A Donal Savage
Conocí a un locotan febril y estrafalario como un líder ungido.
Sus palabras parecían los vestigios
de oxidadas utopías.
En su casa bebíamos absenta,
fumábamos free jazz
y le cerrábamos la puerta al acreedor encorbatado
durante el desalojo.
Oh, la adolescencia legendaria.
Oh, el ánimo abollado…
Recuerdo sus soliloquios
y recuerdo la música
-Ornette Coleman al saxo
como un poeta maldito desertando del idioma-
cada vez que la reminiscente culpa
pequeñoburguesa
me aloja en el barato Motel
de la Tristeza.
Conocí a un borracho hijo del hombre
capaz de supervisar el catálogo de nuestras
revoluciones.
Los distribuidores de camisas de fuerza
lo tomaron al final como rehén
para que todo siga
como siempre.
13 comentarios:
¡Excelente post para un día del tan poco jazzístico San Mateo!
Oh, la adolescencia legendaria.
Oh, el ánimo abollado… ¡Qué escritor certero!!!
Sí, San Mateo no presta mucho, al menos en esta ciudad.
Y tanto, Carlos.
Pues en un principio parecía una "conga", como muy bien para verbena de fiestas...
pero se han ido metiendo en la jaula de grillos, y no puedo, no puedo, lo siento:)
Menos mal que Luis Artigue está fino.
Ahí les has dao, el "Free jazz" es una jaula de grillos, a mí tampoco me gusta nada. Absolutamente nada. Es más, siempre me pareció un callejón sin salida (un bluff). ¿Qué viene después? Nada. Por eso prácticamente ha desaparecido. Luego vino el jazz-fussion, que ya es otra cosa.
Pero, el poema lo requería. Artigue es otra historia.
Este Artigue es capaz de escribir como si no fuera con él.
O algo así.
No despreciéis a Ornette Coleman, muchos intentaron copiarlo...
¿Para qué?
No desprecio a Ornette Coleman (que en otras ocasiones sí me ha gustado), Gato, tampoco el Free Jazz. No gustar algo, no es equivalente a despreciar, ¿por qué tengo que escuchar una música que me desagrada? Pero esto no es despreciar (eso es en defensa propia:)
Publicar un comentario