Cerró la puerta con llave. Miró hacia atrás con desconfianza
y se guardó la llave en el bolsillo. Le detuvieron en esa postura.
Le maltrataron durante meses. Hasta que una noche confesó
(y quedó demostrado) que la llave y la casa
eran suyas. Pero nadie pudo entender
por qué había escondido su llave. De modo que
a pesar de habérsele declarado inocente, siguió siendo
sospechoso para todos.
Versión de Román Bermejo
5 comentarios:
Igualito que un valenciano que yo me sé...
¡A la hoguera con el sospechoso, a la hoquera, como Giordano!.
O al ostracismo o al Sálvame diario, para que le den un buen repaso.
Qué sabe nadie (Raphael dixit)
¡Qué agradable la nueva música del mes, Juan Nadie! Gracias por compartirla.
Loreena McKennitt es fantástica.
Sí.
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