el que muere es un hombre que torna a su morada.
Un trayecto muy breve entre el cielo y la tierra,
¡Ahimé!, y ya no somos más que el viejo polvo de los diez mil
siglos.
El conejo en la luna busca en vano el elixir de vida.
Fu Sang, el árbol de la inmortalidad, se ha desmoronado en un
montón de leña.
El hombre muere; sus blancos huesos enmudecen
cuando los verdes pinos sienten el retorno de la primavera.
Miro hacia atrás y suspiro; miro hacia adelante y suspiro.
¿Hay algo sólido en la vaporosa gloria de la vida?
Versión de Marcela de Juan (Ma Ce Huang)
4 comentarios:
Un maestro... Ya mi domingo es diferente.
Este Li Po, era un crack. ¿Seria por aquéllo de 'IN VINO VERITAS'?
Pues, quién sabe, todo puede ser.
Li Po, sin duda uno de los grandes poetas de todos los tiempos y lugares.
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