Chet Baker - Like Someone In Love

miércoles, 15 de junio de 2016

Los gatos// The Naming Of Cats - T. S. Eliot - Estados Unidos-Gran Bretaña / Les Chats - Charles Baudelaire - Francia / Los gatos de Caltojar - Gerardo Diego - España / A un gato - Jorge Luis Borges - Argentina / Gatos, Gatos y gatos - Rafael Alberti - España / Gatos - Ida Vitale - Uruguay / El gato de mi casa - Eliseo Diego - Cuba / Gato - Víctor Botas - España


The Naming Of Cats

The Naming of Cats is a difficult matter,
It isn't just one of your holiday games;
You may think at first I'm as mad as a hatter
When I tell you, a cat must have THREE DIFFERENT NAMES.
First of all, there's the name that the family use daily,
Such as Peter, Augustus, Alonzo or James,
Such as Victor or Jonathan, George or Bill Bailey
All of them sensible everyday names.
There are fancier names if you think they sound sweeter,
Some for the gentlemen, some for the dames:
Such as Plato, Admetus, Electra, Demeter--
But all of them sensible everyday names.
But I tell you, a cat needs a name that's particular,
A name that's peculiar, and more dignified,
Else how can he keep up his tail perpendicular,
Or spread out his whiskers, or cherish his pride?
Of names of this kind, I can give you a quorum,
Such as Munkustrap, Quaxo, or Coricopat,
Such as Bombalurina, or else Jellylorum
Names that never belong to more than one cat.
But above and beyond there's still one name left over,
And that is the name that you never will guess;
The name that no human research can discover
But THE CAT HIMSELF KNOWS, and will never confess.
When you notice a cat in profound meditation,
The reason, I tell you, is always the same:
His mind is engaged in a rapt contemplation
Of the thought, of the thought, of the thought of his name:
His ineffable effable
Effanineffable
Deep and inscrutable singular Name.


Cómo llamar a un gato

Ponerle nombre a un gato es harto complicado,
desde luego no es un juego para los muy simplones.
Pueden pensar ustedes que estoy algo chiflado
cuando digo que al menos ha de tener TRES NOMBRES.
Lo primero es el nombre que le damos a diario;
como Pedro, Alonso, Augusto o Don Bigote;
Como Víctor o Jorge o el simpático Paco.
Todos ellos son nombres bastante razonables.
Los hay más bonitos y que suenan mejor
para las damas y los caballeros,
como Admetus, Electra, Démeter, o Platón,
pero todos son nombres demasiado discretos.
Y un gato ha de tener uno más especial,
que sea peculiar, algo más digno.
¿Cómo, si no, va a alzar su rabo vertical
o atusar sus bigotes y mantenerse altivo?
De nombres de este tipo os puedo dar un quórum
como son Mankostrop, Quoricopat o Qaxo,
también Bamboliurina o, si no, Yellylorum,
son nombres que jamás compartirán dos gatos.
Pero a pesar de todo, nos queda un nombre más,
y ése es el que tú nunca podrás adivinar,
el nombre que los hombres jamás encontrarán.
Que SÓLO EL GATO LO SABE y no confesará.
Si un gato ves en meditación,
el motivo nunca te asombre.
Su mente está en contemplación
de la Idea Una de su nombre.
Su inefable, efable,
efainefable,
único, oscuro, inescrutable Nombre.
De El libro de los gatos habilidosos del Viejo Possum, 1939
Traducción de R. Ortiz
T. S. Eliot

The Naming Of Cats en la voz de T. S. Eliot


Les Chats

Les amoureux fervents et les savants austères
Aiment également, dans leur mûre saison,
Les chats puissants et doux, orgueil de la maison,
Qui comme eux sont frileux et comme eux sédentaires.

Amis de la science et de la volupté
Ils cherchent le silence et l'horreur des ténèbres;
L'Erèbe les eût pris pour ses coursiers funèbres,
S'ils pouvaient au servage incliner leur fierté.

Ils prennent en songeant les nobles attitudes
Des grands sphinx allongés au fond des solitudes,
Qui semblent s'endormir dans un rêve sans fin;

Leurs reins féconds sont pleins d'étincelles magiques,
Et des parcelles d'or, ainsi qu'un sable fin,
Etoilent vaguement leurs prunelles mystiques.


Los gatos

Los fervientes amorosos y los austeros sabios
Aman igualmente, en su estación madura,
A los gatos fuertes y dulces, orgullo de la casa,
Que como ellos son friolentos y sedentarios.

Amigos de la ciencia y la voluptuosidad,
Buscan el silencio y el horror de las tinieblas;
El Erebo los habría tomado por sus corceles fúnebres,
Si pudieran doblegar al siervo su ferocidad.

Ellos sueñan y adoptan las nobles actitudes
De grandes esfinges alargadas en el fondo de las soledades,
y parecen dormir dentro de un sueño sin fin;

Sus reinos fecundos están llenos de chispas mágicas
Y de parcelas doradas, como una arena fina,
Que destellan vagamente en sus pupilas místicas.
Versión de Antonio Cajero


Los gatos de Caltojar

Uno de Abril. Rasga el coche
el silencio matinal
y al susto espabilan ágiles
los gatos de Caltojar.

Se escurre uno en la gatera
trepa otro hasta el desván,
aquél por el quicio huye
como culebra rampal
y al de más allá le traga
vainica de palomar.
Zapaquilda borda un mutis
de comedia y paso atrás.
Las alcándaras vacías,
desiertos corral, zaguán,
dueños y señores reinan
los gatos de Caltojar.

He visto un berrendo en negro
otro de capa pardal,
uno blanco preciosísimo
y otro rubio barrabás,
y aquel que raya la calle
como una estrella fugaz
me recordó el puma insigne
del zoo de Tucumán.

La gatomaquia completa,
la gatoerótica audaz,
gime, maúlla, se frota
con chispas de fluido aural
y se persigue y enlaza
en palenque de danzar.

Los héctores, las andrómacas,
los aquiles de arrabal,
prueban garfios de uñas
sus ilíadas mientras van
aqueos de escaramuza
a esconderse en el palmar
de una sola palma idílica
-anacronismo integral-
esa que fuera del tiempo
San Baudelio hace ondear.

Que bien que duermen al sol,
bailan chacona a compás,
fantomáticos se enlunan
los gatos de Caltojar.
De Soria sucedida, 1977


A un gato

No son más silenciosos los espejos
ni más furtiva el alba aventurera;
eres, bajo la luna, esa pantera
que nos es dado divisar de lejos.

Por obra indescifrable de un decreto
divino, te buscamos vanamente;
más remoto que el Ganges y el poniente,
tuya es la soledad, tuyo el secreto.

Tu lomo condesciende a la morosa
caricia de mi mano. Has admitido,
desde esa eternidad, que ya es olvido,

el amor de la mano recelosa.
En otro tiempo estás. Eres el dueño
de un ámbito cerrado como un sueño.

Gatos, gatos y gatos

Gatos, gatos y más gatos
me cercaron la alcoba en que dormía.
Pero gato que entraba no salía,
muerto en las trampas de mis diez zapatos.

Cometí al fin tantos asesinatos,
que en toda Roma ningún gato había,
mas la rata implantó su monarquía,
sometiendo al ratón a sus mandatos.

Y así hallé tal castigo, que no duermo,
helado, inmóvil, solo, mudo, enfermo,
viendo agujerearse los rincones.

Condenado a morir viviendo a gatas,       
en la noche comido por las ratas
y en el amanecer por los ratones.
De Roma, peligro para caminantes


Gatos

Como tras los mullidos ves tres gatos
a su trisagio erótico ceñidos,
saltar por los tejados, aguerridos
como otros d'Artagnan, Porthos y Athos,

pasas a depender, no de insensatos
pensamientos ajenos repetidos
ni de tu larga deuda de descuidos
sino del paso de estos gatos gratos.

El primero te quita de lo humano
sin llevarte por eso a lo divino;
el segundo te anima la sonrisa;

con el tercero, piensas, de la mano,
más cabal, de la cola del felino:
¿a qué, no siendo humanos, tanta prisa?
De Reducción del infinito, 2002


El gato de mi casa

Bendito el gato de mi casa
porque no hay otro Paraíso para él
ni más Eternidad
que el sitio al sol donde ahora duerme.

De modo que mi casa a salvo está
mientras él sueñe.
Eliseo Diego


Gato

Pavorosa inocencia la de éste
que junto a mí dormita. Nada sabe
de su breve pasado y su futuro
incierto en todo, salvo en una cosa:

también él morirá! Saca las uñas,
se pasea por casa, sigue atento
cuanto pueda moverse, y ahí termina
su actividad de augur. Tiene la panza

repleta y no le pide correr riesgos
para poder vivir. De tarde en tarde,
cuando se pone algo melancólico,

traza curiosos signos que no siempre
consigue descifrar. Entonces, pobre,
para animarle un poco, ronroneo.
Víctor Botas


Hay además en este blog otros poemas de Pablo Neruda y Carlos Barral sobre gatos.

10 comentarios:

carlos perrotti dijo...

Imposible dejar constancia siquiera aproximada de lo que siento al disfrutar una entrada así, como imposible imaginar lo que no alcanzaría a decir. Una entrada que merece premiarse, Juan, una entrada que no sé con qué premio, pero te premio.

Me llevo todos los exquisitos poemas, algunos los conocía (Eliot, Baudelaire, Borges, Alberti) y los otros afortunadamente ya no me los perderé, y los subiré a mi sección oportunamente, agradecido desde ya por tu aporte... Y también las pinturas, a cual más adorable, autorizada y distintiva.

Todas obras escritas y pintadas por poetas de la pluma y el pincel, sacerdotes todos del templo de la religión de los gatos de la que soy devoto ferviente.

Juan Nadie dijo...

Pues muchas gracias, me alegro de que te guste; casi estaba seguro que te iba a agustar, dado tu amor a los gatos.
Me he dejado en el tintero un montón de poemas y no me ha resultado fácil seleccionar los que he puesto.
Creo que habrá que poner más adelante un segundo capítulo, quizá un tercero... Ya veremos.

carlos perrotti dijo...

Me puse a copiar y pegar versos de todos los poemas que subiste y estaba repitiendo la entrada entera. Todo dicho.

Espero ese segundo capítulo de una larga serie...

Juan Nadie dijo...

Va a ser inevitable.

marian dijo...

Una entrada currada... y revolucionada:) La experiencia que tengo con los gatos me la recuerda el poema de Gerardo Diego.

marian dijo...

Ay, si los gatos tuvieran ese poder de...

"... Pasar a depender, no de insensatos
pensamientos ajenos repetidos..."

Juan Nadie dijo...

Currada, sí, revolucionada... ¿mande?

Si tu experiencia con los gatos te la recuerda Gerardo Diego, entonces habrás tenido una experiencia divertida y más bien caótica.

Mi experiecia con los gatos la he contado alguna vez, creo, en algún otro blog, y no pienso volver a hacerlo, sorry.

Me encanta el poema de Alberti. También el de Botas. En fin, todos.

Juan Nadie dijo...

Por cierto, seguro que os habés fijado en el dibujo de Warhol. No parece de Warhol, ¿verdad?. Con Warhol estamos acostumbrados a otra cosas.
Pues lo es, auténtico y genuino. Forma parte de una serie de dibujos que Warhol publicó en 1945 en el libro "25 Cats Name Sam and One Blue Pussy", en el que en realidad hay 16 gatos, aparte de "One Blue Pussy", la gatita que aparece en el post. Todos los gatos se llaman Sam, y todos los textos que aparecen en los dibujos son de la madre de Andy, incluído el título, que incluye una errata ("name", por "named") y que Warhol nunca quiso corregir.

Juan Nadie dijo...

Del poema de Borges no he dicho nada, porque ¿qué se puede decir de Borges que no suene pedestre?

marian dijo...

Prepararla, rodeado de tal cantidad de gatos, gatos y más gatos... Calla que te la han dejado terminar.