Chet Baker - Like Someone In Love

domingo, 8 de enero de 2017

Fragmentos de Los diarios de Emilio Renzi. Los años felices / Borges, por Piglia - Ricardo Piglia - Argentina


DIARIO 1969

Jueves [16 de enero]

Ayer a la tarde vino Manuel Puig, crispado, confundido, buscando "gustar", caer bien y someter sus libros a esa prueba imposible de constatar. Siempre habrá alguien a quien no le gustará lo que él escribe y eso le obsesiona. (…) Me cuenta el plan de Jorge Álvarez de lanzar Boquitas pintadas como un folletín y su propósito de escribir una novela policial sobre el mundo del arte y de la crítica cultural, a los que ve como asesinos que matan al artista sensible y contracultura.

Más tarde me encuentro con Héctor Schmucler, recién llegado de Francia, con ganas de poner en marcha una revista (modelo: La Quinzaine); está deslumbrado por Cortázar, a quien ha frecuentado en París, y fascinado por las novedades que circulan, básicamente la oleada del estructuralismo (onda Barthes + la revista Tel Quel).

"Sólo se pierde lo que realmente no se ha tenido", Borges. Usaré esta cita como epígrafe de mi próximo libro.

Viernes [28 de marzo]

Lo mejor es mi conversación con [Rodolfo] Walsh sobre Borges y mi posterior e inesperado encuentro con el mismo Borges al bajar del ómnibus cerca de Retiro. Lo veo pasar y lo nombro, él se detiene un momento y sonríe hacia mí.


DIARIO 1970

Miércoles [13 de mayo]

Como siempre, me refugio en los libros, me saco de encima los problemas (este mes, el alquiler, el futuro económico) y entro en unos recintos amurallados donde experimento los modos de mi propia locura: leer desde las cinco de la tarde a las dos de la mañana, luego desde las ocho de la mañana hasta las dos de la tarde, el mismo libro imposible —el Finnegans Wake—, que retomo a las cinco de la tarde para seguir hasta las diez de la noche con interrupciones molestas como respirar, tomar aire, cambiar de posición, de tal modo que habiendo leído treinta paginas en dos días, comprendiendo una media de treinta líneas por hora, hay un momento en que tengo que salir a la calle, recorrer librerías, buscando otro volumen detrás del cual esconderme para matar la desidia o la desesperación. (…)

Como antes con los cuentos y antes con los libros que había leído, y antes con los músicos de jazz, y antes con los jugadores de fútbol, y antes con las series de historietas, hago listas. Listas de compras, listas de cosas por hacer, listas de amigos a los que ver, listas de amigas a las que llamar, listas de ciudades que no conozco, listas de capítulos de la novela que voy a escribir. Las listas siempre me han tranquilizado, como si al anotarlas me olvidara del mundo y, en algunos casos, como si anotar fuera ya hacer lo que imagino o prometo, contento entonces, como si la novela cuyos capítulos he anotado ya estuviera escrita.


DIARIO 1972

Lunes [17 de enero]

Todo se desencadena de pronto. El viernes, operación rastrillo del Ejército en el edificio. No entran en mi departamento. "Buscan a una pareja joven" en el cuarto o quinto piso. Una semana después, el viernes 14, aparecen seis tipos de Coordinación Federal, ametralladora en mano, en la entrada, despiertan al portero, preguntan por mí y por un tal Bordaberry; enterado de esto empieza el caos, levanto todos los papeles, el departamento en desorden, hago tres viajes, saco algo de ropa, la novela, la máquina de escribir, los cuadernos, dejo todo en la casa de Tristana, la amiga de Julia.

Tengo que mudarme, la biblioteca, la ropa, los muebles. Traslado valijas, tratando de no ver los libros que abandono. Junto ropa, papeles, salgo y entro varias veces, busco un taxi, tranquilo frente a los hechos consumados. Después de la night, la casa de Tristana, las conversaciones.

Jueves [10 de febrero]

Bien, anoche final con Julia. La encuentro en Galerna, caminamos hasta El Toboso, cenamos y nos despedimos como si no nos conociéramos.

Nadie ha estado nunca tan solo como el enamorado que se despide para siempre de la mujer con la que ha vivido cinco años.

Borges, por Piglia

5 comentarios:

carlos perrotti dijo...

Nítido Piglia. Escribe como habla, narrando los hechos y convenciéndote.

Y su conferencia sobre Borges es magistral y remite a esa manera de escribir.

Juan Nadie dijo...

Magnífico Piglia. Aquí se le conoce poco, al menos entre los lectores, y me incluyo. Ahora que ha fallecido todo el mundo dirá que lo leía desde siempre, vamos que era uno de los escritores de cabecera. Es lo que pasa siempre.
Habrá que leerlo más.
La clase sobre Borges es inmejorable. Hay varios capítulos, merecen ser escuchados todos.

carlos perrotti dijo...

Y muy buen guionista.

He leído sus novelas Respiración Artificial y La Ciudad Ausente (que me gustaron muchísimo) y Plata Quemada que es entretenida, "su mejor novela como guionista". Y los cuentos contenidos en la reedición de Jaulario, su primer libro de cuentos, que se llamó La Invasión. Y también el libro sobre Macedonio que es de consulta... Y tengo por ahí la novela Blanco Nocturno y Nombre Falso (cuentos) que deberé leer de una buena vez.

carlos perrotti dijo...

Y recordarás aquel documental que hizo sobre Macedonio...

https://www.youtube.com/watch?v=qyRaDJwP1u4

...que cada tanto veo de puro vicio por Macedonio.

Juan Nadie dijo...

Tendré que leer todo eso, o al menos parte de ello (el trabajo se amontona).

¿Cómo no recordar el documental sobre Macedonio? Lo trajimos aquí:
http://nadiesalvoelcrepusculo.blogspot.com.es/2015/09/cuando-nuestro-dolor-fingese-ajeno.html