Toda esfera es un cubo
Desde luego el primer problema es como siempre mi tía.Decirle que toda esfera es un cubo y verla competir
cutáneamente con una espinaca es todo uno. Se queda parada en la puerta, apoyada en la escoba, y me mira con ojos en los que adivino las ganas que tiene de escupirme. Después se va y barre
el patio pero sin cantar los boleros que son la alegría de nuestra
casa por la mañana.
La segunda dificultad está en la esfera misma. Apenas la coloco
rotundamente sobre un plano inclinado, donde cualquier cubo se
quedaría impertérrito, esta desgraciada saca todas las patitas y se
tira al suelo como un relámpago, sin contar que además sigue
viaje hasta abajo del ropero donde las pelusas, por rara
coincidencia, están siempre reunidas en apretado número.
Sacarla de ahí es una perfecta porquería, tengo que
arremangarme y además soy alérgico a las pelusas y me pongo a
estornudar de tal manera que grandes torbellinos de pelusas
salen junto al cubo y me llevan directamente a la crisis
asmática, tengo que faltar a la oficina, el señor Rosenthal
amenaza con descontarme un día de sueldo, mi padre saca a
relucir las noches que pasaba a la intemperie cuando la
expedición al desierto, y mi tía acaba siempre por llevarse la
esfera y ponerla donde la familia opina que debe estar, es decir
en el estante del living entre las obras del doctor Cronin y el
pajarito embalsamado que fue de mi hermanito el que cerró los
ojos en la primera infancia.
Mi padre me ha preguntado ya dos veces por qué me obstino en
esas tonterías, y no me he dignado contestarle porque tanta
pasividad me descorazona. ¿Será posible que todo el mundo
acepte que esa bola maldita se dé el gusto de imponer su
voluntad? Una vez más lucharé contra la esfera que es, lo sé, un
cubo; la pondré en un plano inclinado, mi tía pasará a la
espinaca, el ciclo de siempre, las pelusas. Entonces yo esperaré a
curarme de la crisis asmática y después pondré el cubo en un
plano inclinado, porque es ahí donde tiene que quedarse y no en
el estante del living al lado del pajarito.
The Canary Murder Case II
Es terrible, mi tía me invita a su cumpleaños, yo le compro uncanario de regalo, llego y no hay nadie, mi almanaque es
defectuoso, al volver el canario canta a chorros en el tranvía, los
pasajeros entran en amok*, le saco boleto al animal para que lo
respeten, al bajarme le doy con la jaula en la cabeza a una
señora que se vuelve toda dientes, llego a casa bañado en alpiste,
mi mujer se ha ido con un escribano, caigo rígido en el zaguán y
aplasto al canario, los vecinos claman por la ambulancia y se lo
llevan en una tablita, me quedo toda la noche tirado en el
zaguán comiéndome el alpiste y oyendo el teléfono en la sala,
debe ser mi tía que llama y llama para que no vaya a olvidarme
de su cumpleaños, ella siempre cuenta con mi regalo, pobre tía.
* Amok: En psiquiatría, súbita y espontánea explosión de rabia salvaje. (N. de J. N.)
De Último round, 1969
Julio Cortázar
¿Es la realidad tal como la conocemos o creemos conocer? La pluma de Julio Cortázar nos la presenta de una forma distinta, de imprevisto, como un mundo con un lado fantástico cuyos misterios, encantos y horrores parecen escapar a la comprensión, pero que están ahí, formando parte de la realidad que percibimos. En un intento de romper las fronteras ortodoxas de los géneros literarios, Julio Cortázar ha empleado en los breves textos que componen Último round la técnica del collage, con recortes periodísticos, comentarios y mezcla de poesía y prosa y un predominio en todos ellos del humor, la ternura y la ironía en la búsqueda de una nueva expresión de la realidad. [Contraportada de Último round, Editorial Debate, S. A., 1995]
8 comentarios:
Éste píbe, si que escribía....
Tenía multitud de ases en la manqa, ni el mismísimo Adolfo Suárez allá en el Mississippi.
Empeñado en demostrar la cuadratura del círculo...
o al contrario.
Pobre tía!
¿Y el canario?, pobre canarito.
Cuando veo una nueva película de Tim Burton inevitablemente me viene a la sesera la literutura de Cortázar y pienso en ambos como esas mentes "raras" capaces de ver el mundo a través de un caleidoscopio surrealista.
Cortázar ha sido y será único en su género.
Y eso que le han salido unos cuantos imitadores, pero no hay manera.
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