El hombre se despierta de un incierto
Sueño de alfanjes y de campo llano
Y se toca la barba con la mano
Y se pregunta si está herido o muerto.
¿No lo perseguirán los hechiceros
que han jurado su mal bajo la luna?
Nada. Apenas el frío. Apenas una
Dolencia de sus años postrimeros.
El hidalgo fue un sueño de Cervantes
Y Don Quijote un sueño del hidalgo.
El doble sueño los confunde y algo
está pasando que pasó mucho antes.
Quijano duerme y sueña. Una batalla:
Los mares de Lepanto y la metralla.
Con este poema, Salvo el Crepúsculo inaugura una serie titulada QUIJOTESCAS, que dará cabida a una parte de lo que escritores y poetas de distintas épocas y países han dicho sobre el loco genial.
La serie no tendrá ningún tipo de periodicidad, sino que se desarrollará al albur del estado de ánimo del responsable de este blog.
Dado que "todo el mundo" ha escrito sobre El Quijote, tendremos para una buena temporada. Espero que lo disfruten.
1 comentario:
El descanso del hidalgo que pondrá fín a su locura hecha sueños o a los sueños hechos locura. Cervantes y Borges en este sublime mano a mano.
Un abrazo.
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