Chet Baker - Like Someone In Love

lunes, 23 de marzo de 2015

Conjuros egipcios - Anónimo - Antiguo Egipto


CONJURO PARA EXTRAER UN HUESO DE LA GARGANTA

Soy aquel cuya cabeza alcanza el cielo,
y cuyos pies alcanzan el abismo
quien ha despertado al cocodrilo de cera (¿) en el Pe-zême de Tebas;
pues soy So, Sime, Tamaho,
este es mi correcto nombre.
¡Anuk, anuk!
pues un huevo de halcón está en mi boca,
y un huevo de ibis en mi vientre.
Por tanto, hueso de dios,
hueso de hombre,
hueso de pájaro,
hueso de pez,
hueso de animal,
hueso de todo,
de nada estoy exceptuado.
Por tanto, ¡deja que lo que está en tu vientre
venga a mi pecho!
¡Que lo que está en tu pecho
venga a mi boca!
¡Que lo que está en tu boca
venga a mi mano ahora!
Pues yo soy quien está en los siete cielos,
quien se yergue en los siete santuarios,
pues soy el hijo del dios viviente.

Este conjuro debe ser dicho siete veces sobre una copa de agua; y cuando el paciente la beba, el hueso será expulsado.

Más disparatado aún es este


CONJURO QUE DEBE SER PRONUNCIADO PARA EL MORDISCO DE PERRO

El conjuro de Amón y Tifris es:
Soy este fuerte mensajero (?),
Shlamala, Malet,
el misterioso que ha alcanzado al más misterioso,
Greshei, Greshei,
el señor de Rent, Tahne, Banhe,
este perro, este perro negro,
el perro, el misterioso perro,
este perro (¿perra?) de cuatro cachorros,
el perro salvaje, hijo de Ophoïs,
hijo de Anubis,
¡relaja tus dientes,
detiene tu salivazo!
Tú actúas como el rostro de Sêth contra Osiris.
Tú actúas como el rostro de 'Apop contra Rê'.
Horus, el hijo de Osiris, nacido de Isis,
con él debes llenarte la boca;
N.N., hijo de N.N.,
con él debes llenarte la boca.
Escucha este discurso,
Horus, que curas las quemaduras,
que fuiste a los abismos,
que pusiste los cimientos de la tierra;
escucha, O Yaho-Sabaho,
¡Abiaho es tu nombre!

Se reconoce en las últimas líneas una invocación clara al "Jehovah de las Multitudes" (hebreo YHVH bhaôth), el Dios de los Judíos.

17 comentarios:

marian dijo...

Esperemos que fuesen acompañados de algo más que palabras, porque si no...

marian dijo...

Porque la fe mueve montañas, pero mover un hueso de la garganta por mucho conjuro...

Juan Nadie dijo...

Estos egipcios eran muy curiosos, pero tenían buenos médicos y cirujanos.

marian dijo...

Seguro que estaban hasta colegiados.

Juan Nadie dijo...

No te lo podría asegurar, pero yo diría que... quién sabe. Lo miraré.

Juan Nadie dijo...

Ya lo estoy mirando. De momento, esto:

El sistema de cuidados médicos de los egipcios antiguos era un servicio público con las siguientes características:
Gratuito: por lo tanto, accesible para todos.
General: para toda clase social.
Nacional: disponible en todo el país.
Disponible en cualquier momento. (Wiki)

Juan Nadie dijo...

Además:

Existía un alto grado de conocimiento del cuerpo humano, en parte debido al proceso de momificación de los cadáveres. Sólo trataban las enfermedades que podían curar, así clasificaban las dolencias :
«Esta es una enfermedad que conozco y curaré»
«Esta es una enfermedad que conozco y no trataré»
«Esta es una enfermedad que no conozco y no trataré.»
Genial.

marian dijo...

Ni Otto Von Bismarck...

Juan Nadie dijo...

Y:

Los métodos eran variados: Había médicos para todas las partes del cuerpo, para el espíritu, para las mujeres, los hombres, los niños, e incluso los había según la estación. A la posteridad ha llegado el caso del médico de ojos, que operaba cataratas, y el de un médico de mujeres que hacía la prueba del embarazo, incluida la predicción del sexo del niño (papiros de Berlín).

La medicina estuvo regulada desde tiempos de Imhotep, como testifica una inscripción en una pared de Saqqara, con las reglas éticas que regulan la profesión bien definidas: el lugar de la instalación de los centros de cuidados, la supervisión de estos, supervisión de la actividad del sun-nu, la estimación de su rendimiento, acciones disciplinarias. No le estaba permitido emplear métodos terapéuticos que se salieran de la ortodoxia sólo podía emplear aquellos que definía la autoridad de los tratados clásicos y en tal caso aunque los resultados obtenidos no fueran buenos estaba libre de todo reproche.

marian dijo...

Un juramento hipocrático...

marian dijo...

Menos los conjuros, claro.

Juan Nadie dijo...

Ítem más:

Algunas intervenciones están atestiguadas, así como es probable el uso de analgésicos y anestésicos.

Extracción de espinas, cuidado de las mordeduras (de perro, cocodrilo, león, hipopótamo, etc.).
La sutura de heridas, reducciones de luxaciones de hombro y de fracturas de huesos (inmovilizando los miembros).
Cura de las heridas de guerra.
Intervención de cataratas, que está atestiguada en el periodo ptolomeico. Los instrumentos utilizados están representados en un muro trasero del templo de Kom Ombo.
La trepanación es visible en ciertos cráneos, pero la finalidad de esta intervención no es conocida.

Los papiros de Lahun, datados en la Dinastía XII, contienen un preciso tratado de ginecología donde se menciona una "enfermedad que devora los tejidos" (el cáncer).

El primer texto médico sobre métodos contraceptivos se encontró en los papiros Lahun, donde se encontraban consejos y prescripciones como el empleo de estiércol de cocodrilo mezclado con una pasta que servía como vehículo; la irrigación con sustancias como el carbonato de sodio. En el siglo XIV a. C., se fabricaban condones con la vejiga de animales como medio de control de la natalidad. En algunos papiros se incluyen varias recetas de anticonceptivos intra-vaginales, con ingredientes como resina de acacia, leche agria, y espigas de acacia. Los compuestos que derivan del árbol de la acacia han demostrado ser espermicidas en la investigación moderna in vitro, con un efecto inmovilizador de los espermatozoides. Su uso puede ser una consecuencia de la observación, por parte de los pastores, que notaron que los animales que comían ciertas plantas no se reproducían.

Juan Nadie dijo...

Además, estaban los conjuros, que es lo que viene al caso:

A menudo están asociados con los otros remedios; eran conjuros que un dios había pronunciado en condiciones análogas, y se recitaban para asegurar la eficacia del remedio. A cada enfermedad le correspondía una fórmula precisa.

O sea que, como ahora, tampoco se fiaban demasiado de los médicos.

marian dijo...

Lo malo es cuando fallaban los dos métodos para un mismo mal, saber cuál de los dos remedios había fallado, pero seguro que había corporativismo entre los dos sistemas.

Juan Nadie dijo...

Claro, en última instancia estaban los dioses.

carlos perrotti dijo...

Con estos comentarios sí que uno se desasna...

Juan Nadie dijo...

Los comentarios que he puesto yo son de la Wiki, pero en este caso uno se puede fiar.