...
Sé de cielos que estallan en rayos; sé de trombas,
resacas y corrientes: ¡sé de la noche y del alba
exaltada al igual que un pueblo de palomas,
y he visto algunas veces, lo que el hombre creyó ver!
¡He visto en el ocaso, manchado de horror místico,
el sol iluminando coágulos violeta,
igual que los actores de los dramas antiguos,
las olas rodar lejos con temblor de muaré!
¡Soñé la noche verde de nieves deslumbrantes,
besos que suben lentos a los ojos del mar,
las savias inauditas correr, y el despertar
amarillo y azul de fósforos cantores!
¡Seguí durante meses, como un ganado histérico,
viendo asaltar las olas los firmes arrecifes
sin pensar que los pies luminosos de las Marías
pudiesen bridar el morro de los océanos asmáticos!
¡He embestido, sabéis, increíbles Floridas,
ojos de pantera con piel humana, mezclando
a las flores! ¡Arcos iris tendidos como riendas
bajo el horizonte marino, a glaucos rebaños!
He visto fermentar los enormes pantanos,
trampas en cuyos juncos se pudre un Leviatán;
derrumbarse las aguas en medio de bonanzas
en abismos lejanos cayendo en catarata.
Glaciares, soles de plata, olas de nácar, cielos de brasa,
zabordas odiosas al fin de oscuros golfos,
donde sierpes gigantes por chinches devoradas,
de árboles torcidos caen entre negras fragancias.
Sé de cielos que estallan en rayos; sé de trombas,
resacas y corrientes: ¡sé de la noche y del alba
exaltada al igual que un pueblo de palomas,
y he visto algunas veces, lo que el hombre creyó ver!
¡He visto en el ocaso, manchado de horror místico,
el sol iluminando coágulos violeta,
igual que los actores de los dramas antiguos,
las olas rodar lejos con temblor de muaré!
¡Soñé la noche verde de nieves deslumbrantes,
besos que suben lentos a los ojos del mar,
las savias inauditas correr, y el despertar
amarillo y azul de fósforos cantores!
¡Seguí durante meses, como un ganado histérico,
viendo asaltar las olas los firmes arrecifes
sin pensar que los pies luminosos de las Marías
pudiesen bridar el morro de los océanos asmáticos!
¡He embestido, sabéis, increíbles Floridas,
ojos de pantera con piel humana, mezclando
a las flores! ¡Arcos iris tendidos como riendas
bajo el horizonte marino, a glaucos rebaños!
He visto fermentar los enormes pantanos,
trampas en cuyos juncos se pudre un Leviatán;
derrumbarse las aguas en medio de bonanzas
en abismos lejanos cayendo en catarata.
Glaciares, soles de plata, olas de nácar, cielos de brasa,
zabordas odiosas al fin de oscuros golfos,
donde sierpes gigantes por chinches devoradas,
de árboles torcidos caen entre negras fragancias.
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1 comentario:
Me gusta. Y tiene un gran parecido con el final de la última intervención del replicante de Blade Runner.
Es curioso, cómo en sirenas presentan como si fuera de Rimbaud un poema mixto:
http://sirenashoy.blogspot.com/2010/09/buenos-dias-tristeza.html
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