Cuando se trata de ella, me agrada la plática,
y exhala para mí un exquisito olor de ámbar.
Si habla ella, no atiendo a los que están a mi lado
y escucho sólo sus palabras placientes y graciosas.
Aunque estuviese con el Príncipe de los Creyentes,
no me desviaría de mi amada en atención a él.
Si me veo forzado a irme de su lado,
no paro de mirar atrás y camino como una bestia herida;
pero, aunque mi cuerpo se distancie, mis ojos quedan fijos en ella,
como los del náufrago que, desde las olas, contemplan la orilla.
Si pienso que estoy lejos de ella, siento que me ahogo
como el que bosteza entre la polvareda y la solana.
Si tú me dices que es posible subir al cielo,
digo que sí y que sé dónde está la escalera.
Versión de Emilio García Gómez
10 comentarios:
Delicada, deliciosa. "La perdición" de una romántica.
"Si me veo forzado a irme de su lado,
no paro de mirar atrás y camino como una bestia herida"
Impresionante. No sabría qué quitar, qué cambiar. Quizá sea exageradísimamente amorosa, pero... ¡Me la llevo entera! (No te enfades, Juan. Es que me gusta mu-chí-si-mo. Y ya sabes que soy medio ladrona.)
¡Gracias por compartirla!
Vuelvo, Juan.
Me encanta la ilustración. Me gusta Klimt.
Me recuerda al avatar de Almalaire.
Hay que contar de mucha maestría para hacer una descripción tan romántica del ser amado, sin que resulte empalagoso...Adoración a una mujer, sin duda.
Un abrazo.
Pero casi no dice nada de ella sino de lo que siente él por ella, de cómo se siente con ella y sin ella.
Estoy deseando ir a por el ejemplar que encargué.
Cuidado, igual te decepciona, porque no habla de nadie en particular, sino que hace una especie de análisis subjetivo de los distintos aspectos del amor, y no todo son poemas...
No, no me ha decepcionado, Juan. En tu enlace, creo recordar que aparecía un fragmento que permitía hacerse una idea de cómo iba a ser la obra.
Me ha interesado, me ha soliviantado, me ha intrigado, me ha interesado, me ha divertido, algunos poemas me han gustado mucho... pero no me ha decepcionado. Gracias de nuevo por presentarlo en este blog.
Incluso he encontrado un poema candidato a tu serie de poesía del vino:
"Me quedé con ella a solas, sin más tercero que el vino,
mientras el ala de la tiniebla nocturna se abría suavemente.
Era una muchacha sin cuya vecindad perdería la vida.
¡Ay de ti! ¿Es que es pecado este anhelo de vivir?
Yo, ella, la copa, el vino blanco y la oscuridad
parecíamos tierra, lluvia, perla, oro y azabache.
El poema que tú elegiste es uno de los más bellos. Sí, tienes buen oído y buen gusto para la poesía. O al menos, en esta ocasión, coinciden con los míos.
Buena noche, buen día...
He olvidado cerrar las comillas. Estoy ya tan dormida o tan insomne, no sé...
Juan, ¿por qué crees que se titula El collar de la paloma? ¿Lo sabes? Quizá hice una lectura poco atenta. Desde luego, fue desordenada. Completa, pero desordenada.
¿Son símbolos de la poesía hispano-árabe? El collar y la paloma, digo.
La verdad es que no tengo ni idea, y no recuerdo si García Gómez lo aclara en el prólogo a su versión del "Collar..."
Dejemos que nos lo explique Paulina López Pita, licenciada en Filosofía y Letras y Filología Semítica (Árabe e Islam) por la Universidad Complutense de Madrid:
El título mismo del libro "El collar de la paloma" tiene un profundo significado vinculado con la filosofía amorosa neoplatónica tal como fue desarrollada por sus autores islámicos.
Ibn Hazm no tuvo acceso directo a Platón, pero había sentido su pensamiento y espíritu a través de las obras y los trabajos de los neoplatónicos de Alejandría, como dejan constancia las múltiples alusiones que aparecen ya en "El collar".
Según Ibn Dawud, hijo del fundador de la escuela zahirista en Bagdad,
en cuya obra "El libro de la flor" se inspiró Ibn Hazm, y al que se cita en "El collar", aquello que entre los hombres se llama "amor", entre los dioses iniciados se llama "Pteros" o "paloma revolotante".
Avicena (980-1037) contemporáneo de Ibn Hazm, confirma la costumbre
existente entre los poetas neoplatónicos de vincular a la paloma con el alma afirmando que la paloma es el alma caída: "una paloma hay en ti, noble y orgullosa, caída de la más alto del cielo...."
Esta paloma al adaptarse al cuerpo ha olvidado su "mundo original".
Así, el motivo poético de una paloma portadora de un collar alude a la doctrina sufí: si bien es cierto que la paloma del alma tiene y es controlada por un "Amo Divino" que dispone de ella (Predestinación), ella será juzgada
según sus actos (Libre Albedrío). El alma es libre de tejer su propio collar, su propio destino, pero ella no puede alterar la naturaleza misma del Ser que la engendró.
En suma, podemos afirmar que la influencia de la obra de Ibn Dawud y de las enseñanzas platónicas quedan reflejadas en "El collar de la paloma". Probablemente, Ibn Hazm no conoció por modo directo la obra platónica, sino a través del "Libro de la flor" de Ibn Dawud. En el último capítulo (XXX) de "El collar", Ibn Hazm llega a insinuar el significado del título de su libro con un versículo del Corán: "A todo hombre le hemos atado al cuello su suerte, y el día de la Resurrección le sacaremos
fuera un escrito que encontrará desplegado. Lee tu escrito, le diremos: Hoy basta con que tu propia alma te saque la cuenta"
¡Caramba! ¡Gracias, Juan!
Pero no acabo de entender. Paloma, amor entre dioses y alma caída. Collar es el destino que el alma teje. "El collar de la paloma", ¿qué sería, entonces? ¿El destino del alma? ¿El amor marca el destino del alma?
Lo que leí es un manual que trata sobre el amor. Leí los dos prólogos (o el prólogo y la presentación) y no encontré nada.
Bien, de momento, collar es destino, y paloma, alma o amor entre dioses. Y, el collar de la paloma, aparentemente, es una reflexión sobre el amor.
Gracias, Juan.
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