[noche.
La noche es una fiesta larga y sola.
En mi secreto corazón yo me justifico y ensalzo.
He atestiguado el mundo; he confesado la rareza del mundo.
He cantado lo eterno: la clara luna volvedora y las mejillas que
[apetece el amor.
He conmemorado con versos la ciudad que me ciñe
y los arrabales que se desgarran.
He dicho asombro donde otros dicen solamente costumbre.
Frente a la canción de los tibios, encendí mi voz en ponientes.
A los antepasados de mi sangre y a los antepasados de mis [sueños he exaltado y cantado.
He sido y soy.
He trabado en firmes palabras mi sentimiento
que pudo haberse disipado en ternura.
El recuerdo de una antigua vileza vuelve a mi corazón.
Como el caballo muerto que la marea inflige a la playa, vuelve a
[mi corazón.
Aún están a mi lado, sin embargo, las calles y la luna.
El agua sigue siendo grata en mi boca y el verso no me niega su
[música.
Siento el pavor de la belleza; ¿quién se atreverá a condenarme si
[esta gran luna de mi soledad me perdona?
De Luna de enfrente, 1925
2 comentarios:
"He dicho asombro donde otros dicen solamente costumbre..." Ve donde otros nada más miran. "El verso no me niega su música..." Oye donde no sólo se lee.
Versos de Borges de concentrada poesía.
Concentrada y algo barroca aunque nítida poesía.
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