Para que algo quede de este latir,
para que, si alguien quiere mirarse, pueda;
para calmar quizá alguna sed, y que alguien diga
«a mí me pasó algo semejante».
Los poetas estamos para eso:
para ofrecerles tránsito a los demás,
para que se encaramen sobre nuestros latidos, y que divisen
un poco más allá, en medio
de tanta oscuridad como nos circunda.
A veces nada tiene sentido, ni siquiera
que me des la mano o ese
limón redondo tan bello en la vereda.
A veces lo que tiene sentido no tiene sangre,
ese poco de sangre por la cual se muere.
Todo es ganas de morir de otra manera,
ganas de imitar a los ríos y que la tierra vea
que hay otras aguas y otras penas, y los cielos
contemplen misericordiosamente
nuestras peregrinaciones.
Tu oficio, poeta, es contemplar,
que todo se te escriba dentro; luego,
quizá leer allí mismo, quizá decir a los otros
lo que allí mismo, escrito, tú lees.
Me gusta su contención meditativa y su vena irracional, cómo esos dos elementos están presentes en su poesía. Ese diálogo entre lo irracional y lo meditativo, entre la serenidad y el impulso, entre el furor y la rienda caracterizan un mundo muy atractivo. (Luis García Montero)
José Antonio Muñoz Rojas es una de esas voces auténticas de la poesía. La suya es una poesía profundamente lírica, emotiva, no sólo en el verso, sino también cuando nos ha regalado esa maravillosa prosa que habla de cosas tan sencillas y tan inmediatas, tal y como puede verse en Las cosas del campo o en Las musarañas. Él sabe entrar perfectamente en esos elementos tan humildes para descubrir su lado más poético. (José Antonio Mesa Toré)
Yo siempre digo que Muñoz Rojas es el paradigma del bien nacido, limpio de corazón, amigo de sus amigos, un hombre cuya honradez está a carta cabal... Y también en su escritura era un hombre limpio, trasparente. Es una obra llena de emociones primarias y de valor. (José Manuel Caballero Bonald)
Me parece que hoy en día es de los grandes maestros que todavía sobreviven, un vínculo clarísimo entre las generaciones actuales y otras pasadas como la del 27. Su poesía es espléndida, con mucha presencia de lo meticuloso y de lo menor, de cántico de la existencia desde la búsqueda del detalle y de la humildad. (Carlos Marzal)
Toda su poesía es increíble. Al igual que su calidad humana, esa sonrisa suya entre familiar y divertida. De su poesía destaca la verdad, algo que los poetas suelen olvidar mucho. Él es un poeta del campo, de su tierra, del amor y de la verdad. (Pablo García Baena)
José Antonio Muñoz Rojas es un poeta finísimo, inspirado, desde luego uno de los grandes. (Ángel González)
Su prosa es bellísima y su poesía inigualable, con una aparente sencillez cargada de profundidad. Decía Dámaso Alonso que desde Platero y yo, el libro en prosa más bello que se había escrito era Las cosas del campo. (María Victoria Atencia)
Todas estas cosas, y muchas más, decían de José Antonio Muñoz Rojas sus compañeros poetas.
Se nos fue hace unos días, no quiso acabar de cumplir cien años. Descanse.
para que, si alguien quiere mirarse, pueda;
para calmar quizá alguna sed, y que alguien diga
«a mí me pasó algo semejante».
Los poetas estamos para eso:
para ofrecerles tránsito a los demás,
para que se encaramen sobre nuestros latidos, y que divisen
un poco más allá, en medio
de tanta oscuridad como nos circunda.
A veces nada tiene sentido, ni siquiera
que me des la mano o ese
limón redondo tan bello en la vereda.
A veces lo que tiene sentido no tiene sangre,
ese poco de sangre por la cual se muere.
Todo es ganas de morir de otra manera,
ganas de imitar a los ríos y que la tierra vea
que hay otras aguas y otras penas, y los cielos
contemplen misericordiosamente
nuestras peregrinaciones.
Tu oficio, poeta, es contemplar,
que todo se te escriba dentro; luego,
quizá leer allí mismo, quizá decir a los otros
lo que allí mismo, escrito, tú lees.
Me gusta su contención meditativa y su vena irracional, cómo esos dos elementos están presentes en su poesía. Ese diálogo entre lo irracional y lo meditativo, entre la serenidad y el impulso, entre el furor y la rienda caracterizan un mundo muy atractivo. (Luis García Montero)
José Antonio Muñoz Rojas es una de esas voces auténticas de la poesía. La suya es una poesía profundamente lírica, emotiva, no sólo en el verso, sino también cuando nos ha regalado esa maravillosa prosa que habla de cosas tan sencillas y tan inmediatas, tal y como puede verse en Las cosas del campo o en Las musarañas. Él sabe entrar perfectamente en esos elementos tan humildes para descubrir su lado más poético. (José Antonio Mesa Toré)
Yo siempre digo que Muñoz Rojas es el paradigma del bien nacido, limpio de corazón, amigo de sus amigos, un hombre cuya honradez está a carta cabal... Y también en su escritura era un hombre limpio, trasparente. Es una obra llena de emociones primarias y de valor. (José Manuel Caballero Bonald)
Me parece que hoy en día es de los grandes maestros que todavía sobreviven, un vínculo clarísimo entre las generaciones actuales y otras pasadas como la del 27. Su poesía es espléndida, con mucha presencia de lo meticuloso y de lo menor, de cántico de la existencia desde la búsqueda del detalle y de la humildad. (Carlos Marzal)
Toda su poesía es increíble. Al igual que su calidad humana, esa sonrisa suya entre familiar y divertida. De su poesía destaca la verdad, algo que los poetas suelen olvidar mucho. Él es un poeta del campo, de su tierra, del amor y de la verdad. (Pablo García Baena)
José Antonio Muñoz Rojas es un poeta finísimo, inspirado, desde luego uno de los grandes. (Ángel González)
Su prosa es bellísima y su poesía inigualable, con una aparente sencillez cargada de profundidad. Decía Dámaso Alonso que desde Platero y yo, el libro en prosa más bello que se había escrito era Las cosas del campo. (María Victoria Atencia)
Todas estas cosas, y muchas más, decían de José Antonio Muñoz Rojas sus compañeros poetas.
Se nos fue hace unos días, no quiso acabar de cumplir cien años. Descanse.
1 comentario:
"Tu oficio, poeta, es contemplar,
que todo se te escriba dentro; luego,
quizá leer allí mismo, quizá decir a los otros
lo que allí mismo, escrito, tú lees".
Deberé encontrar otra forma de decir gracias, Juan, para no repetirme tanto en este blog.
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