Antes de la peluca y la casaca
fueron los ríos, ríos arteriales;
fueron las cordilleras, en cuya onda raída
el cóndor o la nieve parecían inmóviles;
fue la humedad y la espesura, el trueno
sin nombre todavía, las pampas planetarias.
El hombre tierra fue, vasija, párpado
del barro trémulo, forma de la arcilla,
fue cántaro caribe, piedra chibcha,
copa imperial o sílice araucana.
Tierno y sangriento fue, pero en la empuñadura
de su arma de cristal humedecido,
las iniciales de la tierra estaban
escritas.
Nadie pudo
recordarlas después: el viento
las olvidó, el idioma del agua
fue enterrado, las claves se perdieron
o se inundaron de silencio o sangre.
No se perdió la vida, hermanos pastorales.
Pero como una rosa salvaje
cayó una gota roja en la espesura
y se apagó una lámpara de tierra.
Yo estoy aquí para contar la historia.
Desde la paz del búfalo
hasta las azotadas arenas
de la tierra final, en las espumas
acumuladas de la luz antártica,
y por las madrigueras despeñadas
de la sombría paz venezolana,
te busqué, padre mío,
joven guerrero de tiniebla y cobre
o tú, planta nupcial, cabellera indomable,
madre caimán, metálica paloma.
Yo, incásico del légamo,
toqué la piedra y dije:
¿Quién
me espera? Y apreté la mano
sobre un puñado de cristal vacío.
Pero anduve entre flores zapotecas
y dulce era la luz como un venado,
y era la sombra como un párpado verde.
Tierra mía sin nombre, sin América,
estambre equinoccial, lanza de púrpura,
tu aroma me trepó por las raíces
hasta la copa que bebía, hasta la más delgada
palabra aún no nacida de mi boca.
Chet Baker - Like Someone In Love
sábado, 24 de julio de 2010
Sube a nacer conmigo, hermano (Fragmento de Alturas de Macchu Picchu) - Pablo Neruda - Los Jaivas - Chile
Sube a nacer conmigo, hermano.
Dame la mano desde la profunda
zona de tu dolor diseminado.
No volverás del fondo de las rocas.
No volverás del tiempo subterráneo.
No volverá tu voz endurecida.
No volverán tus ojos taladrados.
Mírame desde el fondo de la tierra,
labrador, tejedor, pastor callado:
domador de guanacos tutelares:
albañil del andamio desafiado:
aguador de las lágrimas andinas:
joyero de los dedos machacados:
agricultor temblando en la semilla:
alfarero en tu greda derramado:
traed a la copa de esta nueva vida
vuestros viejos dolores enterrados.
Mostradme vuestra sangre y vuestro surco,
decidme: aquí fui castigado,
porque la joya no brilló o la tierra
no entregó a tiempo la piedra o el grano:
señaladme la piedra en que caísteis
y la madera en que os crucificaron,
encendedme los viejos pedernales,
las viejas lámparas, los látigos pegados
a través de los siglos en las llagas
y las hachas de brillo ensangrentado.
Yo vengo a hablar por vuestra boca muerta.
A través de la tierra juntad todos
los silenciosos labios derramados
y desde el fondo habladme toda esta larga noche,
como si yo estuviera con vosotros anclado,
contadme todo, cadena a cadena,
eslabón a eslabón, y paso a paso,
afilad los cuchillos que guardasteis,
ponedlos en mi pecho y en mi mano,
como un río de rayos amarillos,
como un río de tigres enterrados,
y dejadme llorar, horas, días, años,
edades ciegas, siglos estelares.
Dadme el silencio, el agua, la esperanza.
Dadme la lucha, el hierro, los volcanes.
Apagadme los cuerpos como imanes.
Acudid a mis venas y a mi boca.
Hablad por mis palabras y mi sangre.
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lunes, 19 de julio de 2010
Poetas de al-Andalus/Sefarad/ 5 - Cuando se trata de ella... - Abu Muhammad Ali Ibn Hazm - al-Andalus
Cuando se trata de ella, me agrada la plática,
y exhala para mí un exquisito olor de ámbar.
Si habla ella, no atiendo a los que están a mi lado
y escucho sólo sus palabras placientes y graciosas.
Aunque estuviese con el Príncipe de los Creyentes,
no me desviaría de mi amada en atención a él.
Si me veo forzado a irme de su lado,
no paro de mirar atrás y camino como una bestia herida;
pero, aunque mi cuerpo se distancie, mis ojos quedan fijos en ella,
como los del náufrago que, desde las olas, contemplan la orilla.
Si pienso que estoy lejos de ella, siento que me ahogo
como el que bosteza entre la polvareda y la solana.
Si tú me dices que es posible subir al cielo,
digo que sí y que sé dónde está la escalera.
Versión de Emilio García Gómez
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jueves, 8 de julio de 2010
Pájaro extraño - Yuan Chi - China
El pájaro extraño hace su residencia en los bosques,
su nombre es Fénix.
Por la mañana bebe del arroyo de miel,
por la noche busca reposo en la colina.
A través del campo suena su nota penetrante,
estirando el cuello, su ojo alcanza todos los rincones de la tierra.
Ahí va una ráfaga del viento Oeste,
hace que su plumaje se deteriore.
Entonces vuela al oeste, hacia las Montañas K'un-lung,
y ¿quién sabe cuándo regresará?
Ahora un gran lamento se apodera de mi mente.
¡Si sólo tuviese mi hogar en otro lugar!
su nombre es Fénix.
Por la mañana bebe del arroyo de miel,
por la noche busca reposo en la colina.
A través del campo suena su nota penetrante,
estirando el cuello, su ojo alcanza todos los rincones de la tierra.
Ahí va una ráfaga del viento Oeste,
hace que su plumaje se deteriore.
Entonces vuela al oeste, hacia las Montañas K'un-lung,
y ¿quién sabe cuándo regresará?
Ahora un gran lamento se apodera de mi mente.
¡Si sólo tuviese mi hogar en otro lugar!
martes, 6 de julio de 2010
Literatura satírica y burlesca/1 - Tres cosas me tienen preso - Baltasar del Alcázar - España
Tres cosas me tienen preso
de amores el corazón:
la bella Inés, y jamón,
y berenjenas con queso.
Una Inés, amantes, es,
quien tuvo en mí tal poder,
que me hizo aborrecer
todo lo que no era Inés:
trájome un año sin seso,
hasta que en una ocasión
me dió a merendar jamón
y berenjenas con queso.
Fué de Inés la primer palma,
pero ya juzgarse ha mal
entre todos ellos cuál
tiene más parte en mi alma.
En gusto, medida y peso
no les hallo distinción;
ya quiero Inés, ya jamón,
ya berenjenas con queso.
Alega Inés su beldad;
el jamón, que es de Aracena;
el queso y la berenjena,
su andaluza antigüedad.
Y está tan en fil el peso,
que, juzgado sin pasión,
todo es uno: Inés, jamón
y berenjenas con queso.
Servirá este nuevo trato
destos mis nuevos amores
para que Inés sus favores
nos los venda más barato;
pues tendrá por contrapeso,
si no hiciere razón,
una lonja de jamón
y berenjenas con queso.
de amores el corazón:
la bella Inés, y jamón,
y berenjenas con queso.
Una Inés, amantes, es,
quien tuvo en mí tal poder,
que me hizo aborrecer
todo lo que no era Inés:
trájome un año sin seso,
hasta que en una ocasión
me dió a merendar jamón
y berenjenas con queso.
Fué de Inés la primer palma,
pero ya juzgarse ha mal
entre todos ellos cuál
tiene más parte en mi alma.
En gusto, medida y peso
no les hallo distinción;
ya quiero Inés, ya jamón,
ya berenjenas con queso.
Alega Inés su beldad;
el jamón, que es de Aracena;
el queso y la berenjena,
su andaluza antigüedad.
Y está tan en fil el peso,
que, juzgado sin pasión,
todo es uno: Inés, jamón
y berenjenas con queso.
Servirá este nuevo trato
destos mis nuevos amores
para que Inés sus favores
nos los venda más barato;
pues tendrá por contrapeso,
si no hiciere razón,
una lonja de jamón
y berenjenas con queso.
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sábado, 3 de julio de 2010
QUIJOTESCAS/ 15 - Fragmento de Don Quixote - Carlos Drummond de Andrade - Brasil
I. Soneto de la locura
Es rica, mi pobre casa, en quimeras
y voy sin destino lidiando espantos,
mi nombre ha de romper obscuras eras,
tal cual Pentapolín, rey Garamanta.
Ronda mi mente un tropel de batallas
jamás vistas en tierra, mar o infierno.
Si de la cocina escapa olor de ajo
me huele a aroma de la gloria eterna.
Doncellas a salvar, mil en la Tierra
y yo y mi rocín, chispa, grito,
fin a entuertos, héroe de seda y fierro,
y no duermo, angustiado, y ceno nubes
con la obsesión de que al fin la bendita
Edad de Oro de las alturas baje.
Traducción de Edmundo Font
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