¿Qué va a quedar de mí cuando me muera
sino esta llave ilesa de agonía,
estas pocas palabras con que el día,
dejó cenizas de su sombra fiera?
¿Qué va a quedar de mí cuando me hiera
esa daga final? Acaso mía
será la noche fúnebre y vacía
que vuelva a ser de pronto primavera.
No quedará el trabajo, ni la pena
de creer y de amar. El tiempo abierto,
semejante a los mares y al desierto,
ha de borrar de la confusa arena
todo lo que me salva o encadena.
Más si alguien vive yo estaré despierto.
José Emilio Pacheco, ensayista, colaborador de prensa, traductor, novelista, pero sobre todo poeta, falleció el domingo pasado en Ciudad de México a los 74 años. Descanse.
sino esta llave ilesa de agonía,
estas pocas palabras con que el día,
dejó cenizas de su sombra fiera?
¿Qué va a quedar de mí cuando me hiera
esa daga final? Acaso mía
será la noche fúnebre y vacía
que vuelva a ser de pronto primavera.
No quedará el trabajo, ni la pena
de creer y de amar. El tiempo abierto,
semejante a los mares y al desierto,
ha de borrar de la confusa arena
todo lo que me salva o encadena.
Más si alguien vive yo estaré despierto.
Ganador de todos los premios literarios de la lengua española habidos y por haber -entre ellos el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2009) y el Cervantes (2009), cuyo importe de 125.000 € donó a clínicas y hospitales- era considerado por muchos de sus paisanos como el "poeta de México", pero él no estaba de acuerdo: ni siquiera soy el mejor poeta de mi barrio, ¿no ven que soy vecino de Juan Gelmán?, decía el bueno de Pacheco, conocido por su humildad y su estilo "casero", como lo definió Elena Poniatovska. Precisamente a su gran amigo Gelman le dedicó la última columna en prensa, escrita poco antes de morir.
Pacheco era uno de los últimos representantes de lo que se llamó "Generación de los años cincuenta": Carlos Monsiváis, Eduardo Lizalde, Sergio Pitol, Juan Vicente Melo, Vicente Leñero, Sergio Galindo, Salvador Elizondo...
Hay más poemas de José Emilio Pacheco en este blog.
El poeta Antonio Casares le dedica estos versos:
Difícil es morir con dignidad.
Hay más poemas de José Emilio Pacheco en este blog.
El poeta Antonio Casares le dedica estos versos:
Difícil es morir con dignidad.
(JOSÉ EMILIO PACHECO)
Cuando estés en presencia de las Musas
y te pregunten qué es lo que has hecho
para cambiar, como Rimbaud, la vida
o transformar el mundo con tus versos,
responde que has amado las palabras,
la libertad, la rosa de los sueños,
el cielo de los altos ideales,
el destino, aunque fuera adverso,
y si no es suficiente con decírselo,
y prefieren escuchar tu silencio,
y te miran con cierta displicencia,
como si miraran a un díscolo Orfeo,
no se lo tengas demasiado en cuenta,
de sobra saben cuánto amas el verbo,
cuánta belleza hay en tu poesía,
cuánto hay en ti de poeta verdadero,
cuánto les debes a su inspiración,
cuánto te deben, cuánto te debemos,
por hacer más hermosa la existencia,
por hacer habitable el universo,
por la eterna belleza de tu obra,
por llamarte José Emilio Pacheco.
(Santander, 27 de enero de 2014)
16 comentarios:
No lo tenía muy leído precisamente. Habrá que recuperar.
Merece la pena.
Cuánta belleza, es verdad. Incluso en el homenaje de Casares a Pacheco que seguro debe estar despierto.
Pero ¿de dónde has sacado a Townes Van Zandt? No lo conocía, qué bueno.
Toca un adiós a Pete Seeger, eh.
Yo tampoco lo tengo muy leído, sin embargo, sí conocía este poema de él, hasta creo tenerlo guardado en algún sitio.
El de Antonio Casares, como siempre, magnífico.
Espera, creo que Van Zandt estuvo hace poco "Al fondo a la izquierda", si no me equivoco.
Townes Van Zandt es para muchos, entre los que me incluyo, una referencia de buena música folk, lástima que muriera tan joven y que esté un poco olvidado. De todas maneras nunca fue de masas, y el "gran público" lo conocía más por las versiones que otros hicieron de sus canciones (Emmilou Harris, por ejemplo).
Alguien dijo de él: Townes Van Zandt es el mejor escritor de canciones del mundo, y me plantaré sobre la mesa de café de Bob Dylan con mis botas de vaquero para decirlo.
El disco que aperece en el Crepúsculo lo tengo en casa desde hace unos cuantos años, y no sé si lo he puesto alguna vez.
Gran disco que me grabaste y llegué casi a saberlo de memoria.
Hacia tiempo que no lo escuchaba.
La cinta debe andar por ahí, ya sabes que no suelo perder nada, otra cosa es que sepa donde lo dejo.
¡Ay, este Alzheimer, acabará con nosotros!
Lo de ponerlo alguna vez me refería a los blogs, en casa lo puesto montones de veces.
Me como las palabras, sobre todo los verbos. "En el prinicipio fue el verbo..." Pero eso era en el principio
Si alguien quiere saber algo más de Townes Van Zandt pinche aquí.
Maravillosa versión de Pancho and Lefty. Townes Van Zandt y su forma tan particular de "decir" al cantar. También un grande, casi desconocido.
Desgraciamente casi desconocido actualmente, sí. La gente se lo pierde.
Ejemplo
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