antre os plegues do manto
das nais,
asusta sentir o seu corazón veloz
dentro dun peito tan mísero.
¿Cómo se sostén ou defende
tanta fraxilidade?
(¡Unha folla no vento!)
¿Recordades, como rosas que chegan da sombra,
esas filas de olladas dos expósitos
en domingo?
(En non falemos da infancia dos príncipes.)
¡Oh, as navallas sempre abertas
pra ferilos,
dentro do terror dos seus sonos!
E nos escuros currunchos
as súas silenciosas bágoas.
O neno non conoce a morte;
mais ás veces chéganos un berro
dun mundo desconocido pra o home.
¿I esa pregunta fonda
que se para por un intre nos seus ollos?
¿I esa luz tristeira, doce,
sobre unha frente mol e tenra,
de ónde ven?
Mais eisisten nenos solitarios,
estranos nenos
que conocen a morte.
entre los pliegues del manto
de las madres,
asusta sentir su corazón veloz
dentro de un pecho tan mísero.
¿Cómo se sostiene o defiende
tanta fragilidad?
(¡Una hoja en el viento!)
¿Recordáis, como rosas que llegan de la sombra,
esas filas de miradas de los expósitos
en domingo?
(Y no hablemos de la infancia de los príncipes.)
¡Oh, las navajas siempre abiertas
para herirlos,
dentro del terror de sus sueños!
Y en los oscuros rincones
sus silenciosas lágrimas.
El niño no conoce la muerte;
pero a veces nos llega un grito
de un mundo desconocido para el hombre.
¿Y esa pregunta honda
que se para un instante en sus ojos?
¿Y esa luz penosa, dulce,
sobre una frente blanda y tierna,
de dónde viene?
Pero existen niños solitarios,
extraños niños
que conocen la muerte.
Versión de Miguel González Garcés
Luis Vázquez Fernández Pimentel (1895-1958) nació en Lugo y, tras estudiar en Santiago y Madrid, se dedicó profesionalmente a la medicina en su tierra; escribió una importante obra lírica cuyo intimismo sentimental, vestido con galas simbolistas, nos hace pensar en Rosalía de Castro, Juan Ramón Jiménez y Francis Jammes. Su obra en gallego está representada por el librito Triscos (1950) y la antología póstuma Sombra do aire na herba; también póstumamente se publicó Barco sin luces, la obra más importante de Pimentel en castellano. FRANCISCO RICO
Sus poemas apenas fueron conocidos, pues sólo los leía a sus amigos en las tertulias que frecuentaba.
5 comentarios:
Observo cierta frecuencia poetica gallega en el blog de Vd............desde que gobierna Rojoy.
Lo cual no desmerece en absoluto a la poesía gallega en general, y a Pimentel en particular
Muy observador es usted, pero ¿no se estará pasando de listo?
Uno se limita a constatar....
Para compensar el jolgorio de las fiestas, no hay nada mejor que una poema como este.
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