Chet Baker - Like Someone In Love

martes, 17 de marzo de 2020

Identidad - Joan Margarit - España


Identidad

Què fer de les paraules al final?
Si vull trobar què sóc no puc buscar
més que en dos llocs: la infància i ara que sóc vell.
És on la meva nit és neta i freda
com els principis lògics. La resta de la vida
és la confusió de tot el que no he entès,
els tediosos dubtes sexuals,
els inútils llampecs d’intel·ligència.
Convisc amb la tristesa i la felicitat,
veïnes implacables. Ja s’acosta
la meva veritat, duríssima i senzilla.
Com els trens que a la infància,
jugant en les andanes, em passaven a frec.


Identidad

¿Qué hacer con las palabras al final?
Sólo puedo buscar, para saber qué soy,
en la infancia y ahora en la vejez:
ahí es donde la noche es fría y clara
como un principio lógico. El resto de mi vida
es una confusión por todo aquello
que nunca he comprendido:
las tediosas dudas sexuales
y los inútiles relámpagos
de inteligencia. Debo convivir
con la tristeza y la felicidad,
vecinas implacables.
Se acerca la última verdad, durísima y sencilla.
Como los trenes que en la infancia,
jugando en el andén, me pasaban rozando.

martes, 3 de marzo de 2020

La palabra - Cantiga 2 de Cántico Cósmico - Ernesto Cardenal - Nicaragua


En el principio
               -antes del espacio-tiempo-
      era la Palabra
Todo lo que es pues es verdad.                                                               
                                                 Poema.
Las cosas existen en forma de palabra.
Todo era noche, etc.
          No había sol, ni luna, ni gente, ni animales, ni plantas.
Era la palabra. (Palabra amorosa.)
Misterio y a la vez expresión de ese misterio.
El que es y a la vez expresa lo que es.
«Cuando en el principio no había todavía nadie
él creó las palabras (naikino)
y nos las dio, así como la yuca»
en aquella traducción amarillenta anónima del alemán
de una parte del gran librón de Presuss
que yo encontré en el Museo Etnográfico de Bogotá
  traducción al español de Presuss traduciendo del uitoto al alemán:
La palabra de sus cantos, que él les dio, dicen ellos,
es la misma con que hizo la lluvia
       (hizo llover con su palabra y un tambor),
los muertos van a una región donde «hablan bien las palabras»;
río abajo: el río es muy grande
(lo que han oído del Amazonas según Presuss)
allí no han muerto de nuevo
y se encuentran bien río abajo sin morir.
Día llegará en que iremos río abajo nosotros.
En el principio pues era la palabra.
El que es y comunica lo que es.
               Esto es:
el que totalmente se expresa.
    Secreto que se da. Un sí.
   Él en sí mismo es un sí.
Realidad revelada.
  Realidad eterna que eternamente se revela.
Al principio...
               Antes del espacio-tiempo,
antes que hubiera antes,
al principio, cuando ni siquiera había principio,
al principio,
         era la realidad de la palabra.
Cuando todo era noche, cuando
todos los seres estaban aún oscuros, antes de ser seres,
existía una voz, una palabra clara,
                  un canto en la noche .
En el principio era el Canto.
Al cosmos él lo creó cantando.
Y por eso todas las cosas cantan.
No danzan sino por las palabras (por las que fue creado el mundo)
dicen los uitotos. «Sin razón no danzamos».
Y nacieron los grandes árboles de la selva,
la palma canaguche, con sus frutos para que bebiéramos,
además el mono-choruco para que comiera los árboles,
el tapir que come en el suelo los frutos,
el guara, el borugo para comer la selva,
él creó a todos los animales como la nutria, que come pescado,
y a la nutria pequeña,
él hizo todos los animales como el ciervo y el chonta-ciervo,
en el aire al águila real que come a los chorucos,
creó al sidyi, al picón, al papagayo kuyodo,
los pavos eifoke y forebeke, al bakital, al chilanga, el hokomaike,
el patilico, el papagayo sarok,
el kuikudyo, elfuikango, el siva y el tudyagi,
el pato hediondo, la mariana que ahora sabe comer peces,
el dyivuise, el siada, el hirina y los himegisinyos
y sigue el poema uitoto
en la anónima traducción al español de
la de Presuss del uitoto al alemán
    engavetada en el Museo.
   «Aunque digan: ellos danzan sin motivo. Nosotros
    en nuestras fiestas narramos las narraciones.»
Que Presuss recogió pacientemente en un gramófono hace años
y tradujo al alemán.
Los muertos: ellos han retomado a la palabra creadora
de la que brotaron con la lluvia, los frutos y los cantos.
   «Si nuestras tradiciones fueran solamente absurdas,
    estaríamos tristes en nuestras fiestas.»
       Y la lluvia una palabra de su boca.
Él creó el mundo mediante un sueño.
y él mismo es algo así como un sueño. Un sueño que sueña.
Le llaman Nainuema, según Presuss:
            «El que es (o tiene) algo no existente.»
O como un sueño que se hizo real sin perder su misterio de sueño.
Nainuema: «El que es ALGO muy real no-existente.»
Y la tierra es Nicarani, «lo soñado», o «la visión soñada»:
lo nacido de la nada como un sueño del Padre.
El Génesis según los Witotos o Huitotos o Uitotos.
En el principio
             antes del Big Bang
                 era la Palabra.
No había luz
la luz estaba dentro de las tinieblas
y sacó la luz de las tinieblas
las apartó a las dos
y ese fue el Big Bang
o la primera Revolución.
      Palabra que nunca pasa
           («el cielo y la tierra pasarán...»)
Ha quedado un lejano rumor en el universo
de aquella explosión
como estática de radio.
Y empezó la danza dialéctica celeste.
«El yang llama;
    el yin responde.»
             Él es en el que toda cosa es.
                      Y en el que toda cosa goza.
Toda cosa coito.
      Todo el cosmos cópula.
Todas las cosas aman, y él es el amor con que aman.
«El yang llama;
    el yin responde.»
                     Son los dos coros.
Son los dos coros que se alternan cantando.
Y Pitágoras descubrió la armonía del universo
oyendo el martillar de un herrero.
Esto es: el movimiento isotrópico -uniforme y armonioso- del universo.
La Creación es poema.
 Poema, que es «creación» en griego y así
llama S. Pablo a la Creación de Dios, POIEMA,
como un poema de Homero decía el Padre Ángel.
Cada cosa es como un «como» .
        Como un «como» en un poema de Huidobro.
Todo el cosmos cópula.
           Y toda cosa es palabra,
                           palabra de amor.
Sólo el amor revela
         pero vela lo que revela,
a solas revela,
     a solas la amada y el amado
en soledad iluminada,
             la noche de los amantes,
palabra que nunca pasa
             mientras el agua pasa bajo los puentes
             y la luna despacio sobre las casas pasa.
El cosmos
         palabra secreta en la cámara nupcial.
                 Toda cosa que es verbal.
Mentira es lo que no es.
                     Y toda cosa es secreto.
Oye el susurro de las cosas...
          Lo dicen, pero dicen en secreto.
Sólo a solas se revela.
       Sólo de noche en lugar secreto se desnuda.
                El cósmico rubor.
La naturaleza: tímida, vergonzosa.
          Toda cosa te baja los ojos.
                  -Mi secreto es sólo para mi amado.
Y no es el espacio, mudo.
           Quien tiene oídos para oír oiga.
                 Estamos rodeados de sonido.
Todo lo existente unido por el ritmo.
     Jazz cósmico no caótico o cacofónico.
Armónico. Todo lo hizo cantando y el cosmos canta.
          Cosmos como un disco oscuro que gira y canta
                 en la alta noche
o radio romántico que nos viene en el viento.
Toda cosa canta.
          Las cosas, no creadas por cálculo sino por la poesía.
Por el Poeta («Creador» =POIÊTÉS)
Creador del POIEMA.
         Con palabras finitas un sentido infinito.
Las cosas son palabras para quien las entienda.
         Como si todo fuera teléfono o radio o t.v.
    Palabras a un oído.
¿Oís esas ranas?
          ¿y sabes qué quieren decirnos?
¿Oís esas estrellas? Algo tienen que decirnos.
                El coro de las cosas.
Melodía secreta de la noche.
Arpa eolia que suena sola al sólo roce del aire.
           El cosmos canta.
                           Los dos coros.
«El yang llama;
    el yin responde.»
                     Dialécticamente .
¿Oís esas estrellas? Es el amor que canta.
          La música callada.
                     La soledad sonora.
«La música en silencio de la luna», loco Cortés.
La materia son ondas.
Un yo hacia un tú.
                  Que busca un tú.
     Y esto es por ser palabra todo ser.
Por haber hecho al mundo la palabra
    podemos comunicarnos en el mundo.
                          -Su palabra y un tambor...

Somos palabra
     en un mundo nacido de la palabra
y que existe sólo como hablado.
              Un secreto de dos amantes en la noche.
El firmamento lo anuncia como con letras de neón.
Cada noche secreteándose con otra noche.
Las personas son palabras.
             Y así uno no es si no es diálogo.
Y así pues todo uno es dos
o no es.
Toda persona es para otra persona.
          ¡Yo no soy yo sino tú eres yo!
Uno es el yo de un tú
                     o no es nada.
           ¡Yo no soy sino tú o si no no soy!
Soy Sí. Soy Sí a un tú, a un tú para mí,
             a un tú para mí.
Las personas son diálogo, digo,
si no sus palabras no tocarían nada
como ondas en el cosmos no captadas por ningún radio,
como comunicaciones a planetas deshabitados,
o gritar en el vacío lunar
         o llamar por teléfono a una casa sin nadie.
(La persona sola no existe.)
     Te repito, mi amor:
                   Yo soy tú y tú eres yo.
                        Yo soy: amor.

domingo, 19 de enero de 2020

La poesía - Gabriel Insausti - España


Ese raro momento en que las cosas
y su nombre coinciden. Esa insólita
urgencia por salvarlas del olvido
que entonces se abre paso entre palabras.
Ese instante certero que trastoca
la luz de los objetos y nos muestra
su humanidad posible. Esa certeza
que después sobreviene recordándonos
cómo todo camina hacia la muerte.

viernes, 17 de enero de 2020

Iba solitario como una nube - William Wordsworth - Inglaterra


I wandered lonely as a cloud

I wandered lonely as a cloud
That floats on high o'er vales and hills,
When all at once I saw a crowd,
A host, of golden daffodils;
Beside the lake, beneath the trees,
Fluttering and dancing in the breeze.

Continuous as the stars that shine
And twinkle on the Milky Way,
They stretched in never-ending line
Along the margin of a bay:
Ten thousand saw I at a glance,
Tossing their heads in sprightly dance.

The waves beside them danced; but they
Out-did the sparkling waves in glee:
A poet could not but be gay,
In such a jocund company:
I gazed—and gazed—but little thought
What wealth the show to me had brought:

For oft, when on my couch I lie
In vacant or in pensive mood,
They flash upon that inward eye
Which is the bliss of solitude;
And then my heart with pleasure fills,
And dances with the daffodils


Iba solitario como una nube

Iba solitario como una nube
que flota sobre valles y colinas,
cuando de pronto vi una muchedumbre
de dorados narcisos: se extendían
junto al lago, a la sombra de los árboles,
en danza con la brisa de la tarde.

Reunidos como estrellas que brillaran
en el cielo lechoso del verano,
Poblaban una orilla junto al agua
dibujando un sendero ilimitado.
Miles se me ofrecían a la vista,
moviendo sus cabezas danzarinas.

El agua se ondeaba, pero ellas
mostraban una más viva alegría.
¿Cómo, si no feliz, será un poeta
en tan clara y gozosa compañía?
Mis ojos se embebían, ignorando
que aquel prodigio suponía un bálsamo.

Porque a menudo, tendido en mi cama,
pensativo o con ánimo cansado,
los veo en el ojo interior del alma
que es la gloria del hombre solitario.
y mi pecho recobra su hondo ritmo
y baila una vez más con los narcisos.
Versión de Gabriel Insausti