ROMANCE DE LA CAVA
(ROMANCES DEL REY DON RODRIGO
(ROMANCES DEL REY DON RODRIGO
Y LA PÉRDIDA DE ESPAÑA)
Amores trata Rodrigo descubierto ha su cuidado;
a la Cava lo decía, de quien era enamorado:
miraba su lindo rostro, miraba su rostro alindado
sus lindas y blancas manos él se las está loando.
-Querría que me entendieses por la vía que te hablo:
darte hia mi corazón, y estaría al tu mandado
La Cava, como es discreta, a burlas lo había echado.
El rey le hace juramento que de veras se lo ha hablado.
Todavía lo disimula, y burlando se ha excusado.
El rey va a tener la siesta, y en un retrete se ha entrado;
con un paje de los suyos por la Cava ha enviado.
La Cava, muy descuidada, cumplió luego su mandado.
El rey, luego que la vido, hale de recio apretado,
haciéndole mil ofertas, si ella hacía su rogado.
Ella nunca hacerlo quiso, por cuanto él le ha mandado:
y así el rey lo hizo por fuerza con ella, y contra su grado.
La Cava se fue enojada, y en su cámara se ha entrado.
No sabe si lo decir o si lo tener callado.
Cada día gime y llora, su hermosura va gastando.
Una doncella, su amiga, mucho en ello había mirado,
y hablóle de esta manera de esta suerte le ha hablado:
-Agora siento, la Cava, mi corazón engañado,
en no me decir lo que sientes de tu tristeza y tu llanto.
La Cava no se lo dice; mas al fin se lo ha otorgado:
dice cómo el rey Rodrigo la ha por fuerza deshonrado,
y porque más bien lo crea, háselo luego mostrado.
La doncella que lo vido, tal consejo le ha dado:
-Escríbeselo a tu padre, tu deshonra demostrando.
La Cava lo hizo luego, como se lo ha aconsejado,
y da la carta a un doncel que de la Cava es criado.
Embarcárase en Tarifa, y en Ceuta la hubo levado,
donde era su padre, el conde, y en sus manos la hubo dado.
Su madre, como lo supo, grande llanto ha comenzado.
El conde la consolaba con que la haría bien vengado
de la deshonra tan grande que el rey les había causado.
7 comentarios:
Buenos lugares las cavas. Incluso para la poesía...
Juro que quiero apreciar lo que intuyo pero no logro ver, me pierdo demasiado, pero lo seguiré intentando.
Esta leyenda, ¿quiénes la empezarían?, ¿los amigos o los enemigos de Rodrigo?.
El Romancero es demasiado castellano, Carlos, no te preocupes.
Seguro que los enemigos, Marian.
En una de las Cavas está Lucio, que yo lo he visto, Gato.
Y yo, comiendo huevos estrellados.
Como el rey emérito.
Pero en fechas distintas, y, seguramente, con vinos distintos...
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