Chet Baker - Like Someone In Love

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sábado, 25 de agosto de 2018

Más allá de esta rosa - Carlos Bousoño - España


                                                 (Meditación de postrimerías)
1
Una rosa se yergue.
Tú meditas. Se hincha
la realidad, y se abre, se recoge, se cierra.
Cuando miras, entierras. Oh pompa
fúnebre. Azucena: Relincho
espantoso, queja oscura, milagro. Tú que la melodía
de una rosa escuchaste, sangrienta
en el amanecer cual llamada
de una realidad diminuta,
miras tras ella el hondo
trajinar de otra vida, la esbelta
rapidez con que algo se mueve en la noche
con prisa, como si quisiera llegar a una meta
insaciable. Hay detrás de esta rosa, que yergue
suavemente su tallo, una pululación hecha náusea,
un horrible jadeo,
una ansiedad frenética, un hediondo existir que se anuncia.
Una trompeta dispara
su luz, su entusiasmo sonoro
en el estiércol. ¿Qué dices,
qué susurras, qué silbas
entre la oscuridad, más allá de esta rosa,
realidad que te escondes? ¿Qué melodía
articulas y entiendes y desdices y ahogas,
qué rumor de unos pasos
deshaces, qué sonido
contradices y niegas? La cadencia está dicha,
realizado el suspiro.
El rumor es silencio,
la esperanza, la ruina. Todo silba y espera,
silencioso, engreído,
más allá de esta rosa.

2
Más allá de esta rosa, más allá de esta mano
que escribe y de esta frente
que medita, hay un mundo.
Hay un mundo espantoso, luminoso y contrario
a la luz, a la vida.
Más allá de esta rosa e impulsando su sueño,
paralelo, invertido
hay un mundo, y un hombre
que medita, como yo, a la ventana.
Y cual yo en esta noche, con estrellas al fondo,
mientras muevo mi mano,
alguien mueve su mano, con estrellas al fondo.
y escribe mis palabras
al revés, y las borra.
De Oda a la ceniza, 1967

martes, 27 de octubre de 2015

Corazón partidario - Carlos Bousoño - España


Mi corazón, lo sabes,
no está con el que triunfa o que lo espera,
con el juramento mercader
que acecha el buen provecho,
se agazapa, salta sobre la utilidad, que es su querida,

busca ganancia en el abrazo,
obtiene renta de las mariposas y pone rédito a la luz,
cobra recibo por los amaneceres milagrosos,
por cambiante gracia del color
de una invisible rosa apresurada,
dulce y apresurada
como si fuese un hombre o una llama
o una felicidad humana: sí.

Mi corazón no está con el hombre que sabe
de la verdad todo lo necesario
para olvidar el resto de ella,
satisfecho del viento, poderoso del humo,
canciller de la niebla,
rey acaso, pero nunca de sí.

Mi corazón está con el que un día,
quitado el brillo breve, retirada la gracia que hasta allí
le alentó,
en bajamar hostil todo cuanto nos hace
dulce la realidad, leve la vida, adorable la luz,
sabe decir: "no importa".

Mi corazón está con el que entonces,
en el vaso que una mano de niebla le tiende entre la
sombra,
bebe hasta el fin, con lucidez,
sin amargura,
toda la hez del mundo.

Y luego, seriamente,
                          allá en lo alto,
mira, con ojo nuevo,
el cielo puro.
Carlos Bousoño

El poeta asturiano y miembro de la Real Academia Española Carlos Bousoño falleció el pasado sábado en Madrid a los 92 años. Descanse.
Bousoño, premio Príncipe de Asturias de las Letras 1995 y premio Nacional de Poesía 1990, era además de poeta, filólogo, escritor, ensayista, crítico literario, profesor universitario, teórico de la poesía...
Perteneciente a la generación de postguerra, su poesía tenía, sin embargo, más puntos de contacto con la poesía de la generación del 50, más existencialista y menos social que la de los poetas de su generación.
Su estudio Teoría de la expresión poética le hizo ganador en 1952 del premio Fastenrath, otorgado por la Real Academia Española. Con El símbolo (1976) obtuvo el premio Nacional de Literatura de Ensayo en 1978. En 1990, el Ministerio de Cultura le concedió el Nacional de Poesía por su obra Metáfora del Desafuero. Tres años después fue reconocido con el premio Nacional de las Letras Españolas, instituído también por el Ministerio de Cultura. En 1995 logró el Príncipe de Asturias de las Letras, al que había sido candidato y finalista los cuatro años anteriores. Bousoño fue además finalista en dos ocasiones del premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana: en 1993 y en 1994. En 1998, 2000, 2001 y 2002 fue candidato al premio Cervantes, premio que nunca recibió. En agosto de 2001 el Principado de Asturias le concedió la Medalla de Oro, la más importante condecoración que concede el Gobierno asturiano. 
Bousoño era depositario del archivo de su amigo Vicente Aleixandre, Nobel de Literatura 1982, desde la muerte de éste en 1984.

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