Aquí,
los tuyos piensan mucho en tu peinado
C. Vallejo
Imaginando
que un tren habrá llegado a su destino
-ese tren que te acerca-
que en el andén, sobresaltados,
tus ojos se espabilan,
el reloj se impacienta.
O así me lo imagino:
que un taxi llega siempre al amor mío
-cada hora te acerca-
que tus besos encuentran el balcón,
mi vestido te anuncia,
el corazón se alerta.
Quiero decir, sabiendo
que cruzaste la calle,
que el ascensor te reconoce
-y el giro de la llave-
que los zapatos te abandonan,
que tu camisa ha visto
el último botón de mi camisa.
Y dando por supuesto
que en la alfombra se aplasta un cigarrillo
sobre una quemadura irreparable...
Mira que eres desastre.
que un taxi llega siempre al amor mío
-cada hora te acerca-
que tus besos encuentran el balcón,
mi vestido te anuncia,
el corazón se alerta.
Quiero decir, sabiendo
que cruzaste la calle,
que el ascensor te reconoce
-y el giro de la llave-
que los zapatos te abandonan,
que tu camisa ha visto
el último botón de mi camisa.
Y dando por supuesto
que en la alfombra se aplasta un cigarrillo
sobre una quemadura irreparable...
Mira que eres desastre.
4 comentarios:
Me gustan sus imágenes, nítidas y a la vez vacilantes. Logra eso, capturar fragmentos, instantes, pinta lo muchas veces inexpresable.
Sí, y además humor: "Mira que eres desastre".
Y aun sabiendo de esa quemadura irreparable... está deseando que llegue por fin.
Anda que...
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