Di corsa usciti a mezzo il campo, date
prima il saluto alle tribune. Poi,
quello che nasce poi,
che all’altra parte rivolgete, a quella
che più nera si accalca, non è cosa
da dirsi, non è cosa ch’abbia un nome.
Il portiere su e giù cammina come
sentinella. Il pericolo
lontano è ancora.
Ma se in un nembo s’avvicina, oh allora
una giovane fiera si accovaccia
e all’erta spia.
Festa è nell’aria, festa in ogni via.
Se per poco, che importa?
Nessun’offesa varcava la porta,
s’incrociavano grida ch’eran razzi.
La vostra gloria, undici ragazzi,
come un fiume d’amore orna Trieste.
Tres momentos
De carrera salís al centro del terreno,
a las tribunas saludáis primero.
Luego, lo que después
sucede -que os volvéis a la otra parte,
la que más negra hierve-, no se puede
decir, es algo que no tiene nombre.
El portero pasea arriba y abajo
como un centinela.
El peligro está lejos aún.
Pero si un torbellino lo acerca, oh, entonces
una fiera joven se agazapa
y alerta espía.
Fiesta en el aire, en cada calle fiesta.
Si dura poco, ¡qué importa!
Ni una ofensa pasó nuestra puerta,
los gritos se cruzaban como rayos.
Y vuestra gloria, once muchachos,
Como un río de amor adorna a Trieste.
Versión de Jesús López Pacheco
2 comentarios:
Seguro hincha de la Triestina, Humberto capturó el espíritu futbolero como sólo un hincha poeta puede hacerlo...
"Fiesta en el aire, en cada calle fiesta.
Si dura poco, ¡qué importa!
Ni una ofensa pasó nuestra puerta,
los gritos se cruzaban como rayos.
Y vuestra gloria, once muchachos,
Como un río de amor adorna a Trieste."
Así siente un hincha, "aunque-gane-aunque-pierda-su-equipo...", fiesta en el aire, en cada calle, fiesta que dura nada, como la gloria, pero ese río de amor es eterno.
Gane o pierda mi equipo, es el mejor, de eso no hay ninguna duda.
Fiesta si gana, decepción si pierde. Es igual: fiesta. Es mi equipo, muchacho!
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