Chet Baker - Like Someone In Love

lunes, 27 de enero de 2014

Literatura y jazz/ 13 - Fragmento de Rayuela (3) - Julio Cortázar - Argentina


Del lado de allá

Capítulo 17

    [...] A Guy Monod se le había ocurrido despertarse cuando Ronald y Etienne se ponían de acuerdo para escuchar a Jelly Roll Morton; abriendo un ojo decidió que esa espalda que se recortaba contra la luz de las velas verdes era la de Gregorovius. Se estremeció violentamente, las velas verdes vistas desde una cama le hacían mala impresión, la lluvia en la claraboya mezclándose extrañamente con un resto de imágenes de sueño, había estado soñando con un sitio absurdo pero lleno de sol, donde Gaby andaba desnuda tirando migas de pan a unas palomas grandes como patos y completamente estúpidas. "Me duele la cabeza", se dijo Guy. No le interesaba en absoluto Jelly Roll Morton aunque era divertido oir la lluvia en la claraboya y que Jelly Roll cantara: Stood in a corner, with her feet soaked and wet..., seguramente Wong hubiera fabricado en seguida una teoría sobre el tiempo real y el poético, ¿pero sería cierto que Wong había hablado de hacer café? Gaby dándole migas a las palomas y Wong, la voz de Wong metiéndose entre las piernas de Gaby desnuda en un jardín con flores violentas, diciendo: "Un secreto aprendido en el casino de Menton." Muy posible que Wong, después de todo, apareciera con una cafetera llena.
    Jelly Roll estaba en el piano marcando suavemente el compás con el zapato a falta de mejor percusión, Jelly Roll podía cantar Mamie's Blues hamacándose un poco, los ojos fijos en una moldura del cielo raso, o era una mosca que iba y venía en los ojos de Jelly Roll. Two-nineteen done took my baby away... La vida había sido eso, trenes que se iban llevándose y trayéndose a la gente mientras uno se quedaba en la esquina con los pies mojados, oyendo un piano mecánico y carcajadas manoseando las vitrinas amarillentas de la sala donde no siempre se tenía dinero para entrar. Two-nineteen done took my baby away... Baba había tomado tantos trenes en la vida, le gustaba viajar en tren si al final había algún amigo esperándola, si Roland le pasaba la mano por la cadera, dulcemente como ahora, dibujándole la música en la piel, Two-seventeen'll bring her back some day, por supuesto algún día otro tren la traería de vuelta, pero quién sabe si Jelly Roll iba a estar en ese andén, en ese piano, en esa hora en que había cantado los blues de Mamie Desdume, la lluvia sobre una claraboya de París a la una de la madrugada, los pies mojados y la puta que murmura If you can't give a dollar, gimme a lousy dime, Baba había dicho cosas así en Cincinnati, todas las mujeres habían dicho cosas así alguna vez en alguna parte, hasta en las camas de los reyes, Baba se hacía una idea muy especial de las camas de los reyes pero de todos modos alguna mujer habría dicho una cosa así, If you can't give a million, gimme a lousy grand, cuestión de proporciones, y por qué el piano de Jelly Roll era tan triste, tan esa lluvia que había despertado a Guy, que estaba haciendo llorar a la Maga, y Wong que no venía con el café. [...]
Mamie's Blues (Mamie Desdume) - Jelly Roll Morton, 1939

9 comentarios:

Sirgatopardo dijo...

Jelly Roll estaba en el piano marcando suavemente el compás con el zapato a falta de mejor percusión, Jelly Roll podía cantar Mamie's Blues hamacándose un poco, los ojos fijos en una moldura del cielo raso, o era una mosca que iba y venía en los ojos de Jelly Roll. Two-nineteen done took my baby away... La vida había sido eso, trenes que se iban llevándose y trayéndose a la gente mientras uno se quedaba en la esquina con los pies mojados, oyendo un piano mecánico y carcajadas manoseando las vitrinas amarillentas de la sala donde no siempre se tenía dinero para entrar.

Me recuerda alguna estampa adolescente muy cercana, de la cual quizás no estuvieses demasiado alejado. Qué bueno que alguien te las recuerde de esta manera.

Juan Nadie dijo...

La capacidad evocadora de Cortázar es impresionante.

En cuanto a Jelly Roll, curioso tipo: aseguraba que fue él quien inventó el jazz y que los que vinieron después no hicieron más que copiarle las canciones y el estilo. En realidad, comenzó a decirlo porque no tenía un duro y esperaba sacar algo de dinero pleiteando.
Mamie Desdume, que murió en 1911 a los 32 años, fue quien le enseñó a tocar blues en el piano.

carlos perrotti dijo...

La vida había sido eso... Qué argentino universal es Cortázar, viejo, y las nostálgicas lecturas que provoca...

Juan Nadie dijo...

Desde luego. Nunca nos cansaremos de Cortázar.
Como decían las camisetas de tu páis cuando el 25 aniversario de su muerte, "¡Julio, volvé, qué te cuesta!"

Juan Nadie dijo...

País con acento en la "a", qué cosas...

jose dijo...

Un magnífico blues de Jelly, fuese o no el inventor del Jazz.

Juan Nadie dijo...

Un blues clásico clásico de Mamie Desdume, que debía ser un fenómeno. Es que casi se huele el Mississippi, suponiendo que supiésemos cómo huele el Mississippi.

No creo que Jelly Roll fuese el inventor del jazz, esa música no puede proceder de una sola persona, sino de un ambiente y una tradición.

carlos perrotti dijo...

Tuve una de esas remeras. Me vas a hacer piantar un lagrimón, como dice el tango... De paso, habría que venderlas de nuevo: ¿Por qué te tardás tanto, Julio? o algo así.

Juan Nadie dijo...

¡Qué grande "Melodía de arrabal", de Carlitos! Creo que no la puse aún en La Taberna, habrá que arreglar eso.

"¿Por qué te tardás tanto, Julio?" sería un buen slogan.