Cuenta una vieja historia que a un australiano le regalaron un bumerán nuevo. Lo que no dice es cómo hizo para deshacerse del viejo.
De La mañana del 10 de enero
kono michi wa
yuku hito nashi ni
aki no kure
M. BASHŌ
Este camino
ya nadie lo recorre
salvo el crepúsculo.
Versión de OCTAVIO PAZ
7 comentarios:
Lo suyo fueron los enigmas, tanto que hoy su obra misma lo es porque la prendió fuego. Alberto Manguel llegó a leer sus novelas y las calificó como excelentes. Bioy Casares lo cuenta en las páginas 1249 y 1250 de su libro "Borges". Cuenta también que conversó el tema con Borges quien luego de pensarlo un rato (y porque confiaba en Manguel) le dijo que estaba "seguro que en esos libros había algo bueno..."
Nunca podré agradecer lo suficiente tu generosidad al enviarme por correo el libro "La mañana del 10 de enero", del que seguro pondré más extractos.
Vilela realmente un escritor como la copa de un pino, muy desconocido por aquí. ¿Por qué quemaría sus escritos?
Lo que necesites, no tienes más que decirme, Juan.
Respecto de Vilela, pensaba recién, se va transformando con el tiempo en ese bumerán del que habla su microrrelato, un bumerán lanzado al aire que en su enigmática parábola cada tanto aparece en la evocación de algunos escritores y personajes de Buenos Aires y sigue viaje...
https://mundoconlibros.com.ar/2017/07/03/jorge-vilela-prender-fuego-el-olvido/
Interesante enlace.
Desconocido escritor para mí .gracias!
Cuànto sugiere lo no dicho!
Qué bueno eso, Agostina!!
A veces lo que no se dice explícitamente tiene tanta o más importancia que lo dicho.
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