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miércoles, 29 de marzo de 2017

Para que yo me oiga / Canto Obstinado / ¡Qué demasiao! - José Ramón Ripoll - España // Ventajas de la poda - Sergio García Zamora - Cuba


La semana pasada se entregó el Premio Loewe de Poesía (Premio Internacional de Poesía Fundación Loewe), uno de los más prestigiosos galardones de la poesía española. En esta ocasión (XXIX edición) resultó premiado el escritor, poeta, periodista y musicólogo español José Ramón Ripoll, un autor de ciencia y conciencia, que de la manera más inteligente dentro de su generación, ha utilizado sus versos como vehículo de conocimiento, según José Manuel Caballero Bonald. El Premio Loewe a la Creación Joven fue para el cubano Sergio García Zamora. Enhorabuena a los dos.
El jurado estuvo formado por Caballero Bonald, Francisco Brines, Luis Antonio de Villena, Soledad Puértolas, Ana Rosetti, Antonio Colinas, Jaime Siles y Víctor Rodríguez Núñez, actuando como presidente Víctor García de la Concha. Casi nadie.


Para que yo me oiga

Cómo llamarte por un nombre
cuando todas las silabas crepitan
en la hoguera de tu propia materia.
Dime, cómo mentar tu cuerpo
si hasta el silencio arde.
Cuánto tiempo esta lengua
seca y tiznada ha de callar.
Quién ha de hablar por mí
para que yo me oiga.


Canto obstinado

Canto que hieres a la noche
como cuchillo ardiente
allá en lo oscuro.
Canto que ocultas en tu son
la herida
supurante de estrellas apagadas
y de palabras muertas.
Canto que oxidas la memoria
en el intento vano de la profanación.
Canto que sangras y en tu sangre cantas.
Canto, canto obstinado.
Inéditos

Quienes no estén demasiado familiarizados con la poesía sí recordarán, seguramente, alguna colaboración de Ripoll con Sabina. ¿Alguien ha olvidado esta canción?:
¡Qué demasiao! es una canción que José Ramón Ripoll y Joaquín Sabina dedicaron a José Joaquín Sánchez Frutos, alias El Jaro, delincuente común que se hizo famoso en los últimos setenta por su arrojo y juventud y por sus continuas correrías delictivas. Acabó muriendo a los diéciseis años de un disparo de escopeta que le propinó un tipo que estaba viendo cómo él y su banda atracaban a un amigo. La ficha policial dice lo siguiente:

ALIAS: El Jaro
NOMBRE: José Joaquín
APELLIDOS: Sánchez Frutos
NACIMIENTO: Toledo, 3/11/1962
FALLECIMIENTO: Madrid, 24/2/1979
DELITOS COMETIDOS ENTRE 1975 y 1979: 500 substracciones de vehículos, 100 atracos, lesiones, 38 robos a chalets y a pisos y el manejo de 10 millones de pesetas de la época. A los 14 años maneja una banda de unos 65 individuos, algunos mayores de edad. Con sólo 15 años había sido detenido en 28 ocasiones.

Una vida de película. Y, efectivamente, la película se hizo: el director español Eloy de la Iglesia rodó en 1980 el film hispano-mexicano Navajeros, centrado en la vida de El Jaro, que tuvo un éxito inmediato y enorme. Llegó a ser tan famoso El Jaro que el periódico sensacionalista El Caso le dedicó un monográfico.

¡Qué demasiao! (Joaquín Sabina - José Ramón Ripoll)
Del álbum Malas compañías, 1980

¡Qué demasiao! 

Macarra de ceñido pantalón
pandillero tatuado y suburbial,
hijo de la derrota y el alcohol,
sobrino del dolor,
primo hermano de la necesidad.

Tuviste por escuela una prisión,
por maestra una mesa de billar.
Te lo montas de guapo y de matón,
de golfo y de ladrón
y de darle al canuto cantidad.

Aún no tienes años pa votar
y ya pasas del rollo de vivir.
Chorizo y delincuente habitual
contra la propiedad
de los que no te dejan elegir.

Si al fondo del oscuro callejón
un Bugatti te come la moral,
a punta de navaja y empujón
el coche vacilón
va cambiando de dueño y de lugar.

Que no se mueva nadie, has ordenao,
y van ya quince atracos en un mes.
Tu vieja apura el vino que has mercao
y nunca ha preguntao:
¿De dónde sale todo este parné?

La pasma va pisándote el talón,
hay bronca por donde quiera que vas,
las chavalas del barrio sueñan con
robarte el corazón
si el sábado las llevas a bailar.

Una noche que andabas desarmao
la muerte en una esquina te esperó,
te pegaron seis tiros descaraos
y luego desangrao
te ingresaron en el Piramidón.

Pero antes de palmarla se te oyó
decir: "¡Qué demasiao,
de esta me sacan en televisión!".

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Ventajas de la poda

Las muchachas cortan sus cabellos
Con la esperanza del renuevo.
En un tiempo la cosecha segunda
Fue tan vasta como el primer corte.
En un tiempo el pordiosero
Cortó nuestro césped
Por la baratija de su alcohol.
Ciertos animales podados en luna nueva
Son ahora más dóciles, más nuestros:
Los gallos de la lidia,
Perfectos como águilas de patio,
El perro desorejado,
El toro nocturno que amanece buey.
Ciertos frutos tomados en menguante
Alcanzan la real maduración.
Así, de lo infértil y demasiado
Podan tu vida hasta que parece bella.
Quien haya perdido una mano
No servirá en el ejército.
De Poda, 2011

3 comentarios:

carlos perrotti dijo...

Sustanciosa entrada, Juan. Tanto para comentar como para agradecer, por lo estimulante de su lectura... lo que en sí dice mucho acerca de la entrada, verdad?

"Para que yo me oiga" es de los poemas que me hubiera gustado poder escribir (pero no supe, pero no pude) porque habla de mucho de lo que siento.

Navajeros me encantó en su momento. Y me has dado gana de verla otra vez. Trata sobre esos personajes que se mandan sus tropelías y cagadas (bien de ficción pero que existen en la realidad) a los que uno igual termina queriendo. El cine hasta hace que uno quiera que no los maten.

carlos perrotti dijo...

...Incluye también la fotografía de García-Alix en mi comentario.

Juan Nadie dijo...

José Ramón Ripoll es realmente un muy buen poeta, del que incomprensiblemente na había nada aún en este blog, y eso que lo conozco desde hace más de cuarenta años, desde un libro antológico de poetas gaditanos fechado en el 76.

Sabía que te gustaría "Para que yo me oiga", va un poco en tu línea.

La vida de El Jaro es para alucinar.

Del poeta cubano no sabía nada, habrá que investigar un poco por ahí.