la cancha de arena contra el cerro
la medialuna del área fuera de escuadra
despintada
veintidós tipos ahí adentro jugaban un partido importante
por el campeonato regional
marcelino britapaja hizo un gol olímpico
en el preciso instante en que el viento
raspaba sobre el campo a ciento veinte kilómetros por hora
qué hacíamos mirando fútbol en el medio del tierral?
la arena voladora lijaba en las mejillas
la barra del club rodaba como un diablo envenenado
caíamos tablón a tablón
gritando qué golazo
gritándoselo en la cara a todo el cerro
hasta que una bandera gigante del club
se desplegó por toda la tribuna
y quedamos ahí adentro como felices en el silencio de no ver
un instante fuera de juego
un vientre blanco
cálido era el mundo afuera de ese vendaval
2 comentarios:
Gran poema evocatorio de la pasión futbolera y de la épica de esos "veintidós tipos" jugando contra la inclemencia del clima patagónico, en tiempos también inclementes para la memoria del país (mediados de la década del 70, soplaban ya los vientos de muerte que traería la última dictadura militar) y evocatorio también de un muy buen jugador, delantero, el chueco Pirulo Britapaja...
No sabía muy bien de qué estaba hablando Spíndola o en que contexto, pero con tu explicación ha quedado muy claro.
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