Chet Baker - Like Someone In Love

lunes, 1 de junio de 2015

Literatura y ciencia/ 16 - La diferencia entre el arte y la ciencia - Roald Hoffmann - Polonia-Estados Unidos


para Jorge Calado
De esta pintura de Munch,
una persona sufriendo sobre un puente,

las manos sobre sus oídos, el observador
podría raspar una minúscula

mota naranja, podría
ponerla sobre un portaobjetos, sintonizar

los rápidos rayos que giran
bajo los aparcamientos y los estadios

de fútbol, aguijoneados por el empujón
etéreo de los imanes, enfocar, porque ese

es su oficio, las partículas de sonda
(lujosas piedras calibradas)

para su desgarrador, dibujado impacto
en la pintura. Lo que se busca

es la fuerza del grito.
Pero la intromisión de la partícula es

muy fuerte, libera sólo
moléculas de pintura, en patente

demostración del Principio
de Incertidumbre. La pintura cuelga;

el cielo noruego y el puerto
recogen el grito, reflejándolo

hacia el cráneo del observador.
Allí, resonando, se produce el cambio.

7 comentarios:

Sirgatopardo dijo...

Imaginación al poder.

Juan Nadie dijo...

Un premio Nobel de Química metido a poeta. Si ya lo decía yo: ciencia y poesia, primas hermanas. :-)

carlos perrotti dijo...

Tiene como la fragmentación, síntesis, no sé cómo decirlo, como la cadencia de una fórmula. Genial

Juan Nadie dijo...

No sabrás como decirlo, pero lo has dicho.

marian dijo...

Creo que uno de esos rayos le tocó a Messi... ¡qué golazo!

marian dijo...

Realmente hay que tener imaginación para escribir esto. Madre mía.

Juan Nadie dijo...

El gol de Messi merece un poema, si alguien se atreve, aunque el gol ya es por sí mismo un poema.