And dig deep trenches in thy beauty's field,
Thy youth's proud livery, so gaz'd on now,
Will be a tatter'd weed, of small worth held:
Then, being ask'd where all thy beauty lies,
Where all the treasure of thy lusty days,
To say, within thine own deep-sunken eyes,
Were an all-eating shame and thriftless praise.
How much more praise deserv'd thy beauty's use,
Il thou couldst answer: "This fair child of mine
Shall sum my count and make my old excuse",
Proving his beauty by succession thine!
This were to be new made when thou art old,
And see thy blood warm when thou feel'st it cold
Cuando asedien tu faz cuarenta inviernos
y ahonden surcos en tu prado hermoso,
tu juventud, altiva vestidura,
será un andrajo que no mira nadie.
Y si por tu belleza preguntaran,
tesoro de tu tiempo apasionado,
decir que yace en tus sumidos ojos
dará motivo a escarnios o falsías.
¡Cuánto más te alabaran en su empleo
si respondieras: -"Este grácil hijo
mi deuda salda y mi vejez excusa",
pues su beldad sería tu legado!
Pudieras, renaciendo en la vejez,
ver cálida tu sangre que se enfría.
Traducción de Manuel Mujica Láinez
El soneto utilizado por Shakespeare es el llamado soneto elisabetiano, que se compone de tres cuartetos y un pareado final, en lugar de los dos cuartetos y dos tercetos del soneto clásico al itálico modo.
El siguiente soneto de Manuel Mujica Láinez apareció en La Nación de Buenos Aires el 19 de abril de 1964, con motivo del cuarto centenario del nacimiento de Shakespeare.
A SHAKESPEARE
Cuando más me afligía la amargura
de mi país burlado y humillado,
y el no reconocerlo, transformado
en un niño al que guía la locura,
cuando ya no sabía hacia qué lado
volver los ojos en la noche impura,
porque todo era miedo y espesura
y nada nos quedaba de lo amado;
me acerqué a ti, que estás en la alta calma
de lo inmortal, y entonces mi pobre alma
recuperó, escuchándote, el sosiego,
pues tu música exacta me decía
que no hay eternidad sin armonía
y sin amor, y que no fuera ciego.
6 comentarios:
Como describe Shakespeare el paso (impacto del tiempo, vejez) es tan nítido, casi hiperreal...
Manucho y su soneto para Shakespeare al que acudió, admite, para tratar de olvidar que argentina no dejaba de dolerle.
Un portento, Shakespeare.
El soneto de Mujica Láinez, que no conocía hasta hace poco, no desmerece en absoluto, al contrario.
Shakespeare era un aguafiestas...
Yo diría que era un genio, aguafiestas o no.
Eso... callado...
Y también debía tener su genio.
Seguro que sí, aunque la vida de Shakespeare, como la de su contemporáneo Cervantes, sigue, en gran parte, velada.
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