Chet Baker - Like Someone In Love

jueves, 10 de diciembre de 2015

El director de orquesta - William Ospina - Colombia


¿Por qué vuelve a las manos ese libro olvidado justo cuando la
          vida iba a necesitarlo?
¿Por qué siempre encontramos el amor verdadero cuando íbamos
          buscándolo por caminos de engaño?
¿Por qué resurge, más feroz, el César?
¿Por qué la hija de Aspasia es nuevamente Aspasia?
¿Por qué hay cosas e instantes perdidos en los días que parecen
          de pronto darle sentido a todo?
¿Por qué florecen de sus ruinas los templos?
¿Por qué vuelve en los sueños la nariz de la Esfinge?
¿Por qué la dicha más fugaz puede borrar rebaños de insomnio?
¿Por qué sólo unas cosas del tiempo se alargan en recuerdos?
¿Por qué vuelve la muerte donde estuvo la muerte?
¿Por qué la última flor del horror es la belleza?
¿Por qué la última flor de la belleza es el horror?

Estas cosas me inquietan.

¿Por qué nuestro destino se parece tanto a nosotros?
¿Por qué el que tiene amor encuentra amor?
¿Por qué el que tiene espanto encuentra espanto?
¿Por qué el sueño nocturno nos redime del día?
¿Por qué siempre esos golpes en la puerta de Macbeth?
¿Por qué el bufón se borra cuando Lear enloquece?
¿Por qué están asustados los espinos?
¿Por qué están tan serenas las garzas?
¿Por qué es el agua dócil y concéntrica?
¿Por qué todos completos después de tantas muertes?
¿Por qué está Troya intacta en la memoria?
¿Por qué odiamos al bárbaro pero somos el bárbaro?
¿Por qué no desespera el caracol de su ritmo?

Estas cosas me inquietan.

¿Por qué tantos encuentros casuales?
¿Y por qué es tan difícil encontrar lo buscado?
¿Por qué después de tantos milenios industriosos vuelven a ser
          perfectos la hierba, el agua,
el aire?
¿Por qué nada se hunde definitivamente?
¿Por qué regresan a la luz los galeones dorados?
¿Por qué este mismo amor que hace tanto había muerto?
¿Por qué lo más precioso se pierde?
¿Por qué lo más precioso se salva?
¿Por qué siempre golpea la sombra donde más doloroso es el
          golpe?
¿Por qué sigue este puñado de vivientes, pequeño en los tobillos
          de Babilonia, intimando con ellos, uniendo su grito al dorado
          rumor de los muertos?

Mortales, ésta es mi respuesta: porque la vida no es camino ni
          escala,
porque la vida no es expiación ni justicia,
porque la historia no asciende hacia la plenitud, ni va buscando la
          verdad ni lo eterno,
porque hay una perfección en el abandono
y hay una perfección en el esfuerzo,
porque la salamandra no es menos importante que Shakespeare,
porque la vida es música.

5 comentarios:

carlos perrotti dijo...

"¿Por qué es el agua dócil y concéntrica?..." Paro o copio y pego sin parar. No puedo dejar de envidiarle tanta calidad.

Pruebo leer esta pieza de Ospina con música del barroco (este director de orquesta dirige) envolvente y a la vez intrincada, como la vida misma.

Ya esta segunda ilustración de Hábrika (la primera fue la de la entrada El Mártir de Cristina Peri Rossi) me hace googlearlo.

Estás revelando también grandes ilustradores, Juan.

carlos perrotti dijo...

Y googléandolo a Hábrika lo (re) encuentro en el Crepúsculo en 2011 con su poema (que había ya leído pero que nunca viene mal volver a leer) Aún queda el crepúsculo.

Juan Nadie dijo...

Ospina se ha convertido ya, por derecho propio, en poeta de cabecera de este blog. Es impresionante.

Hábrika va camino de hacer lo mismo. Lo "descubrí" por casualidad, como casi todo, pero aquí se va a quedar.

marian dijo...

Voy a decir muy poco... voy a llevarme el poema directamente:)

Juan Nadie dijo...

Haces muy bien. Con eso está todo dicho.