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miércoles, 11 de octubre de 2017

Literatura satírica y burlesca/ 46 - A una nariz - Francisco de Quevedo - España


Este archiconocido soneto lo escribió Quevedo muy probablemente contra Góngora como una de las puyas que ambos se lanzaban contínuamente entre sí. Aquí, como otras veces, vuelve a tildarle de judío, algo que no era.

Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba1,
érase un peje espada mal barbado2.

Érase un reloj de sol mal encarado3,
érase una alquitara pensativa4,
érase un elefante boca arriba,
era Ovidio Nasón5 más narizado.

Érase un espolón de una galera,
érase una pirámide de Egipto,
las doce tribus de narices era6.

Érase un naricísimo infinito,
muchísimo nariz, nariz tan fiera,
que en la cara de Anás7 fuera delito.

1 sayón y escriba: la creencia popular atribuía a los judíos, representados aquí por sus doctores de la ley (escribas) y por los verdugos de las procesiones de Semana Santa (sayones), unas narices descomunales. No es la única referencia al pueblo hebreo en el poema, buena prueba del antisemitismo del autor y de la época.
2 un peje espada mal barbado: este pez (peje) tiene un apéndice frontal cuya forma se identifica con la nariz del personaje descrito hiperbólicamente (probablemente Luis de Góngora); el especificador mal barbado puede entenderse como un rasgo de humanización (sin apenas barba) o como un grado más en la grotesca apariencia animal, cuyas barbas o aletas ni siquiera están bien dispuestas.
3 un reloj de sol mal encarado: se alude a la similitud con el palo cuya sombra proyectada señala la hora en los relojes de sol; mal encarado porque no está bien colocado ni en el reloj ni en la cara.
4 una alquitara pensativa: las alquitaras o alambiques para la destilación de licores constaban de un recipiente (la cara) y un largo conducto (la nariz).
5 Ovidio Nasón: apodo latino del autor de las Metamorfosis, que aludía a su considerable nariz.
6 las doce tribus de narices era: nueva referencia a las narices de los hijos de Israel, divididos en doce tribus descendientes de cada uno de los hijos de Jacob.
7 en la cara de Anás fuera delito: juega aquí con la dilogía de la palabra Anás: por una parte, el nombre propio del sumo sacerdote judío (suegro del que condenó a Jesucristo), en cuya cara escandalizaría tanta nariz; por la otra, la etimología popular del sustantivo (A-nás, significaría "sin nariz" en griego). 
(Notas de David López del Castillo)

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