es un testimonio de la represión contra los estudiantes el 2 de octubre de 1968, una fecha grabada a fuego en la historia mexicana. “Debería conmemorarse oficialmente una fecha de luto nacional”, dice Elena.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Ubi sunt?/ 1 - Balada de los señores de antaño (de El Testamento) - François Villon - Francia


¿Dónde está Calixto Tercero,
que papa fue por cuatro años,
último muerto de ese nombre?
¿Y el muy gracioso Borbón Carlos,
Arturo, el duque de Bretaña,
Alfonso en Aragón reinando
y Carlos Séptimo triunfante?
Mas ¿dónde el bravo Carlomagno?

¿Y el rey de Escocia, que tenía
una mejilla -se ha contado-
color sangre desde la frente
hasta debajo de los labios?
¿Y el valeroso rey de España
cuyo nombre se me ha olvidado?
¿Y el muy famoso rey de Chipre?
Mas ¿dónde el bravo Carlomagno?

Renuncio a hablar de glorias idas:
el mundo es sólo un sueño vano.
Nadie triunfa sobre la muerte,
no la detienen los palacios.
Una pregunta aun formulo:
aquel rey de Bohemia, Lazlo
¿dónde está, dónde está su abuelo?
Mas ¿dónde el bravo Carlomagno?

¿Dónde el conde delfín de Auvernia?
¿Dónde el astuto y buen Bernaldo?
¿Dónde el difunto Juan Primero?
Mas ¿dónde el bravo Carlomagno?

Traducción y notas de Rubén Abel Reches

Notas

- Calixto Tercero (Calixto III): fue papa durante tres años y cuatro meses. Murió en 1458.
- Borbón Carlos (Carlos I duque de Borbón): muerto en 1456.
- Arturo, duque de Bretaña (Artús III): murió en 1458.
- Alfonso, el rey de Aragón (Alfonso V, el Magnánimo): murió en 1458; ocupó Nápoles y se rodeó de una corte de poetas.
- Carlos séptimo, rey de Francia: murió en 1461.
- Carlomagno: es el rey épico, tío de Roldán, único personaje no contemporáneo a Villon de los que se citan en  la balada.
- El rey de Escocia (Jacobo II): tenía la mitad del rostro de color rojo como la sangre, «que así salió del vientre de su madre»; murió en 1460.
- El rey de España: es Juan II de Castilla; muerto en 1454.
- El rey de Chipre: es Juan III de Lusignan; muerto en 1458.
- Lazlo (Ladislao), rey de Hungría: muerto en 1457; fue llamado en Francia Lanzarote, tal vez por confusión con el héroe artúrico; el rey de Behaigne (de Bohemia) había pedido la mano de Magdalena de Francia y a su muerte, en 1457, las Iglesias de Paris celebraron solemnes funerales.
- Delfín de Auvernia: es Beraud II; muerto en 1426.
- El buen Bernaldo: es el condestable Bertrand Du Guesclín, que destacó en la lucha contra los ingleses; tuvo importancia decisiva en las guerras internas de Castilla (favoreció a Enrique de Trastámara contra Pedro el Cruel); murió en 1380.
- Juan I, duque de Alençon: muerto en 1415. Podría tratarse de Juan II, encarcelado y condenado a muerte en 1458, aunque no murió hasta 1476; Villon tal vez pensara que ya había sido ejecutado.


   Ubi sunt? es un tópico literario que, al igual que Tempus fugit, hace referencia a la fugacidad de la vida y con el cual el poeta se pregunta por el paradero de los que han muerto. Procede de la frase latina Ubi sunt qui ante nos in hoc mundo fuere? (¿Dónde están o qué fue de quienes vivieron antes que nosotros?). El tópico ya se utilizaba en la literatura romana y se ha transmitido -en su formulación latina original- a la literatura occidental a través de las literaturas romances.

lunes, 18 de noviembre de 2013

Fragmentos - Doris Lessing - Gran Bretaña


    ... En algún momento de la edad adulta, la mayoría de la gente cae en la cuenta de que un siglo no es más que el doble de sus años. A partir de este pensamiento, toda la historia se precipita junta y a partir de este momento viven ya dentro de la historia del tiempo, en vez de mirarla desde fuera, como observadores. Sólo hace diez o doce veces su vida, Shakespeare estaba vivo. La Revolución francesa fue el otro día. Hace cien años, no mucho más, fue la Guerra Civil norteamericana. Antes parecía como algo de otra época, casi de otra dimensión del tiempo o del espacio. Pero una vez has dicho: Cien años es dos veces mi edad, te sientes como si hubieras estado en aquellos campos de batalla, o curando a aquellos soldados. Con Walt Whitman, quizás.
__________________________________

    …Una manera de considerar los dos últimos siglos y medio es como un laboratorio del cambio social. Mas para aprender de ellos necesitamos una cierta perspectiva, un desapego; y es precisamente este desapego el que hace posible, en mi opinión, dar un paso adelante en la conciencia social. Cuando estamos en plena exaltación, en pleno entusiasmo partidista nunca aprendemos nada acerca de nada. A mi parecer, a los niños se les debe enseñar la historia no como habitualmente se hace hoy, o sea, como el registro de acontecimientos ocurridos hace mucho tiempo que debemos conocer por alguna razón u otra, sino como una disciplina de la que podamos aprender no sólo lo que ocurrió, sino lo que puede volver a ocurrir, lo que muy probablemente ocurrirá de nuevo. La literatura y la historia, estas dos ramas del conocimiento humano, constancias de la conducta humana, del pensamiento humano, son apreciadas cada vez menos por los jóvenes, y también por los educadores. Sin embargo, de ellas podemos aprender cómo ser ciudadanos y seres humanos; podemos aprender cómo contemplarnos a nosotros mismos y a la sociedad en que vivimos, de ese modo apacible, frío, crítico y escéptico que es la única actitud posible para un ser humano civilizado (o al menos eso han dicho todos los filósofos y los sabios). Pero todas las presiones van en dirección contraria, hacia aprender sólo lo que tiene utilidad inmediata, lo que es funcional. Cada vez más se pide que las personas sean educadas para actuar en una etapa casi seguramente temporal de la tecnología, que sean educados para el corto plazo. Una vez más debemos considerar la palabra útil. A largo plazo lo que es útil es lo que sobrevive, lo que revive, lo que vuelve a la vida en diferentes contextos. Puede parecer hoy que las personas aleccionadas para emplear con eficiencia las últimas tecnologías son la élite del mundo; pero a largo plazo creo que las personas preparadas para tener, asimismo, ese punto de vista que solía llamarse humanista –punto de vista a largo plazo, general, contemplativo- serán las que ejerzan mayor influencia. Simplemente porque comprenden más de lo que está ocurriendo en el mundo. No es que menosprecie a los nuevos técnicos –todo lo contrario-, pero lo que conocen es, por definición, una necesidad temporal.
__________________________________

    Fragmento del discurso de aceptación del Premio Nobel de Literatura 2007, titulado "Sobre no ganar el Premio Nobel"

    Con frecuencia se les pregunta a los escritores ¿cómo escribes? ¿usando procesador de palabras? ¿con una máquina de escribir eléctrica? ¿una pluma? ¿caligrafía? Pero la pregunta esencial es: “¿has encontrado un espacio, ese espacio vacío, que debe rodearte cuando escribes?” Dentro de ese espacio, que es como una forma de escucha, de atención, vendrán las palabras, las palabras que tus personajes hablarán, ideas-inspiración.
    Si un escritor no puede encontrar este espacio, los poemas y las historias pueden nacer muertos.

Doris Lessing

    La escritora británica Doris Lessing, Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2001, Premio Nobel de Literatura 2007, falleció ayer en Londres a los 94 años. Descanse.

domingo, 17 de noviembre de 2013

Literatura fantástica/ 5 - Literatura satírica y burlesca/ 30 - Las islas voladoras - Anton Chejov - Rusia


CAPÍTULO PRIMERO

 La Conferencia

    - ¡He terminado, caballeros! -dijo Mr. John Lund, joven miembro de la Real Sociedad Geográfica, mientras se desplomaba exhausto sobre un sillón. La sala de asambleas resonó con grandes aplausos y gritos de ¡bravo! Uno tras otro, los caballeros asistentes se dirigieron hacia John Lund y le estrecharon la mano.
    Como prueba de su asombro, diecisiete caballeros rompieron diecisiete sillas y torcieron ocho cuellos, pertenecientes a otros ocho caballeros, uno de los cuales era el capitán de La Catástrofe, un yate de 100.000 toneladas.
    - ¡Caballeros! -dijo Mr. Lund, profundamente emocionado-. Considero mi más sagrada obligación el darles a ustedes las gracias por la asombrosa paciencia con la que han escuchado mi conferencia de una duración de 40 horas, 32 minutos y 14 segundos… ¡Tom Grouse! -exclamó, volviéndose hacia su viejo criado-. Despiértame dentro de cinco minutos. Dormiré, mientras los caballeros me disculpan por la descortesía de hacerlo.
    - ¡Sí, señor! -dijo el viejo Tom Grouse.
    John Lund echó hacia atrás la cabeza, y estuvo dormido en un segundo.
    John Lund era escocés de nacimiento. No había tenido una educación formal ni estudiado para obtener ningún grado, pero lo sabía todo. La suya era una de esas naturalezas maravillosas en las que el intelecto natural lleva a un innato conocimiento de todo lo que es bueno y bello. El entusiasmo con el que había sido recibido su parlamento estaba totalmente justificado. En el curso de cuarenta horas había presentado un vasto proyecto a la consideración de los honorables caballeros, cuya realización llevaría a la consecución de gran fama para Inglaterra y probaría hasta qué alturas puede llegar en ocasiones la mente humana.
    «La perforación de la Luna, de uno a otro lado, mediante una colosal barrena.» ¡Éste era el tema de la brillantemente pronunciada conferencia de Mr. Lund!


CAPÍTULO II

El Misterioso Extraño

    Sir Lund no durmió siquiera durante tres minutos. Una pesada mano descendió sobre su hombro y tuvo que despertarse. Ante él se alzaba un caballero de un metro, ocho decímetros, dos centímetros y siete milímetros de altura, flexible como un sauce y delgado como una serpiente disecada. Era completamente calvo. Enteramente vestido de negro, llevaba cuatro pares de anteojos sobre la nariz, un termómetro en el pecho y otro en la espalda.
    - ¡Seguidme! -exclamó el calvo caballero con tono sepulcral.
    - ¿Dónde?
    - ¡Seguidme, John Lund!
    - ¿Y qué pasará si no lo hago?
    - ¡Entonces me veré obligado a perforar a través de la Luna antes de que lo hagáis vos!
    - En ese caso, caballero, estoy a vuestro servicio.
    - Vuestro criado caminará detrás de nosotros.
    Mr. Lund, el caballero calvo y Tom Grouse abandonaron la sala de asambleas, saliendo a las bien iluminadas calles de Londres. Caminaron durante largo tiempo.
    - Señor -dijo Grouse a Mr. Lund-, si nuestro camino es tan largo como este caballero, de acuerdo con la ley de la fricción, ¡gastaremos nuestras suelas!
    Los caballeros meditaron un momento. Diez minutos después, tras decidir que el comentario de Grouse tenía mucha gracia, rieron ruidosamente.
    - ¿Con quién tengo el honor de compartir mis risas, caballero? -preguntó Lund a su calvo acompañante.
    - Tenéis el honor de caminar, hablar y reír con un miembro de todas las sociedades geográficas, arqueológicas y etnográficas del mundo, con alguien que posee un grado magna cum laude en cada ciencia que ha existido y que existe en la actualidad, es miembro del Club de las Artes de Moscú, fideicomisario honorífico de la Escuela de Obstetricia Bovina de Southampton, suscriptor del The Illustrated Imp, profesor de magia amarillo-verdosa y gastronomía elemental en la futura Universidad de Nueva Zelanda, director del Observatorio sin Nombre, William Bolvanius. Os estoy llevando, caballero, a… (John Lund y Tom Grouse cayeron de rodillas ante el gran hombre, del que tanto habían oído, e inclinaron sus cabezas en señal de respeto)… os estoy llevando, caballero, a mi observatorio, a treinta y dos kilómetros de aquí. ¡Caballero! El silencio es una bella cualidad en un hombre. Necesito un compañero en mi empresa, la significación de la cual seréis capaz de comprender con tan sólo los dos hemisferios de vuestro cerebro. Mi elección ha recaído en vos. Tras vuestra conferencia de cuarenta horas, es muy improbable que deseéis entablar conversación conmigo, y yo, caballero, no amo a nada tanto como a mi telescopio y a un silencio prolongado. La lengua de vuestro servidor, empero, será detenida a una orden vuestra. ¡Caballero, viva la pausa!
    Os estoy llevando… Supongo que no tendréis nada en contra, ¿no es así?
    - ¡En absoluto, caballero! Tan sólo lamento que no seamos corredores y, por otra parte, el que estos zapatos que estamos usando valgan tanto dinero.
    - Os compraré zapatos nuevos.
    - Gracias, caballero.
Aquellos de mis lectores que estén sobre ascuas por el deseo de tener un mejor conocimiento del carácter de Mr. William Bolvanius pueden leer su asombrosa obra: «¿Existió la Luna antes del Diluvio?; y, si así fue, ¿por qué no se ahogó?»
    A esta obra se le acostumbra a unir un opúsculo, posteriormente prohibido, publicado un año antes de su muerte y titulado: «Cómo convertir el Universo en polvo y salir con vida al mismo tiempo.» Estas dos obras reflejan la personalidad de este hombre, notable entre los notables, mejor que pudiera hacerlo cualquier otra cosa.
    Incidentalmente, estas dos obras describen también cómo pasó dos años en los pantanos de Australia, subsistiendo enteramente a base de cangrejos, limo y huevos de cocodrilo, y sin hacer durante todo este tiempo ni un solo fuego.
    Mientras estaba en los pantanos, inventó un microscopio igual en todo a uno ordinario, y descubrió la espina dorsal en los peces de la especie «Riba». Al volver de su largo viaje, se estableció a unos kilómetros de Londres y se dedicó enteramente a la astronomía. Siendo como era un auténtico misógino (se casó tres veces y tuvo, como consecuencia, tres espléndidos y bien desarrollados pares de cuernos), y no sintiendo deseos ocasionales de aparecer en público, llevaba la vida de un esteta. Con su sutil y diplomática mente, consiguió que su observatorio y su trabajo astronómico tan sólo fuesen conocidos por él mismo.
    Para pesar y desgracia de todos los verdaderos ingleses, debemos hacer saber que este gran hombre ya no vive en nuestros días; murió hace algunos años, oscuramente, devorado por tres cocodrilos mientras nadaba en el Nilo.


CAPÍTULO III

Los Puntos Misteriosos

    El observatorio al que llevó a Lund y al viejo Tom Grouse… (sigue aquí una larga y tremendamente aburrida descripción del observatorio, que el traductor del francés al ruso ha creído mejor no traducir para ganar tiempo y espacio).
    Allí se alzaba el telescopio perfeccionado por Bolvanius. Mr. Lund se dirigió hacia el instrumento y comenzó a observar la Luna.
    - ¿Qué es lo que veis, caballero?
    - La Luna, caballero.
    - Pero, ¿qué es lo que veis cerca de la Luna, caballero?
    - Tan sólo tengo el honor de ver la Luna, caballero.
    - Pero, ¿no veis unos puntos pálidos moviéndose cerca de la Luna, caballero?
    - ¡Pardiez, caballero! ¡Veo los puntos! ¡Sería un asno si no los viera! ¿De qué clase de puntos se trata?
    - Esos puntos tan sólo son visibles a través de mi telescopio. ¡Pero ya basta! ¡Dejad de mirar a través del aparato! Mr. Lund y Tom Grouse, yo deseo saber, tengo que saber, qué son esos puntos. ¡Estaré allí pronto! ¡Voy a hacer un viaje para verlos! Y ustedes vendrán conmigo.
    - ¡Hurra! -gritaron a un tiempo John Lund y Tom Grouse-. ¡Vivan los puntos!


CAPÍTULO IV

Catástrofe en el Firmamento

    Media hora más tarde, Mr. William Bolvanius, John Lund y Tom Grouse estaban volando hacia los misteriosos puntos en el interior de un cubo que era elevado por dieciocho globos. Estaba sellado herméticamente y provisto de aire comprimido y de aparatos para la fabricación de oxígeno {Gas inventado por los químicos. Dicen que es imposible vivir sin él.}. El inicio de este estupendo vuelo sin precedentes tuvo lugar en la noche del 13 de marzo de 1870. El viento provenía del sudoeste. La aguja de la brújula señalaba oestenoroeste. (Sigue una descripción, extremadamente aburrida, del cubo y de los dieciocho globos.) Un profundo silencio reinaba dentro del cubo. Los caballeros se arrebujaban en sus capas y fumaban cigarros. Tom Grouse, tendido en el suelo, dormía como si estuviera en su propia casa. El termómetro {Este instrumento existe en la realidad. (Notas del traductor del francés al ruso.)} registraba bajo cero. En el curso de las primeras veinte horas, no se cruzó entre ellos ni una sola palabra ni ocurrió nada de particular. Los globos habían penetrado en la región de las nubes.
    Algunos rayos comenzaron a perseguirles, pero no consiguieron darles alcance, como era natural esperar tratándose de ingleses. Al tercer día John Lund cayó enfermo de difteria y Tom Grouse tuvo un grave ataque en el bazo. El cubo colisionó con un aerolito y recibió un golpe terrible. El termómetro marcaba -76°.
    - ¿Cómo os sentís, caballero? -preguntó Bolvanius a Mr. Lund al quinto día, rompiendo finalmente el silencio.
    - Gracias, caballero -replicó Lund, emocionado-; vuestro interés me conmueve. Estoy en la agonía. Pero, ¿dónde está mi fiel Tom?
    - Está sentado en un rincón, mascando tabaco y tratando de poner la misma cara que un hombre que se hubiera casado con diez mujeres al mismo tiempo.
    - ¡Ja, ja, ja, Mr. Bolvanius!
    - Gracias, caballero.
    Mr. Bolvanius no tuvo tiempo de estrechar su mano con la del joven Lund antes de que algo terrible ocurriese. Se oyó un terrorífico golpe. Algo explotó, se escucharon un millar de disparos de cañón, y un profundo y furioso silbido llenó el aire. El cubo de cobre, habiendo alcanzado la atmósfera rarificada y siendo incapaz de soportar la presión interna, había estallado, y sus fragmentos habían sido despedidos hacia el espacio sin fin. ¡Éste era un terrible momento, único en la historia del Universo!
    Mr. Bolvanius agarró a Tom Grouse por las piernas, este último agarró a Mr. Lund por las suyas, y los tres fueron llevados como rayos hacia un misterioso abismo. Los globos se soltaron. Al no estar ya contrapesados, comenzaron a girar sobre sí mismos, explotando luego con gran ruido.
    - ¿Dónde estamos, caballero?
    - En el éter.
    - Hummm. Si estamos en el éter, ¿qué es lo que respiramos?
    - ¿Dónde está vuestra fuerza de voluntad, Mr. Lund?
    - ¡Caballeros! -gritó Tom Grouse-. ¡Tengo el honor de informarles de que, por alguna razón, estamos volando hacia abajo y no hacia arriba!
    - ¡Bendita sea mi alma, es cierto! Esto significa que ya no nos encontramos en la esfera de influencia de la gravedad. Nuestro camino nos lleva hacia la meta que nos habíamos propuesto. ¡Hurra! Mr. Lund, ¿qué tal os encontráis?
    - Bien, gracias, caballero. ¡Puedo ver la Tierra encima, caballero!
    - Eso no es la Tierra. Es uno de nuestros puntos. ¡Vamos a chocar con él en este mismo momento! ¡¡¡BOOOM!!!


CAPÍTULO V

La Isla de Johann Goth 

    Tom Grouse fue el primero en recuperar el conocimiento. Se restregó los ojos y comenzó a examinar el territorio en el que Bolvanius, Lund y él yacían. Se despojó de uno de sus calcetines y comenzó a dar friegas con él a los dos caballeros. Éstos recobraron de inmediato el conocimiento.
    - ¿Dónde estamos? -preguntó Lund.
    - ¡En una de las islas que forman el archipiélago de las Islas Voladoras! ¡Hurra!
    - ¡Hurra! ¡Mirad allí, caballero! ¡Hemos superado a Colón!
    Otras varias islas volaban por encima de la que les albergaba (sigue la descripción de un cuadro comprensible tan sólo para un inglés). Comenzaron a explorar la isla. Tenía… de largo y… de ancho (números, números, ¡una epidemia de números!). Tom Grouse consiguió un éxito al hallar un árbol cuya savia tenía exactamente el sabor del vodka ruso. Cosa extraña, los árboles eran más bajos que la hierba (?). La isla estaba desierta. Ninguna criatura viva había puesto el pie en ella.
    - Ved, caballero, ¿qué es esto? -preguntó Mr. Lund a Bolvanius, recogiendo un manojo de papeles.
    - Extraño… sorprendente… maravilloso… -murmuró Bolvanius.
    Los papeles resultaron ser las notas tomadas por un hombre llamado Johann Goth, escritos en algún lenguaje bárbaro, creo que ruso.
    - ¡Maldición! -exclamó Mr. Bolvanius-. ¡Alguien ha estado aquí antes que nosotros! ¿Quién pudo haber sido? ¡Maldición! ¡Oh, rayos del cielo, machacad mi potente cerebro! ¡Dejad que le eche las manos encima, tan sólo dejad que se las eche! ¡Me lo tragaré de un bocado!
    El caballero Bolvanius, alzando los brazos, rió salvajemente. Una extraña luz brillaba en sus ojos.
    Se había vuelto loco.


CAPÍTULO VI

El Regreso

    - ¡Hurra! -gritaron los habitantes de El Havre, abarrotando cada centímetro del muelle. El aire vibraba con gritos jubilosos, campanas y música. La masa oscura que los había estado amenazando durante todo el día con una posible muerte estaba descendiendo sobre el puerto y no sobre la ciudad. Los barcos se hacían rápidamente a mar abierto. La masa negra que había ocultado el sol durante tantos días chapuzó pesadamente (pesamment), entre los gritos exultantes de la multitud y el tronar de la música, en las aguas del puerto, salpicando la totalidad de los muelles. Inmediatamente se hundió. Un minuto después había desaparecido toda traza de ella, exceptuando las olas que cruzaban la superficie en todas direcciones. Tres hombres flotaban en medio de las aguas: el enloquecido Bolvanius, John Lund y Tom Grouse. Fueron subidos rápidamente a bordo de unas barquichuelas.
    - ¡No hemos comido en cincuenta y siete días! -murmuró Mr. Lund, delgado como un artista hambriento. Y relató lo sucedido.
    La isla de Johann Goth ya no existía. El peso de los tres bravos hombres la había hecho repentinamente más pesada.
    Dejó la zona neutral de gravitación, fue atraída hacia la Tierra, y se hundió en el puerto de El Havre.


CONCLUSIÓN

    John Lund está ahora trabajando en el problema de perforar la Luna de lado a lado. Se acerca el momento en que la Luna se verá embellecida con un hermoso agujero. El agujero será propiedad de los ingleses.
    Tom Grouse vive ahora en Irlanda y se dedica a la agricultura. Cría gallinas y da palizas a su única hija, a la que está educando al estilo espartano. Los problemas científicos todavía le preocupan: está furioso consigo mismo por no haber pensado en recoger ninguna semilla del árbol de la Isla Voladora cuya savia tenía el mismo, el mismísimo sabor que el vodka ruso.
    Tonterías. Lo único sin lo cual no se puede vivir es el dinero.