Aunque esta serie se dio por finalizada con la entrega nº 23 en la que el padre de Don Quijote se reivindica a sí mismo, el soneto de Antonio Casares bien merece que la rescatemos, aunque sea momentáneamente.
¿En qué dios se inspiró, qué oscuro numen
le dio el bello perfume de las rosas,
cómo hizo caber todas las cosas
en el breve recinto de un volumen?
En él todas las cosas se resumen,
Las más terribles y maravillosas,
Las más sublimes y las más tediosas,
Y aquellas que en el fuego se consumen.
Él volvió a unir lo igual y lo disperso,
El futuro y el hoy, el hoy y el antes,
Los mundos materiales con la Idea.
En El Quijote cabe el universo,
Pero ¿qué habría sido de Cervantes,
Si no hubiese soñado a Dulcinea?
2 comentarios:
Gran cuadro has escogido para un estupendo poema.
En el poema cabe El Quijote, lo mismo que "en el Quijote cabe el Universo". Genial.
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