En la hoja del remo ya está, invisible, el agua.
En torno del hocico del venado ya tiemblan, invisibles, las ondas del
estanque.
En mis labios ya están, invisibles, tus labios.
kono michi wa
yuku hito nashi ni
aki no kure
M. BASHŌ
Este camino
ya nadie lo recorre
salvo el crepúsculo.
Versión de OCTAVIO PAZ
2 comentarios:
La causa y su correnpondiente efecto. Y no otro.
Genial.
La flecha del tiempo también, que suele dar en la diana.
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