(Xavier Miserachs)
El Paseo de Gracia en la nevadade aquel invierno en que nos conocimos.
En primer plano, dándome la espalda,
se alejan transeúntes:
quizá soy yo este hombre del paraguas,
y tal vez la mujer con el gorrito
de lana seas tú. Al fondo,
todo se va borrando tras los copos,
que ponen este velo de neblina.
Debajo de los árboles parece
la nave de una blanca catedral.
Ahora estoy en la fotografía:
no se oye nada, hay coches aparcados
y sepultados hasta media rueda.
Cruzamos solos el Paseo helado,
entre los plátanos y los herrajes
negros, medio cubiertos por la nieve,
de una de las farolas de Gaudí.
Estamos dentro de aquel mismo invierno
en donde no sabíamos que el hacha
del frío ya esperaba para cuando
el porvenir no fuese nada más
que el amor de dos viejos a un fantasma.
4 comentarios:
Nuestro tiempo y memoria fotografiados en diferentes planos.. Los cinco versos finales son todo un poema.
"Es un galardón importante - dice Margarit-, pero con estas cosas siempre tienes la duda de si te lo mereces o no."
Naturalmente que se merece este premio, y que le quieran dar.
Puedes estar de acuerdo con él en algunas cosas y en otras no, pero su poesía es nítida, y puede decir cosas como estas que aparecen en la entrevista del enlace y con las que no queda otra que estar de acuerdo:
"La vida no se ve nunca igual, ese es el trato. Nunca se ve igual porque nunca es igual. Pero me gustan todas las etapas. No cambiaría ninguna de ellas por otra."
"Las zonas más claras, más transparentes, más nítidas, más limpias de la vida son los dos extremos. Lo del medio es un lío turbio, y así ha de ser."
Etc.
"Naturalmente se merece este premio, y los que le quieran dar", debería decir el segundo párrafo del comentario anterior.
Merecido, claro.
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