Caía fatalmente en la trampa del teléfono
que como un abismo atrae a los objetos que lo rodean
Nicanor Parra
Éste es mi contestador automático.
Para herir, simplemente marque 1.
Para contar mentiras que me crea, marque 2.
Para las confesiones trasnochadas, marque 4.
Para interpretaciones literarias producto del alcohol, marque 6.
Para poemas, marque almohadilla.
Para cortar definitivamente la comunicación,
no marque nada, pero tampoco cuelgue,
titubee en el teléfono (a ser posible durante varios meses)
hasta que note que voy abandonando el aparato
a intervalos de tiempo cada vez más largos.
No desespere. Aguante.
Espere a que sea yo la que se rinda.
Le evitará cualquier remordimiento.
Gracias.
15 comentarios:
Descontracturada poesía. Soplo de aire fresco esta Vanesa Pérez-Sauquillo que -obvio- desconocía. Me meto a devorar su sitio... mientras dejo esta "interpretación literaria producto del mate amargo" en este mediodía de domingo porteño: hay que poder escribir en la senda del lúcido desparpajo de Don Nicanor, eh?
Irremplazable foto elegiste Juan para ilustrar la entrada, además.
Me gustó por lo que tú dices: aire fresco y lúcido desparpajo.
La pena es que no sé de quién es la foto.
Ingeniosa manera de cortar definitivamente la comunicación, que deja en el aire quién va a cortar a quién... Vistas las opciones anteriores era de esperar:)
La niña de la foto está para comérsela.
O el niño, que también puede ser.
Sí, también podría ser.
Genial poema, ¿que no?
Ahora, con los smartphone, o como se llamen, seguro que las cosas son parecidas, pero igual no quiero saberlo.
Ay, los smart, vaya timo! Y que no se dan cuanta. oiga.
No es "cuanta", es "cuenta".
Para denunciar timos de smartphone, marque 7.
Y para denunciar a comentaristas gamberras, marque 8.
Marcaré los números seguidos, a ver si me lo cargo todo :-)
Ante decisiones tremebundas, pulsar almohadilla:)
(para la amortiguación:)
Almohadilla es para poemas. Seguiré pulsando almohadilla todo el rato.
Hasta que se aburra y me cuelgue.
La almohadillas también sirven para amortiguar los golpes, para reposar la cabeza,
(y para las lumbares en la silla vienen de maravilla).
Publicar un comentario