Chet Baker - Like Someone In Love

jueves, 29 de mayo de 2014

Microrrelatos/ 2 - El drama del desencantado - Gabriel García Márquez - Colombia


... El drama del desencantado que se arrojó a la calle desde el décimo piso, y a medida que caía iba viendo a través de las ventanas la intimidad de sus vecinos, las pequeñas tragedias domésticas, los amores furtivos, los breves instantes de felicidad, cuyas noticias no habían llegado nunca hasta la escalera común, de modo que en el instante de reventarse contra el pavimento de la calle había cambiado por completo su concepción del mundo, y había llegado a la conclusión de que aquella vida que abandonaba para siempre por la puerta falsa valía la pena de ser vivida.

15 comentarios:

carlos perrotti dijo...

Belleza aún para un momento suicida.

Juan Nadie dijo...

Sí.

Sirgatopardo dijo...

Igual no fue suicidio, sino que se precipitó por accidente...

Sirgatopardo dijo...

Sin coña, toda una reflexión.

marian dijo...

Yo creo que esto tiene que ocurrir también cuando se abandona la vida por la puerta verdadera.

Juan Nadie dijo...

Una buena reflexión. La vida, a pesar de todo, merece ser vivida, aunque intenten fastidiárnosla todo el rato (la muerte merece ser morida, dicen Les Luthiers).

Sirgatopardo dijo...

Pues yo, parfraseando a Woody Allen: ¡estoy total y absolutamente en contra de la muerte!

Sirgatopardo dijo...

Pues yo, parfraseando a Woody Allen: ¡estoy total y absolutamente en contra de la muerte!

Sirgatopardo dijo...

Por si no ha quedado claro la primera vez.

Juan Nadie dijo...

Ha quedado clarísimo.

Sobre lo que dice Allen, yo tampoco soy partidario (de la muerte, digo, qué ordinariez).

jose dijo...

esto es para recordarlo cuando a uno le da por quejarse de lo mal que le va todo y todo eso...

Juan Nadie dijo...

Ni más, ni menos.

jose dijo...

En definitiva que siempre hay alguien que está peor que uno, aunque tambien los haya que estén mejor.

Juan Nadie dijo...

O algo así, pero no es necesario establecer comparaciones, la vida merece vivirse porque no hay otra cosa mejor (ni peor).

jose dijo...

dicho todo ello sin ánimo de comparar... ;-)