Dedicado a mi madre (fallecida el 7 de septiembre de 2019 a los 99 años) con inmensa pena e infinito agradecimiento.
Tu nombre viene lento como las músicas humildes
y de tus manos vuelan palomas blancas
Mi recuerdo te viste siempre de blanco
como un recreo de niños que los hombres miran desde aquí
[distante
Un cielo muere en tus brazos y otro nace en tu ternura
A tu lado el cariño se abre como una flor cuando pienso
Entre ti y el horizonte
mi palabra está primitiva como la lluvia o como los himnos
Porque ante ti callan las rosas y la canción
4 comentarios:
Lo siento, Juan, sinceramente te acompaño, de corazón, como tus palabras en su momento. No creas que nos la recuerdo.
Te mando un fuerte abrazo entre las entrañables palabras de Oquendo de Amat que cada tanto releo.
Muchas gracias, amigo Carlos.
Esto, aunque lo esperes (99 años son muchos años), cuando llega duele igual.
Muy agradecido.
Nos seguiremos leyendo y comentando.
Claro que duele y seguirá doliendo, seguramente. Pero tecordarla bien será sanador y contribuirá a honrarla.
Un abrazo también para tu hermano José.
Claro, lo que dices parece (es) muy cierto.
Le daré a mi hermano un abrazo de tu parte.
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