Chet Baker - Like Someone In Love

sábado, 30 de abril de 2011

Fax con ventolera - Gonzalo Rojas - Chile

Firma autógrafa de Gonzalo Rojas
Fax con ventolera
y una rosa, hoy
salió de esto Rojas
-Gonzalo como le pusieron en el agua-, iba solo, no hay
epitafio que escribir en cuanto a su suerte, ni
cuerpo que respirar, escasamente
se dirá de él que vino
rápido y ha salido,
que ya no está entonces, que
no hay estrellas para él, que carnalmente
va encima del vidrio que lo encarcela una rosa
a modo de instrumento de perdición, que ha salido
y eso es todo.

Estas cosas decía Gonzalo Rojas:
* Los verdaderos poetas son de repente y no basta el oficio.
* Yo siempre me fío de la oreja, con ella me aproximo a la ritmicidad.
* Te dan la palabra que no mereces y te pones a balbucear el mundo, imantado como en el amor por el encantamiento y el desollamiento.
* Aprendí más de los mineros del cobre que de todos los manifiestos.
* Jugaste bastante, comiste romanamente, y bebiste: ¡tiempo de que te vayas!.

Gonzalo Rojas, profesor de literatura, diplomático en China y Cuba en los tiempos de Salvador Allende y Premio Cervantes 2003, acaba de fallecer estos días en Santiago de Chile a la edad de 93 años. Se definía a sí mismo como el poeta del asombro. Descanse.

De la liviandad - Gonzalo Rojas - Chile

Fotografías de Man Ray
Volviendo sobre una línea de Cortázar, las mujeres
cómo recaen. Man Ray
hizo la foto: lomo largo
con todas las vértebras preciosas a la vista y ella cayendo
flexible en el encantamiento, flaca
la pelirroja, lista
para la otra pasarela del placer, los tirantes
por allá, las medias disparadas, y algo más lejos
en la otra punta de la alfombra los dos
zapatos altísimos sin nadie muertos de amor, tristísimos
y viudísimos de ella pidiéndole frenéticos que no,
que su cuerpo blanco no, que no se entregue
a la usurpación, que vuelva
como en el tango, que
no. -Cierren
finas las cortinas.

Renata - Gonzalo Rojas - Chile

Anna Ajmátova - Nathan Altman (1914)
rojasgonzalo@difícil
la situación
tuya
Ajmátova
Anna Ajmátova


Respuesta a ras de arrullo virtual: entendido
descifrado e-mail hermoso
a escala de amor hermoso fechado
hoy en Monterrey, un beso, ¿dónde
queda Monterrey?

Alabado sea México
porque es esdrújulo como el Hado, por
el gran pétalo convulso
y blanco de tu cuerpo, Renata, arrebatado por
el acorde arterial
del éxtasis, los leones
de Babilonia adentro, por
lo animala trémula cuando
te quedas honda pensando pensamiento, por
los milenios que hablan fenicio, etrusco, maya en
ti, mi una única, de hipotálamo
a pie precioso, sin
Malcolm Lowry, sin
Artaud, sin Lawrence, por
ese violoncello que eres tú y
nada más, por ese río que eres donde los niños
miden el fondo de la transparencia. Alabado,
alabado
porque es esdrújulo como el Hado.

Más claro y ya por último fuera
del ahora, no
se ha vivido, se ha
llorado llanto de nacer, se ha, se habrá
más y más mar nadado
contra el oleaje
embravecido.

No hubo ver, no
se vio, todo lo más que se vio fue un aullido,
desde las galaxias, la oreja
pensó ojo, el ojo
pensó vagido: tú
-paridora- sabes cuánto cuesta.

Por anámnesis, por
desierta memoria sabes cuánto
le cuesta al corazón irse
quitando quereres, cuánto al
estanque donde suelen flotar los cisnes
negros, cuánto
a la propia soledad que ha sido, que
será, cuánta hermosura
le cuesta a la hermosura.

Porque todo es parte,
Renata, todo es parte, tu
figura, tu escritura, esa letra que los dioses
escriben por ti cuando dices su callada
resurrección, tus
muslos, tu risa de repente, la
rugosa realidad que pintó Rimbaud, ese otro
relámpago con R de rey, lo
ensangrentado de ti que anda en mí
arterial, el misterio.

Todo es parte, se es
hombre de mujer, mujer
de hombre, ventolera
de Dios: ánimula
vágula blándula, mortala
de mortal, útero
de la Tierra, atánatos
espérmatos se es, mariposa
y sangre para hilar el pez del
que vinimos viniendo.
-Sigue tú:
el Tao eres tú.

miércoles, 27 de abril de 2011

Fragmentos del discurso de aceptación del Premio Cervantes 2010 - Ana María Matute - España

Ana María Matute
Majestades, autoridades:

Sospecho que no soy la primera en decir que nunca, durante la larga travesía de mi vida (salpicada, por cierto, de abundantes tempestades), imaginé que llegara a conocer un día como éste. Y, junto a la inmensa alegría que me invade, debo confesarles que preferiría escribir tres novelas seguidas y veinticinco cuentos, sin respiro, a tener que pronunciar un discurso, por modesto que éste sea. Y no es que menosprecie los discursos: sólo los temo. Mi incapacidad para ellos quedará manifiesta enseguida, y, por tanto, me permito apelar a su benevolencia. Pero antes deseo hacerles partícipes de mi agradecimiento: este premio lo considero como el reconocimiento, ya que no a un mérito, al menos a la voluntad y amor que me han llevado a entregar toda mi vida a esta dedicación.

Así que esta anciana que no sabe escribir discursos sólo desea hacerles partícipes de su emoción, de su alegría y de su felicidad –¿por qué tenemos tanto miedo de esa palabra?– a todos cuantos han hecho posible este sueño, sueño que me acompaña desde la infancia. Desde aquel día en que oí por vez primera la mágica frase: "Érase una vez..." y conmovió toda mi pequeña vida. [...]Y llega a mi memoria algo que me contó hace años Isabel Blancafort, hija del compositor catalán Jordi Blancafort. Una de ellas, cuando eran niñas, le confesó a su hermanita: "La música de papá, no te la creas: se la inventa". Con alivio, he comprobado que toda la música del mundo, la audible y la interna –esa que llevamos dentro, como un secreto– nos la inventamos. Igual que aquel soñador convertía en gigantes las aspas de un molino, igual que convertía en la delicada Dulcinea a una cerril Aldonza. Inventó sensibilidad, inteligencia y acaso bondad –el don más raro de este mundo– en una criatura carente de todos esos atributos.  

[...] Y recuerdo. Recuerdo. Sólo tenía un amigo, mi muñeco Gorogó, que, naturalmente, más tarde incorporé a una de las novelas con las que me siento más identificada, Primera memoria. Aunque no haya escrito nunca una novela autobiográfica, estoy en sus páginas. Todo eran inventos, hasta que supe que en la Literatura –en grande–, como en la vida, se entra con dolor y lágrimas.
Gorogó lo sabía, lo sabe y no me ha abandonado desde el día en que mi padre, teniendo yo cinco años, me lo trajo de Londres, donde lo llaman algo así como Golligow. Mi padre sabía que a mí no me gustaban las muñecas, ni los juegos de las niñas de aquel tiempo: mujeres recortadas, las llamé yo. Imitar a mamá y a las amigas de mamá era todo su futuro.

[...] Desde que tengo uso de razón, he leído, he escrito, he escuchado.. . Desde aquel primer cuento inventado a los cinco años hasta este último libro, que los recoge casi todos, compruebo con satisfacción que por fin el cuento ha ingresado entre los géneros respetados de nuestra literatura. Aun cuando contemos con entre sus cultivadores desde el inmenso Cervantes, que honra con su nombre este premio, hasta los más recientes de nuestros escritores, jóvenes y no tan jóvenes, hasta hace poco aún se lo ha considerado literatura "menor".

Ana María Matute[...] Sobre la famosa crueldad de los cuentos de hadas –que, por cierto, no fueron escritos para niños, sino que obedecen a una tradición oral, afortunadamente recogida por los hermanos Grimm, Perrault y Andersen, y en España, donde tanta falta hacía, por el gran Antonio Almodóvar, llamado "el tercer hermano Grimm"–, me estremece pensar y saber que se mutilan, bajo pretextos inanes de corrección política más o menos oportunos, y que unas manos depredadoras, imaginando tal vez que ser niño significa ser idiota, convierten verdaderas joyas literarias en relatos no sólo mortalmente aburridos, sino, además, necios. ¿Y aún nos preguntarnos por qué los niños leen poco? Yo recuerdo aquellos días en Sitges, hace años, cuando algunas tardes de otoño venía a mi casa un tropel de niños y, junto al fuego –como está mandado–, oían embelesados repetir por enésima vez las palabras mágicas: “Érase una vez...”. Y habían dejado la televisión para escucharlas.

Yo no había cumplido los once años cuando estalló la guerra civil española. Unos niños acostumbrados a no salir de casa si no era acompañados por sus padres o la niñera nos vimos haciendo interminables colas para conseguir pan o patatas. No es raro, pues, que yo me permitiera, años más tarde, definir esa generación a la que pertenezco como la de "los niños asombrados". Porque nadie nos había consultado en qué lado debíamos situarnos. Nadie nos había informado de nada y nos encontramos formando parte de un lado o de otro, tal y como me confesó un día Jaime Salinas. Yo, ahora, sólo recuerdo que el mundo se había vuelto del revés, que por primera vez vi la muerte, cara a cara, en toda su devastadora magnitud; no condensada, como hasta aquel momento, en unas palabras –"el abuelito se ha ido y no volverá..."–, sino a través de la visión, en un descampado, de un hombre asesinado. Y conocimos el terror más indefenso: el de los bombardeos. Y aquellos cuentos, aquellas historias "impropias para niños", añadieron en su ruta interna de niña asombrada un aprendizaje. Atroz. Mucho más atroz que los cuentos de hadas.

[...] Ahora, tras estas deshilvanadas palabras, ojalá haya logrado trasmitirles algo de mi alegría, mi gratitud por la distinción que aquí me trae. Y me permito hacerles un ruego: si en algún momento tropiezan con una historia, o con alguna de las criaturas que trasmiten mis libros, por favor créanselas. Créanselas porque me las he inventado. Muchas gracias.

Esta es Ana María Matute.
Las negritas, como siempre, las he puesto yo.

martes, 26 de abril de 2011

Pájaro azul - Charles Bukowski - Norteamericano nacido en Alemania

Pájaro azul y amarillo - Georges Braque
Bluebird

there's a bluebird in my heart that
wants to get out
but I'm too tough for him,
I say, stay in there, I'm not going
to let anybody see
you.

there's a bluebird in my heart that
wants to get out
but I pur whiskey on him and inhale
cigarette smoke
and the whores and the bartenders
and the grocery clerks
never know that
he's
in there.

there's a bluebird in my heart that
wants to get out
but I'm too tough for him,
I say,
stay down, do you want to mess
me up?
you want to screw up the
works?
you want to blow my book sales in
Europe?

there's a bluebird in my heart that
wants to get out
Bluebird
but I'm too clever, I only let him out
at night sometimes
when everybody's asleep.
I say, I know that you're there,
so don't be
sad.
then I put him back,
but he's singing a little
in there, I haven't quite let him
die
and we sleep together like
that
with our
secret pact
and it's nice enough to
make a man
weep, but I don't
weep, do
you?

Pájaro azul

hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero soy duro con él,
le digo quédate ahí dentro, no voy
a permitir que nadie
te vea.

hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero yo le echo whisky encima y me trago
el humo de los cigarrillos,
y las putas y los camareros
y los dependientes de ultramarinos
nunca se dan cuenta
de que esté ahí dentro.

hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero soy duro con él,
le digo quédate ahí abajo, ¿es que quieres
hacerme un lío?
¿es que quieres
mis obras?
¿es que quieres que se hundan las ventas de mis libros
en Europa?

hay un pájaro azul en mi corazón
que quiere salir
pero soy demasiado listo, sólo le dejo salir
a veces por la noche
cuando todo el mundo duerme.
le digo ya sé que estás ahí,
no te pongas
triste.

luego lo vuelvo a introducir,
y él canta un poquito
ahí dentro, no le he dejado
morir del todo
y dormimos juntos
así
con nuestro
pacto secreto
y es tan tierno como
para hacer llorar
a un hombre, pero yo no
lloro,
¿lloras tú?

Versión de Rafael Díaz Borbón

Animación de Monika Umba - Cambridge School Of Art, 2009

Dedicado a Gatopardo, que nos ha recordado últimamente al poeta en su blog off-beat persistente.

sábado, 23 de abril de 2011

23 de abril, Día del Libro - Poema de los dones - Jorge Luis Borges - Argentina

Ilustración de Jonathan Wolstenholme
Nadie rebaje a lágrima o reproche
esta declaración de la maestría
de Dios, que con magnífica ironía
me dio a la vez los libros y la noche.

De esta ciudad de libros hizo dueños
a unos ojos sin luz, que sólo pueden
leer en las bibliotecas de los sueños
los insensatos párrafos que ceden

las albas a su afán. En vano el día
les prodiga sus libros infinitos,
arduos como los arduos manuscritos
que perecieron en Alejandría.

De hambre y de sed (narra una historia griega)
muere un rey entre fuentes y jardines;
yo fatigo sin rumbo los confines
de esta alta y honda biblioteca ciega.

Enciclopedias, atlas, el Oriente
y el Occidente, siglos, dinastías,
símbolos, cosmos y cosmogonías
brindan los muros, pero inútilmente.

Lento en mi sombra, la penumbra hueca
exploro con el báculo indeciso,
yo, que me figuraba el Paraíso
bajo la especie de una biblioteca.

Algo, que ciertamente no se nombra
con la palabra azar, rige estas cosas;
otro ya recibió en otras borrosas
tardes los muchos libros y la sombra.

Al errar por las lentas galerías
suelo sentir con vago horror sagrado
que soy el otro, el muerto, que habrá dado
los mismos pasos en los mismos días.

¿Cuál de los dos escribe este poema
de un yo plural y de una sola sombra?
¿Qué importa la palabra que me nombra
si es indiviso y uno el anatema?

Groussac o Borges, miro este querido
mundo que se deforma y que se apaga
en una pálida ceniza vaga
que se parece al sueño y al olvido.
Vídeo de Carlos Burgos

Sirva este extraordinario poema de Borges como celebración del Día del Libro y recordatorio o aviso de que un día sin libro es un día perdido. Este año, la Capital Mundial del Libro es Buenos Aires.

viernes, 22 de abril de 2011

Tempus fugit/4 - Suan Tsong - China

De la exposición de Marionetas del Teatro de Sombras - Museo Nacional de Arte de Beijing - Julio 2007Se tallan en madera
los rostros viejos de las marionetas.
Se manejan con hilos.
Con su arrugada piel y sus cabellos blancos,
asemejan verdaderos ancianos.
Mas, acabada la comedia,
se derummban inmóviles.
Igual que marionetas, los humanos
pasan, como en un sueño, por la vida.
Versión de Marcela de Juan (Ma Ce Huang)

martes, 19 de abril de 2011

Poesía del vino/11 - Li Po - China

Pintura china sobre papel
En el monte florido, dos hombres, solos, beben
una taza, otra taza y otra taza...
Estoy borracho, tengo sueño, ya te puedes marchar.
Vuelve mañana con el laúd, si quieres.
Versión de Marcela de Juan (Ma Ce Huang)

sábado, 16 de abril de 2011

Oda al gato - Pablo Neruda - Chile

Interrogante - Fotografía de Juan NadieLos animales fueron
imperfectos,
largos de cola, tristes
de cabeza.
Poco a poco se fueron
componiendo,
haciéndose paisaje,
adquiriendo lunares, gracia, vuelo.
El gato,
sólo el gato
apareció completo
y orgulloso:
nació completamente terminado,
camina solo y sabe lo que quiere.

El hombre quiere ser pescado y pájaro,
la serpiente quisiera tener alas,
el perro es un león desorientado,
el ingeniero quiere ser poeta,
la mosca estudia para golondrina,
el poeta trata de imitar la mosca,
pero el gato
quiere ser sólo gato
y todo gato es gato
desde bigote a cola,
desde presentimiento a rata viva,
desde la noche hasta sus ojos de oro.

No hay unidad
como él,
no tienen
la luna ni la flor
tal contextura:
es una sola cosa
como el sol o el topacio,
y la elástica línea en su contorno
firme y sutil es como
la línea de la proa de una nave.
Sus ojos amarillos
dejaron una sola
ranura
para echar las monedas de la noche.

Oh pequeño
emperador sin orbe,
conquistador sin patria,
mínimo tigre de salón, nupcial
sultán del cielo
de las tejas eróticas,
el viento del amor
en la intemperie
reclamas
cuando pasas
y posas
cuatro pies delicados
en el suelo,
oliendo,
desconfiando
de todo lo terrestre,
porque todo
es inmundo
para el inmaculado pie del gato.

Oh fiera independiente
de la casa, arrogante
vestigio de la noche,
perezoso, gimnástico
y ajeno,
profundísimo gato,
policía secreta
de las habitaciones,
insignia
de un
desaparecido terciopelo,
seguramente no hay
enigma
en tu manera,
tal vez no eres misterio,
todo el mundo te sabe y perteneces
al habitante menos misterioso,
tal vez todos lo creen,
todos se creen dueños,
propietarios, tíos
de gatos, compañeros,
colegas,
discípulos o amigos
de su gato.

Yo no.
Yo no suscribo.
Yo no conozco al gato.
Todo lo sé, la vida y su archipiélago,
el mar y la ciudad incalculable,
la botánica,
el gineceo con sus extravíos,
el por y el menos de la matemática,
los embudos volcánicos del mundo,
la cáscara irreal del cocodrilo,
la bondad ignorada del bombero,
el atavismo azul del sacerdote,
pero no puedo descifrar un gato.
Mi razón resbaló en su indiferencia,
sus ojos tienen números de oro.


Dedicado a un vecino muy especial. Ese que ven en la imagen.

jueves, 14 de abril de 2011

Las cosas han cambiado... - Carlos Marzal - España

Composición VIII - Wassily Kandinsky
Las cosas han cambiado,
y todo sigue igual que ha estado siempre.
                   Sabías que una vida no era lugar bastante,
para lo que una vida debía merecer,
y hoy sigue sin bastarnos.
                   Antes no había
lugar al que llegar, no había sombra, puerto,
un más allá del viaje donde decir ya basta,
hemos dado por fin con el final del túnel,
y hoy el túnel, el puerto, la sombra y el final
están igual de lejos. Suma y sigue.
                   En el amor no había
nada distinto al resto de las cosas,
pero sí era distinto
ese juego violento al que apostar la vida,
y que a veces movía las estrellas,
la luz de la conciencia, y al que hoy sigues jugando,
y en él te va la vida.
                   Las palabras no ofrecen
la nave que abre el mundo, ni hoy ni entonces,
pero algunas palabras, al trazar una historia,
con su amarga belleza, que no nos abre el mundo,
nos lo hacen habitable.
                   De unos tiempos sin gloria
a otros sin gloria. Tal como sucedía
ayer, quien se equivoca no ha de volver atrás.
Sólo el orgullo nos mantiene en pie,
y el miedo a empeorar en adelante.
                   Las cosas han cambiado.
Y ni más sabio,
              ni deseos más puros,
                                        ni más fuerte.
Todo es igual. Han cambiado las cosas.
Nada de lo que diga importa demasiado,
y todo sigue en el lugar de entonces.

lunes, 11 de abril de 2011

Fragmentos de La montaña del alma - Gao Xingjian - China - Francia

Pintura de Gao Xingjian
La verdad no existe más que en la experiencia e incluso sólo en la experiencia personal, y aun en este caso, una vez que ha sido contada, se convierte en historia. Es imposible demostrar la verdad de los hechos y tampoco es preciso hacerlo. Dejemos a los hábiles dialécticos debatir sobre la verdad de la vida. Lo que importa es la vida en sí misma. Lo que es real es que estoy sentado al amor del fuego, en esta habitación renegrida por el humo del aceite, que veo esas llamas danzando en sus ojos. Lo que es cierto soy yo mismo, es la sensación fugitiva que acabo de experimentar, imposible de transmitir al prójimo. Fuera se ha levantado la niebla, las oscuras montañas se han difuminado, el murmullo del raudo río resuena en ti y eso basta.
................

No conviene sondear las almas, no conviene buscar las causas y los efectos, no conviene buscar el sentido. Todo no es más que caos.
................

Me ha contado que, refugiado en su cabina de pilotaje, asistió a una carnicería durante la Revolución Cultural. Eran por supuesto hombres lo que estaban matando, no peces. De tres en tres, atados por las muñecas con un alambre, fueron empujados hacia el río por unos disparos de metralleta. Tan pronto como uno de ellos era alcanzado, arrastraba a los otros al agua y los vio debatirse como peces atrapados en el anzuelo, antes de ser llevados a la deriva por la corriente cual perros reventados. Lo curioso es que cuantos más hombres se mata, más numerosos son éstos, mientras que los peces, cuantos más se ha pescado, más escasos se vuelven. Sería preferible lo contrario.

Los hombres y los peces tienen en común que los grandes hombres y los grandes peces han desaparecido todos. Bien se ve que el mundo no está hecho para ellos.
................

Todo está en calma a mi alrededor. Cae la nieve en silencio. Estoy sorprendido por esta calma. Una calma paradisíaca.

Ninguna alegría. La alegría no existe más que en relación a la tristeza.

Solo cae la nieve.
................

Las cosas suceden detrás de mí. Siempre hay un ojo extraño. Lo mejor es aparentar que se comprende.

Aparentar que se comprende, pero de hecho no comprender nada.

En realidad, no comprendo nada, pura y simplemente nada.

Así es.

El comunismo y el liberalismo han fracasado, dice  Gao Xingjian, Premio Nobel de Literatura 2000.
Cualquier ideología maximalista fracasará -añade este humilde observador-, porque no tiene en cuenta los matices ni los claroscuros.

viernes, 8 de abril de 2011

Literatura satírica y burlesca/ 6 - Cántiga de los clérigos de Talavera - Juan Ruiz, Arcipreste de Hita - España

Pintura medievalAllá en Talavera, en las calendas de abril,
llegadas son las cartas de arzobispo don Gil,
en las cuales venía un mandado non vil
tal que, si plogo a uno, pesó más que a dos mil.

Este pobre arcipreste, que traía el mandado,
más lo hacía a disgusto, creo yo, que de grado.
Mandó juntar cabildo; de prisa fue juntado,
¡pensaron que traía otro mejor recado!

Comenzó el arcipreste a hablar y dijo así:
"Si a vosotros apena, también me pesa a mí.
¡Pobre viejo mezquino! ¡En qué envejecí,
en ver lo que estoy viendo y en mirar lo que vi!"

Llorando de sus ojos comenzó esta razón:
Dijo: "¡El Papa nos manda esta Constitución,
os lo he de decir, sea mi gusto o no,
aunque por ello sufra de rabia el corazón."

Las cartas recibidas eran de esta manera:
que el cura o el casado, en toda Talavera,
no mantenga manceba, casada ni soltera;
el que la mantuviese, excomulgado era.

Con aquestas razones que el mandado decía
quedó muy quebrantada toda la clerecía;
algunos de los legos tomaron acedía.
Para tomar acuerdos juntáronse otro día.

Estando reunidos todos en la capilla,
levantóse el deán a exponer su rencilla.
Dijo: "Amigos, yo quiero que todos en cuadrilla
nos quejemos del Papa ante el Rey de Castilla.

Aunque clérigos, somos vasallos naturales,
le servimos muy bien, fuimos siempre leales;
demás lo sabe el Rey: todos somos carnales.
Se compadecerá de aquestos nuestros males.

¿Dejar yo a Orabuena, la que conquisté antaño?
Dejándola yo a ella recibiera gran daño;
regalé de anticipo doce varas de paño
y aún, ¡por la mi corona!, anoche fue al baño.

Antes renunciaría a toda mi prebenda
y a la mi dignidad y a toda la mi renta,
que consentir que sufra Orabuena esa afrenta.
Creo que muchos otros seguirán esta senda."

Juró por los Apóstoles y por cuanto más vale,
con gran ahincamiento, así como Dios sabe,
con los ojos llorosos y con dolor muy grande:
Nobis enim dimittere -exclamó- quoniam suave!

Habló en pos del deán, de prisa, el tesorero;
era, en aquella junta, cofrade justiciero.
Dijo: "Amigos, si el caso llega a ser verdadero,
si vos esperáis mal, yo lo peor espero.

Si de vuestro disgusto a mí mucho me pesa,
¡también me pesa el propio, a más del de Teresa!
Dejaré a Talavera, me marcharé a Oropesa,
antes que separarla de mí y de mi mesa.

Pues nunca tan leal fue Blanca Flor a Flores,
ni vale más Tristán, con todos sus amores;
ella conoce el modo de calmar los ardores,
si de mí la separo, volverán los dolores.

Como suele decirse: el perro, en trance angosto,
por el miedo a la muerte, al amo muerde el rostro;
¡si cojo al arzobispo en algún paso angosto,
tal vuelta le daría que no llegara a agosto!"

Habló después de aqueste, el chantre Sancho Muñós.
Dijo: "Aqueste arzobispo, ¿qué tendrá contra nos?
Él quiere reprocharnos lo que perdonó Dios;
por ello, en este escrito apelo, ¡avivad vos!

Pues si yo tengo o tuve en casa una sirvienta,
no tiene el arzobispo que verlo como afrenta;
que no es comadre mía ni tampoco parienta,
huérfana la crié; no hay nada en que yo mienta.

Mantener a una huérfana es obra de piedad,
lo mismo que a viudas, ¡esto es mucha verdad!
Si el arzobispo dice que es cosa de maldad,
¡abandonad las buenas y a las malas buscad!

Don Gonzalo, canónigo, según vengo observando,
de esas buenas alhajas ya se viene prendando;
las vecinas del barrio murmuran, comentando
que acoge a una de noche, contra lo que les mando."

Pero no prolonguemos ya tanto las razones;
apelaron los clérigos, también los clerizones;
enviaron de prisa buenas apelaciones
y después acudieron a más procuraciones.

miércoles, 6 de abril de 2011

Oración de un desocupado - Juan Gelman - Argentina

Estatuas de parados junto a una oficina de empleo durante la Gran Depresión - FDR Memorial de WashigtonPadre,
desde los cielos bájate, he olvidado
las oraciones que me enseñó la abuela,
pobrecita, ella reposa ahora,
no tiene que lavar, limpiar, no tiene
que preocuparse andando el día por la ropa,
no tiene que velar la noche, pena y pena,
rezar, pedirte cosas, rezongarte dulcemente.

Desde los cielos bájate, si estás, bájate entonces,
que me muero de hambre en esta esquina,
que no sé de qué sirve haber nacido,
que me miro las manos rechazadas,
que no hay trabajo, no hay,
bájate un poco, contempla
esto que soy, este zapato roto,
esta angustia, este estómago vacío,
esta ciudad sin pan para mis dientes, la fiebre
cavándome la carne,
este dormir así,
bajo la lluvia, castigado por el frío, perseguido
te digo que no entiendo, Padre, bájate,
tócame el alma, mírame
el corazón,!
yo no robé, no asesiné, fui niño
y en cambio me golpean y golpean,
te digo que no entiendo, Padre, bájate,
si estás, que busco
resignación en mí y no tengo y voy
a agarrarme la rabia y a afilarla
para pegar y voy
a gritar a sangre en cuelloEl paro alcanza cifras históricas en España.

lunes, 4 de abril de 2011

Literatura satírica y burlesca/5 - Fragmentos de Elogio de la Locura - Erasmo de Rotterdam - Holanda

Erasmo de Rotterdam - Hans Holbein El Joven
HABLA LA LOCURA¹

I

Hable de mí como quiera el común de los mortales, pues no ignoro lo mal que se habla de la Estulticia, incluso entre los más estultos, pero yo soy la única, sí, la única -digo- que, cuando quiero, lleno de regocijo a dioses y a hombres. [...]

II

[...] Me gustaría hacer un poco el papel de sofista ante vosotros... La ocupación de estos consistía en celebrar de modo encomiástico las alabanzas de los dioses y de los héroes. De modo que vais a escuchar un encomio; pero no el de Hércules o de Solón, sino el de mí misma, es decir de la Necedad.

III

La verdad es que yo no considero sabios a ésos que van diciendo que es muy estúpido e insolente el que canta sus propias alabanzas. Será todo lo estúpido que ellos quieran, pero habrán de reconocer que está muy puesto en su lugar. Pues, ¿qué hay más adecuado para la Necedad que el hecho de que ella en persona sea la pregonera de sus propias alabanzas y se ensalce a sí misma? ¿Quién me podría describir mejor que yo en persona? A no ser que resultara que alguien me conoce mejor que yo misma. Por otra parte, yo creo que obrar así sería un poco más modesto que aquello que por lo general hace el común de los hombres distinguidos y sabios, los cuales, por un pudor mal entendido, suelen sobornar a cualquier retórico adulador o a un poeta gárrulo, para que estos, inspirados por la recompensa que reciben, les dejen oir composiciones laudatorias dedicadas a ellos, es decir, puros y simples embustes. Entretanto nuestro pudoroso personaje despliega la cola al modo de un pavo, alza la cresta, mientras el descarado adulador por poco equipara a nuestro hombre con los dioses, presentándolo como perfecto ejemplo de todas las virtudes, cosa de la que el otro sabe que está tan lejos de su alcance como los astros de la tierra; mientras, el adulador sigue con su tarea de revestir a la corneja con plumas ajenas, de blanquear al etíope y de convertir a la mosca en elefante. Yo, en fin, sigo aquella manida conseja popular en la que se dice que es normal que se ensalce a sí mismo aquél a quien no le sale nadie más que lo alabe. [...]

IV

[...] En definitiva, yo soy, como veis, aquella dispensadora de bienes, a quien los latinos llaman Stultitia y los griegos Moría.

IX

Séquito de la Estulticia

Desde luego, ésa que podéis observar con las cejas enarcadas es Amor Propio. Ésta que veis con ojos que parecen sonreír y con manos dedicadas al aplauso, tiene por nombre Adulación. Ésta, ensoñada y parecida a un durmiente, se llama Olvido. Ésta, que se apoya en sus dos codos y tiene las manos cruzadas, se llama Pereza. Ésta, coronada con una guirnalda de rosas y llena de ungüentos por todas partes, es la Voluptuosidad. Ésta, de ojos huidizos y que dirigen su mirada extraviada de un lugar a otro, es Demencia. Ésta, la de límpido cutis y de cuerpo bien cuidado, tiene el nombre de Molicie. Podéis contemplar también a dos dioses, mezclados con las ninfas; a uno de ellos, lo llaman Festín y, al otro, Sueño Dormilón² Gracias a la fiel ayuda de este grupo de servidores -os lo puedo decir-, tengo sujeto a mi poder todo cuanto existe e incluso ejerzo mi imperio sobre los propios emperadores.

LV

[...] Hace tiempo que tengo deseos de tocar un poco el tema de los reyes y de los personajes cortesanos, que me veneran sin fingimientos y libremente, como corresponde a hombres libres. Si éstos tuvieran por lo menos media onza de buen juicio, ¿qué habría más triste que su vida, ni tan detestable? [...] El que tome el timón del Estado, conviene que administre los públicos asuntos, no los suyos privados, y que no piense en nada que no sea para la utilidad general; que de las leyes, de las que él es autor y ejecutor, no se aparte ni el ancho de un dedo. [...] Estas reflexiones, digo yo, y otras muchas del mismo género, si se las planteara el gobernante -y se las plantearía, si tuviese buen juicio-, no podría ni conciliar el sueño, ni comer a gusto, según me parece. Pero actualmente, gracias a mi obsequiosidad, dejan todas estas preocupaciones en manos de los dioses; se dan buena vida y no consienten en oír a nadie que no haya aprendido a decir cosas agradables, no sea que se suscite en su ánimo alguna inquietud. [...]

LXVIII

[...]Veo que estáis esperando un epílogo, pero andáis muy errados si realmente pensáis que aún ahora me acuerdo de lo que dicho, luego de soltar tanto fárrago de palabras. Hay aquel antiguo adagio: "detesto al comensal que tiene buena memoria". Yo os diré otro nuevo: "detesto al oyente que tiene buena memoria" Así es que vosotros pasadlo bien, aplaudid, vivid, bebed, ¡oh, renombrados adeptos de la Estolidez! Fin

¹ El libro de Erasmo se ha traducido habitualmente al castellano como Elogio de la Locura, aunque sería más adecuado Elogio de la Necedad o Elogio de la Estulticia, ya que "Locura" es en latín Insania, término que Erasmo no emplea. Sí utiliza la palabra Stultitia.
² Estos son los nombres griegos respectivos de estos nueve acompañantes de la Locura: Filautía, Kolakía, Lethe, Misoponía, Hedoné, Ánoia, Tryfé, Komos y Négretos Hypnos.
Traducción del Dr. Oliveri Nortes Valls
Dedicado a JLRZ, que dice que se quiere ir sin irse -loados sean los dioses-, y a MR, que está loco por llegar.

sábado, 2 de abril de 2011

Boceto para La caída de Ícaro - Robert Walser - Suiza

Paisaje con la caída de Ícaro - Pieter Brueghel El Viejo (dudoso)Islitas relucientes en el mar,
fragatas de incierta procedencia,
las islas atesoran gran cultura,
así, entre las diecinueve y las veinte horas
o sea, al anochecer,
mas, no,
aún no es tan tarde pues un campesino,
uno de esos hombres laboriosos que se desloman para
reunir unas monedas,
trabaja todavía en su campo
como un héroe agrícola,
juega su juego, gana su magro dinero,
la tierra es pardo negruzca.
Un ser alado a punto está de confiarse
al aire, más tarde lo veremos
agitándose en el éter.
De maravillosa picardía
la mirada de la luna, uno se sienta
admirado sobre el templo de la naturaleza,
encima de una piedra prehistórica,
limitándose a contemplar
a un pajarillo canoro, volador, enamorado de sus trinos,
mientras sus ovejas, abandonadas a sí mismas,
pacen tranquilas en el pálido poniente
adornado de tonos rojizos.
¡Ay, dolor!, una mano
gesticula en mudo grito de ayuda desplomándose
desde lo alto,
y cómo sonríe, alegre, la bahía
con máxima afectación, por él juró
que vencería la gravedad
sobre el mar,
se casaría feliz
con la divina belleza en el azur
y se burlaría de las raíces en la tierra, mas
se convierte en excelente maestrillo en volteretas
y ahora habrá percibido
su relativa pequeñez.
No obstante, loables son los dones
del espíritu emprendedor, lo que he escrito aquí
se lo debo a un cuadro de Brueghel enraizado en mi
memoria
y al que tributé el máximo respeto
porque me pareció una espléndida pintura.
Cualquier afán
por elevarnos
sobre la vulgaridad
tiene un límite en la vida.
Traducción de Rosa Pilar Blanco