Una flor viajaba en mi sangre.
Mi corazón era un violín.
Quise o no quise. Pero a veces
me quisieron. También a mí
me alegraban: la primavera,
las manos juntas, lo feliz.
¡Digo que el hombre debe serlo!
Aquí yace un pájaro.
Una flor.
Un violín.
El argentino Juan Gelman, viejo conocido de este blog, extraordinario poeta y mejor persona, acaba de fallecer en Ciudad de México a los 83 años. Descanse.
Otro poeta argentino, Carlos Perrotti, le dedica estos versos:
Miro sin ver
Mi mirada se concentra
Vaya a saber
En qué punto invisible del aire
No es más que eso
Es la vida y sólo la vida
Una eterna instancia
Una cuenta regresiva
El tiempo me compone
Los sueños me sobreviven
Aún me espera el olvido
La verdad es el poema
A veces la voz declama
Lo que descubren las palabras
La poesía suele callar
Lo que los ojos exclaman
Aquí en este momento
Ahora en este lugar
Es simétrica la vida
Y la poesía, dispar
(En la tele informan
Murió Juan Gelman
Ya no saben qué decir
No se muere así nomás)
Carlos Perrotti
Cosas como estas decía Gelman:
● La palabra es una herramienta de lucha.
● La poesía es un árbol sin hojas que da sombra.
● Es enorme la tristeza que un hombre y una mujer pueden hacerse entre sí.
● Narrando nuestra oscuridad se ve claramente la vida.
● No nos vamos a poner de acuerdo nunca. Y seremos muchas veces injustos, tomando la humildad por soberbia, la reserva por falta de compromiso, la voluntad de no herir por la voluntad de no saber.
● Todos los hombres son humanos y lo que cabe en mí, debería caber en los demás. Y viceversa, porque todos los hombres son humanos.
● Así como hombres y mujeres en su infinita bondad creen en Dios, es posible que Dios en su infinita bondad crea en hombres y mujeres.
● (...) Pero también creo que Dios, si existe, debe estar aburridísimo de su eternidad.
● Yo no me voy a avergonzar de mis tristezas, mis nostalgias.
7 comentarios:
Merecido sin duda, el hermoso homenaje de Perrotti.
Sí, señor.
Muy agradecido, Gatopardo.
Espero alguna vez merecerme esto de integrar tamaño blog como el tuyo, Juan.
Aquí estás bien acompañado, no me seas tan modesto.
Totalmente de acuerdo con Gatopardo. Hasta se podrían unir los versos de los dos poemas.
Y, sí. Por ejemplo:
Quise o no quise. Pero a veces
me quisieron. También a mí
me alegraban: la primavera,
las manos juntas, lo feliz.
No es más que eso
Es la vida y sólo la vida
Muchas gracias, Marian.
El que acompaña soy yo, Juan. La verdad es el poema de Gelman.
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