Chet Baker - Like Someone In Love

miércoles, 24 de julio de 2019

Ensayo sobre la rima - Karl Shapiro - Estados Unidos


ENSAYO SOBRE LA RIMA
(Fragmento)

1

Forma

Forma es la estructura de todo organismo
vivo o muerto, de un árbol completo o de una hoja,
de un poema completo o de una palabra. En la prosodia,
donde todo es movimiento, forma es la reciprocidad
de todas las partes del ritmo que producen
el efecto sensorial de un solo ritmo. En pasadas
épocas de arte la principal preocupación
no era el arte, no era la mecánica, sino
el producto final, su efecto y su uso.
Un día en la generación de nuestros abuelos
el verso se vio a sí mismo como forma,
radiografió su propia anatomía, discutió
la tendencia del arte hacia la ciencia, hasta que a fuerza
de hipnotismo un medio se convirtió en un fin.

2

Lenguaje hablado y poesía

En una de las más ampliamente divulgadas
Antologías de la rima presente, un discurso,
la peroración auténtica de un hombre
condenado a morir, está incluida en el texto
junto a los más ejemplares y abstrusos
de los poemas modernos. El mal inglés de Vanzetti
visto en el contexto de la literatura consciente
en compañía de las obras de talentos privilegiados
con toda naturalidad, arguye una nueva confusión.
Por qué filosofía el antologista
intenta hacer esta cosa trágica de martirio
un huésped de la causa literaria
es, en cierto sentido, nuestro asunto presente.
Porque mucho de la rima moderna denota esta tendencia
de suprimir la distancia y la línea
entre el lenguaje de naturaleza espontánea
y el del artificio formal. Un solecismo
tan fundamental reclama explicación.

Compárese una declaración de inocencia en un drama,
de Bassanio por ejemplo con las palabras
que Vanzetti dijo en la corte de Nueva Inglaterra.
Una vive y muere en la imaginación;
su referencia a la existencia es oblicua
y solo por sugerencia repercute
en la conducta del público.

La otra es lo que el público tiene como real,
un hecho del mundo estadístico, como
el morir de un actor como verdadera sangre
a una mancha de pintura colorada en un vestido.
Nuestro antologista sigue la regla empírica
practicada también por los poetas que él incluye.

3

La relación de la rima con el lenguaje

No intento yo aquí la definición
del verso, que es la provincia de la estética,
sino señalar su relación con el lenguaje.
En el sentido matemático, el verso es un poder,
prosa elevada al exponente numérico
de tres o seis o aun n, según
la tendencia de la literatura
en una época determinada y la inclinación
de ese poeta determinado. Es por consiguiente
un elevamiento y una medida de intensidad.
En el sentido físico, el verso es el núcleo
y el elemento vital del lenguaje hablado y la prosa,
el propio protoplasma de la lengua,
o esa sustancia orgánica que sobrevive
a la estructura que crea. Las palabras son como vidas,
muertes y mutaciones, y el poeta aprende
en la búsqueda de la vida, la biología del verso.
En el sentido teológico, el verso es
         el espíritu
y la prosa la carne del lenguaje. Los poetas pueden
        jactarse
de haber conocido la rosa mística del bien,
la bendita faz de la verdad, el huésped de la belleza;
ellos exprimen el aceite y elevan el vino,
porque la poesía como la filosofía es divina
y mana de la voluntad increada.

4

Creencia y poesía

La creencia, tal vez, es fortuita
en poesía; y existen tantos poetas quizá
que se encogen de hombros ante la palabra como
los que se aferran a ella como a un talismán.
Shakespeare, suponemos, creía en Dios y en la patria
y en la nobleza del hombre. ¿Qué más?
El poeta más grande no nos dio razón
de su teología o su metafísica;
esto en nuestros días es casi equivalente
a llamarlo un loco o un bárbaro.
Cierto es que a las creencias las consideramos
como la raíz primaria del arte. Tan varias
y multifoliadas son nuestras familias de fe
que podríamos llenar un herbario
con las especies americanas solamente.

5

La poesía de ideas

Uno no necesita sino preguntar ¿dónde está la literatura
de la naturaleza, dónde el poema de amor y la simple
declaración de sentimientos? ¿Cómo y cuándo y por qué
concebimos nuestro horror a la emoción,
nuestro miedo a la belleza? ¿Desde cuándo el aislamiento
y orgulloso retiro del intelectual
en el frío cuarto de mando del cerebro?
¿En qué momento de la historia del arte
ha existido entre el público y el poeta
tal abismo? ¿Cuándo antes de ahora la poesía
recayó tan pesadamente sobre el intérprete,
el analista y el crítico? Finalmente ¿cómo
la poesía visión del alma ha descendido
a la poesía de sensación, y esta
traducida a la de clase perceptiva
se convirtió en la poesía de ideas?
Traducción de José Coronel Urtecho y Ernesto Cardenal

viernes, 19 de julio de 2019

Balada de naranja y uva - Muriel Rukeyser - Estados Unidos


Cuando uno acaba su trabajo
y ha hecho su faena
y ha leído su lectura
y ha escrito lo suyo—
uno baja a la calle y va al puesto de hot-dogs,
a una cuadra de aquí en la otra acera.
Una tarde sofocante en el Harlem del Este en el siglo veinte.

Muchas de las ventanas tienen cartones,
salen unas ratas de un saco—
y con la cola de fuera, en un puerco garage,
un largo Cadillac brillante;
junto a la puerta de vidrio de la clínica para drogadictos
un hombre que quisiera quebrarte el espinazo.
Pero también hay una mujer morena con una niña de
   vestidito rosado.

Salchichas salchichas crepitan en la plancha
donde se inclina el vendedor de hot-dogs
nada en el mostrador
más que los dos aparatos de siempre,
el de jugo de uvas, vacío, y el de jugo de naranja, vacío,
y entre los dos aparatos yo me enfrento con él.

Se acerca un muchacho negro, mira los hot-dogs, y sigue
   su camino.
Yo observo al hombre que está vertiendo
en la forma acostumbrada
morado encendido donde dice NARANJA
anaranjado donde dice UVA,
el jugo de uva en el aparato que dice NARANJA
el jugo de naranja en el de UVA.
Sólo la palabra grandota y clara, inconfundible, en cada
   aparato.

Yo le pregunto: ¿Cómo podemos seguir leyendo
y encontrarle sentido a lo que leemos?
—¿Cómo pueden ellos escribir y creer en lo que escriben,
los jóvenes de la acera de enfrente,
mientras tú echas uva en NARANJA
y naranja donde dice UVA?—
(¿Cómo vamos nosotros a creer lo que leemos y escribimos
y oímos y decimos y hacemos?)

Él mira a los dos aparatos y sonríe
y se encoje de hombros y sonríe y echa más.
Podría ser violencia y no violencia
podría ser blanco y negro    hombre y mujer
podría ser guerra y paz o cualquier
sistema binario, amor y odio, amigo, enemigo.
Sí y no, ser y no ser, lo que hacemos y lo que no hacemos.

En una esquina del Harlem del Este
basura, lectura, una amplia sonrisa, estupro,
olvido, una calle caliente de crimen,
miseria, esperanza marchita,
un hombre sigue echando uva en NARANJA
y naranja donde dice UVA,
echando naranja en UVA y uva en NARANJA para siempre.
Traducción de José Coronel Urtecho y Ernesto Cardenal

lunes, 15 de julio de 2019

Microrrelatos/ 37 - Quijotescas/ 34 - La mano - David Lagmanovich - Argentina


No la había perdido, pero le había quedado inútil como una flor tronchada. El soldado la miró con lástima y se preguntó qué podría hacer ahora con ella. Luchar contra los infieles ya no, pues necesitaba la fuerza de las dos manos. Necesitaba buscar otro camino y encontrar una fortaleza nueva, se dijo. Pensó entonces en escribir un libro y entrevió que eso podría otorgarle alguna nombradía. ¿Conseguiría el favor del Duque de Béjar? ¿Protegeria este alto señor al desconocido soldado Miguel de Cervantes? Nada se perdía con probar.

viernes, 12 de julio de 2019

Poema XI de Un Coney Island del espíritu - Lawrence Ferlinghetti - Estados Unidos


Poema XI

El mundo es un hermoso lugar
                             Para nacer
Si a Ud. no le importa que la felicidad
                             No siempre sea
                                           Tanta diversión
Si a Ud. no le importa un golpe infernal
                        De vez en cuando
Justamente cuando todo está bien
                              Porque ni en el paraíso
                      se canta
                              todo el tiempo

El mundo es un hermoso lugar
                            Para nacer
Si a Ud. no le importa
                       Que la gente muera
                                           Todo el tiempo
O que sólo desfallezca
               Parte del tiempo
Lo que no es tan terrible
                         Si a Ud. no le pasa
Oh el mundo es un lugar hermoso
                                         Para nacer
Si a Ud. no le importan
                 Unas pocas mentes paralíticas
En los puestos más altos
                       O una bomba o dos
De vez en cuando
              Sobre su cara mirando hacia arriba
O algunos otros inconvenientes
                              De la que nuestra sociedad de Marca Nueva
Es víctima
        Con sus hombres de distinción
Y sus hombre de extinción
                       Y sus curas
Y otros patrulleros
                 Y sus varias segregaciones
Y sus investigaciones en el Congreso
                               Y otras constipaciones
               Que nuestra carne loca

                     Hereda
Sí, el mundo es el mejor de los lugares
                                Para un montón de cosas
        Hacer la escena divertida
                Y hacer la escena del amor
        Y hacer la escena triste
                Y cantar canciones bajas y tener inspiraciones
        Y pasear
                Mirándolo todo
                        Oliendo flores
        Y derribando estatuas
                              Y hasta pensando
                                            Y besando gente y
Haciendo niños y usando pantalones
                              Y ondeando sombreros
                      Y bailando
                              Y nadando en ríos
                En picnics
                        En medio del verano
                Y generalmente seguir viviendo

      Pero justo en medio de todo esto
                                     Viene el sonriente
                     Funebrero.
Traducción de Marcelo Covián

martes, 9 de julio de 2019

La oscura intimidad de la medusa - Celia Corral Cañas - España


La reinosana Celia Corral Cañas acaba de obtener el Premio de Narrativa Carmen Martín Gaite 2019 por la novela Tiempo para los pájaros. Enhorabuena.
Licenciada en Filología Hispánica y doctora en Literatura Española por la Universidad de Salamanca, Celia tiene en su haber numerosos premios literarios, entre los que se encuentra el III Premio Internacional de Poesía Jovellanos 'El mejor poema del mundo' (2016) por el siguiente poema:


La oscura intimidad de la medusa
tienes todos los rostros y ninguno,
eres todas las horas y ninguna,
te pareces al árbol y a la nube,
eres todos los pájaros y un astro,
Octavio Paz
A veces eres luz, a veces piedra;
a veces tiburón y otras erizo.
El viaje de los sueños en las nubes,
las alas del dragón y de Mercurio.
La humanidad de Batman y el temblor
de todo lo animal y lo divino.
Los oídos de Ulises y los párpados
conscientes y obstinados de Penélope.
El gigante más grande en Liliputh,
los molinos de viento imaginados.
El camino del bosque que descarta
Caperucita Roja y lleva al lobo.
El interés del gato en la ratita,
el sueño en siete camas o en Totoro.
Eres el pie que no entra en el zapato,
las mentiras piadosas del espejo,
la voz de la sirena y la espuma.

Eres el héroe muerto y sobrevives
al paso de la lluvia y sus arrugas.
Las paredes de Dogville, la escritura
de Sócrates, la playa de Invernalia.
La piel de los guepardos y sus garras,
el tacto de los labios del león
marino y la sonrisa del insecto.
La elegancia del vuelo transparente
de la libélula, la silenciosa
proximidad de la serpiente hembra.
El caracol en su húmedo abrazo,
la secreta voracidad del pez.
La espera impertérrita del perro,
el ladrido en el aire de los cuervos.
El hígado del pato al explotar,
la oscura intimidad de la medusa.
El honor del elefante, la astucia
de la zorra y de las uvas, el hambre
que a todos nos define y nos enfrenta.
La duna tras la tormenta de arena,
la mano que dibuja un arcoíris.
La distancia creciente entre galaxias
destinadas para siempre al olvido.

La estrella ignorante de su nombre,
el río que nace cerca de casa,
el cielo de esta tarde de noviembre.
El árbol que hospeda en su tronco
los cuerpos –¿y las almas?– desdentados
de los bebés toraja que murieron.
Ventana en el palacio y en la escuela,
ventana en hospitales y en la cárcel.
La espada sin hombre y sin romance,
el caballo que vuelve sin jinete,
la fiebre de la noche en cada guerra,
la luna de la luna y su sentido.
El viento insoportable del que duda,
la libertad del sueño y su esperanza.
El roce de la cuerda en la garganta,
la rama rota en el acantilado.
La fuerza misteriosa y convencida
que da vida y expande el tumor.
El silencio después de la pregunta,
las vías cuando ya ha pasado el tren.
La herida que no sangra y sin embargo
se despierta contigo cada día.
Tu carne sabe a historias y a animal.

Eres sólo real; sólo inventado.
Eres el que condena, el condenado
y la condena; la magia y el truco,
el mago, el conejo y el sombrero.
El equilibrio y todos sus contrarios.
El corazón que late y el latido,
el primer parpadeo y el último.
Eres el navegante, eres el náufrago,
el mapa, el navío, el iceberg.
A veces eres tú y otras veces…
te mudas de pronombre personal,
despiertas en lo propio y en lo ajeno.
Eres quien crees ser, quien desconoces;
eres quien creo y quien desconozco.
A veces quien escribe, otras quien lee
y otras, como ahora, el poema.
De La voz del animal bajo tu piel, 2017

sábado, 6 de julio de 2019

Advertencia histórica al opresor - José Vicente Anaya - México


rodó la cabeza del zar Pedro, la de Stalin
la de Hitler y la de Mussolini
¿por qué la tuya habrá de permanecer en su lugar?

jueves, 4 de julio de 2019

El minotauro despierto - Xuan Bello - España


El minotauro esconsueña

Tres el nublu buxu l’avesiga lluz
a poco y a poco la color del mundu
desvela. Yo miro, valoro, tantiguo
la superficie cierta. Templo la inquietú
verdadera y tasco la testera
pel valeru laberintu profundu
de la mio alma.
Esconsueño
mentes me tiento y m’entrego al llamáu
del instante que pasa y muda en sombra
la lluz entrevista al trevel del miedu.
Daqué que nun sé esti ritu noma.
Daqué que nun sé, daqué que’l mio cuerpu
y la mio tiesta de toro nun son a dicir
ensembre. Daqué que prefigura
una última palabra ingriente y mortal.

Daqué qu’olvido. Daqué que merezo.


El minotauro despierto

Tras el nublado gris la umbrosa luz
desvela poco a poco el color
del mundo. Miro y taso y acaricio
la superficie cierta. Apaciguo la inquietud
verdadera y me rasco la cabeza
por el vacío y hondo laberinto
de mi alma.
Despierto
mientras me tiento y me doy a la voz
del instante que pasa y muda en sombra
una luz que entreveo tras el miedo.
Algo que aún no sé este rito nombra.
Algo que aún no sé, algo que mi cuerpo
y cabeza de toro nunca podrán decir
de pronto. Ese algo que prefigura
la ardiente y mortal última palabra.

Algo que olvido. Algo que merezco.

martes, 2 de julio de 2019

Sombra, lluz - Xuan Bello // Vivir de mirar - Antonio Lucas - España


Sombra, lluz
A Ana
Les últimes palabres, ¿cuáles sedrán?
¿De sombra o de lluz? ¿pebides acaso
semaes nel silenciu? Agora sábeslo

y posiblemente rías contenida como siempre,
caltenida nuna emoción que nunca provecía
fuera de les llendes de los que brindábemos

contigo pola vida. Agora, yá ves,
yo recuerdo los tus gueyos, la palabra exacta,
la sonrisa, entre blincu y esnalín de gatu,

que se llanzaba acariciándolu nel rabión
d'una existencia entendida como laberintu.
Sedrá esta la última respuesta, la que se da

precisa la explicación, sedrálo, nun lo sé,
la vida entre pasadizos que lleven ayures.
Toos somos Ariadna, Tiséu y el Minotauru,

toos nos acercamos seles, dándonos la mano,
hacia lo escuro. Quiero albidrar una lluz al fondo
onde sonríes yá a salvo del dolor y del tiempu.


Sombra, luz
A Ana
Las últimas palabras, ¿cuáles serán?
¿De sombra, de luz? ¿Semillas acaso
en silencio trasvoladas? Lo sabes ahora

y posiblemente sonrías contenida,
encerrada en una emoción que se desbordaba
fuera de los límites de quienes brindábamos

ayer mismo contigo por la vida. Ahora, ya ves.
Recuerdo tus ojos, la palabra exacta,
la sonrisa, entre vuelo y salto de gato,

que se lanzaba acariciándolo en el torbellino
de una existencia entendida como laberinto.
Quizás sea esa la respuesta, la que desvela

precisa la explicación, lo será, no lo sé,
la vida que lleva entre pasadizos hacia dónde.
Todos somos Ariadna, Teseo y el Minotauro,

todos silenciosos nos damos la mano
hacia lo oscuro. Quiero presentir una luz al fondo
donde sonríes a salvo del dolor y del tiempo.

Vivir de mirar

Alrededor de una mesa que agitaba el crítico José Luis García Martín en el Café Oliver de Oviedo fue tomando forma una tribu de poetas que en los años 90 apuntalaron una forma de decir. Entre ellos estaba Xuan Bello (Paniceiros, Tineo, 1965), agitador de la literatura asturiana.
En 1997 publicó Los caminos secretos, que no fue exactamente un libro sino el origen de una expedición en la palabra. Un andar en el que ha dejado conjuntos iluminadores de su mundo y su paisaje, donde la poesía está como exploración también de lo antipoético. Entre El libro viejo y El libro nuevo han pasado más de dos décadas, pero la coherencia de su escritura no se ha visto alterada. Aunque sí ahondada. Y cada vez más consciente de la vasta riqueza de un mundo propio que es aquel que tiene exactamente las mismas credenciales que algunos de sus libros de prosa: Historia universal de Paniceiros o Los cuarteles de la memoria. 
Bello es un poeta que se va desplegando de otras maneras, pero siempre desde los modales de una forma de mirar que tiene la memoria como un mapa íntimo, como un espacio de encuentro y reencuentro con el otro, no como un ajuste de cuentas, ni como lugar de nostalgias donde hacer prisioneros. Sino como un territorio donde el poema, sencillamente, nos junta.