A Susana Reisz, en Roosevelt Island
Susana ve pasar los barcos cada noche
Ella está sentada frente a su ventana
escuchando a los héroes de Haendel
en la voz de Andreas Scholl
mientras su memoria le dicta insomne
No estamos hechos de las cosas que recordamos
Estamos hechos de cuanto no conseguimos olvidar
Y ve pasar los barcos Cada noche ve pasar los barcos
Barcos que no sabe adónde irán
Barcos que tal vez sean los mismos cada noche
Barcos insomnes Barcos centinelas
Susana ve pasar los barcos como preguntas
No dejan estelas Dejan signos de interrogación
Susana ve pasar los barcos como días
No dejan cicatrices Pero sí el dolor de las cicatrices
Cicatrices que ya no se recuerda de qué golpe fueron
Cicatrices que tal vez ni siquiera fueran nuestras
Cicatrices memoriales Cicatrices que son fuentes
Susana ve pasar los barcos cada noche
No les hace ningún gesto Pero a su modo los despide
Les dice Ah salúdenme a aquel que ya no conoceré
Denle recuerdos a aquella que fui
Susana sabe que los barcos no la escuchan
Pero se llevan sus saludos que no llegarán a su destino
Que acabarán en algún lugar del que todo lo ignora
Susana ve pasar los barcos Cada noche ve pasar los barcos.
4 comentarios:
"No estamos hechos de las cosas que recordamos
Estamos hechos de cuanto no conseguimos olvidar" no dejsn de resonarme estos versos en mi cabeza. Es uno de esos casos en los que encuentras reflejado en la piesía, en la palabra aquello que estaba dentro tuyo pero que no encontrabas palabras para decirlo y ahí está, bien claro. Bellísima entrada.
Uno se queda melanco en ese puente (y conste que no traía yo la dulce melancolía que me deja leer este inolvidable poema) viendo pasar los versos de Martín López-Vega. La diferencia es que estos versos sí llegan a destino: regresan, en palabras de Agostina, y quedan también resonando en mi cabeza.
Otra diferencia es que no escucho al excelso Haendel en la voz de Andreas Scholl sino el saxo del melanco Coltrane. Debe ser por la maravillosa foto elegida para ilustrar.
Esos versos, Agostina, son para enmarcar, porque son verdad.
"Viendo pasar los barcos", "viendo pasar los versos" de López-Vega. Sí.
Curiosísima para estas épocas la voz de Andreas Scholl, para muchos el mejor contratenor de la actualidad.
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