La poeta Maya Angelou, bailarina, actriz, cantante, prostituta, cineasta, profesora, colaboradora de Martin Luther King, Malcolm X y Nelson Mandela, falleció el pasado 28 de mayo a los 86 años. Descanse.
Y aún así... yo me levanto
con tus amargas, torcidas mentiras,
puedes aventarme al fango
y aún así, como el polvo... me levanto.
¿Mi descaro te molesta?
¿Porqué estás ahí quieto, apesadumbrado?
Porque camino
como si fuera dueña de pozos petroleros
bombeando en la sala de mi casa...
Como lunas y como soles,
con la certeza de las mareas,
como las esperanzas brincando alto,
así... yo me levanto.
¿Me quieres ver destrozada?
cabeza agachada y ojos bajos,
hombros caídos como lágrimas,
debilitados por mi llanto desconsolado.
¿Mi arrogancia te ofende?
No lo tomes tan a pecho,
Porque yo río como si tuviera minas de oro
excavándose en el mismo patio de mi casa.
Puedes dispararme con tus palabras,
puedes herirme con tus ojos,
puedes matarme con tu odio,
y aún así, como el aire, me levanto.
¿Mi sensualidad te molesta?
¿Surge como una sorpresa
que yo baile como si tuviera diamantes
ahí, donde se encuentran mis muslos?
De las barracas de vergüenza de la historia
yo me levanto
desde el pasado enraizado en dolor
yo me levanto
soy un negro océano, amplio e inquieto,
manando
me extiendo, sobre la marea,
dejando atrás noches de temor, de terror,
me levanto,
a un amanecer maravillosamente claro,
me levanto,
brindado los regalos legados por mis ancestros.
Yo soy el sueño y la esperanza del esclavo.
Me levanto.
Me levanto.
Me levanto.
Aprendí que no importa lo que pase, o qué tan malo pueda parecer el día de hoy, la vida continúa y mañana será mejor.
Aprendí que puede decirse mucho sobre una persona a partir de la manera en que maneja tres situaciones simples: un día lluvioso, la pérdida de su equipaje y el enredo de las luces navideñas.
Aprendí que, sín importar la relación que tengas con tus padres, los extrañarás enormemente cuando ya no estén con vida.
Aprendí que algo de qué vivir, no es lo mismo que vivir.
Aprendí que, a veces, la vida te da segundas oportunidades.
Aprendí que no hay que ir por la vida con guantes en ambas manos; tienes que saber tirar algunas cosas.
Aprendí que cuando decido algo con el corazón abierto, casi siempre tomo la decisión correcta.
Aprendí que incluso cuando siento molestias, yo no tengo que ser una de ellas.
Aprendí que todos los días hay que acercarse y tocar a alguien. Todos amamos un abrazo cálido o simplemente, una palmada amistosa en la espalda.
Aprendí que a esta altura de mi vida, todavía tengo mucho que aprender.
Aprendí que las personas podrán olvidar lo que dijiste, podrán olvidar lo que hiciste, pero nunca olvidarán cómo las hiciste sentir.
13 comentarios:
Terngo que investigar más a fondo en estaescritora.
Descanse.
Yo también. Creo que merecerá la pena.
Poeta y todo lo demás. Hace unos años Obama la condecoró junto a Bob Dylan en la Casa Blanca. En algún blog leí que esa noche, cuando ella felicitó a Dylan por Mr. Tambourine Man y Gotta Serve Somebody, entre otras canciones, Bob la felicitó citando a la perfección varios de sus poemas. Por supuesto, bien merecido tiene su descanso.
¿Seres excesivos los dos? Aunque de distinta manera.
Con algún grado de inmensidad?
No sé, son gente a la que es difícil (por no decir imposible) acotar.
Me quedo con eso. Tal cual.
Grandes frases, grandes pensamientos.
Pregunto, no será esta a quien dedica Van Morrison la canción Angelou en el disco Into the music?
Cuidado, este blog empieza a oler a revolución.
Pues no lo sé, Jose, es posible, aunque no encuentro ninguna referencia.
Este blog es plural, Finchu, aquí caben todos.
Muy interesante, desde luego. El último "aprendí" es así realmente, tanto en lo bueno como en lo malo.
Ah, bueno, me habías asustado con un poema tan radical, me alegro de que todo vuelva por el camino plural.
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