Alto en la cumbre
Todo el jardín
Luna de oro
Más precioso es el roce
De tu boca en la sombra.
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La voz del ave
Que la penumbra esconde
Ha enmudecido.
Andas por tu jardín.
Algo, lo sé, te falta.
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La ajena copa,
La espada que fue espada
En otra mano,
La luna de la calle,
¿Dime, acaso no bastan?
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Bajo la luna
El tigre de oro y sombra
Mira sus garras.
No sabe que en el alba
Han destrozado un hombre
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Triste la lluvia
Que sobre el mármol cae,
Triste ser tierra.
Triste no ser los días
Del hombre, el sueño, el alba.
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No haber caído,
Como otros de mi sangre,
En la batalla.
Ser en la vana noche
El que cuenta las sílabas.
De El oro de los tigres, 1972
4 comentarios:
Increíbles tankas... Y en el último verso una confesión. JLB en estado puro.
Magníficos tankas de Borges, aunque el primero parece que no sigue la regla más habitual del 5-7-5-7-7, sino que opta por un 5-5-5-7-7. Da igual, los tankas parece que son bastante elásticos.
El último tanka rememora la parte militar de su familia, y casi se hace un reproche a sí mismo al haber quedado en "el que cuenta las sílabas" en la vana noche.
Sí, reproche, esa es la palabra. Y ese verso anterior tan borgeano "ser en la vana noche" que siempre predispone a escucharlo.
Del mismo estilo de aquello de "en el cansado espejo".
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