He vuelto ahora sin saber por qué
a estar triste más triste que un tintero
Triste no soy o si lo soy no sé
la maldita razón porque no quiero
He vuelto ahora sin saber por qué
a estar triste en las calles de mi raza
He vuelto a estar más triste que un quinqué
más triste que una taza
Estoy sentado ahora en un café
y mi alma late late
de sed de no sé qué
tal vez de chocolate
No quiero esta tristeza medular
que nos da un golpe traidor en una tarde
Pide cerveza y basta de pensar
El cerebro está oscuro cuando arde.
El poeta gaditano Carlos Edmundo de Ory, fundador del postismo junto con el pintor Eduardo Chamorro y Silvano Sernesi, acaba de morir en la localidad de Thezy-Glimont, cerca de Amiens, donde residía desde que en 1953 se exiliara de España para no volver. Descanse.
Simbolista, surrealista y visionario, Ory llamaba aerolitos a sus aforismos, mezcla de chispa poética y reflexión filosófica (a veces metafísica, a veces patafísica), y en ellos decía cosas como estas:
* Sólo lo extraño me es familiar.
* ¡Escritores, escoged!: el estilo o la Revolución.
* Soy el vocero del Silencio.
* Si te gusta ser llamado poeta desde joven, cuida de vivir poco. Toda una larga vida con un pequeño mote es ridículo.
* Me extraña la palabra amor en el verbo amordazar.
Que me entierren vestido de payaso, había dicho.
* ¡Escritores, escoged!: el estilo o la Revolución.
* Soy el vocero del Silencio.
* Si te gusta ser llamado poeta desde joven, cuida de vivir poco. Toda una larga vida con un pequeño mote es ridículo.
* Me extraña la palabra amor en el verbo amordazar.
Que me entierren vestido de payaso, había dicho.
1 comentario:
Me gusta la cafetería... Y el chocolate a la taza.
Es interesante que este autor hable de cosas así de cotidianas. "Más solo que una taza".
Y sí, es curioso: amor-amordazar.
Gracias, Juan.
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