y trato de encontrar a otro hombre
que no soy yo, que no puedo serlo;
el que fui y el que pude ser:
el poeta ramplón y el poeta maldito.
Pero me observo más
y tampoco soy un Dios
ni un hombre de trueno,
ni un héroe de aventuras irreales.
Soy este hombre que llora sin que las lágrimas afloren
pero que lucha
para que el llanto
no pierda el motivo de la vida.
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3 comentarios:
"Este hombre", frente al espejo, tratando de hacer coincidir los bordes de su reflejo... Los versos finales conmueve realmente.
No sé si es el espejo el que nos devuelve una imagen deformada de nosotros mismos, o somos nosotros quienes tenemos una autoimagen distorsionada. Vaya a saber.
Me quedo con la segunda...
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