I
The Eagle soars in the summit of Heaven,
The Hunter with his dogs pursues his circuit.
O perpetual revolution of configured stars,
O perpetual recurrence of determined seasons,
O world of spring and autumn, birth and dying!
The endless cycle of idea and action,
Endless invention, endless experiment,
Brings knowledge of motion, but not of stillness;
Knowledge of speech, but not of silence;
Knowledge of words, and ignorance of the Word.
All our knowledge brings us nearer to our ignorance,
All our ignorance brings us nearer to death,
But nearness to death no nearer to God .
Where is the Life we have lost in living?
Where is the wisdom we have lost in knowledge?
Where is the knowledge we have lost in information?
The cycles of Heaven in twenty centuries
Bring us farther from God and nearer to the Dust.
I journeyed to London, to the timekept City,
Where the River flows, with foreign flotations.
There I was told: we have too many churches,
And too few chop-houses. There I was told:
Let the vicars retire. Men do not need the Church
In the place where they work, but where they spend their Sundays.
In the City, we need no bells:
Let them waken the suburbs.
I journeyed to the suburbs, and there I was told:
We toil for six days, on the seventh we must motor
To Hindhead, or Maidenhead.
If the weather is foul we stay at home and read the papers.
In industrial districts, there I was told
Of economic laws.
In the pleasant countryside, there it seemed
That the country now is only fit for picnics.
And the Church does not seem to be wanted
In country or in suburb; and in the town
Only for important weddings.
V
O Lord, deliver me from the man of excellent intention
and impure heart: for the heart is deceitful above all things,
and desperately wicked.
Sanballat the Horonite and Tobiah the Ammonite and Geshem the
Arabian: were doubtless men of public
spirit and zeal.
Preserve me from the enemy who has something to gain:
and from the friend who has something to lose.
Remembering the words of Nehemiah the Prophet:
"The trowel in hand, and the gun rather loose in the
holster."
Those who sit in a house of which the use is
forgotten:
are like snakes that lie on mouldering
stairs, content in the sun light.
And the others run about like dogs, full of enterprise,
sniffing and barking: they say, " This house is a nest of
serpents, let us destroy it,
And have done with these abominations,
the turpitudes of the Christians." And these are not
justified, nor the others.
And they write innumerable books; being too vain and
distracted for silence: seeking every one after
his own elevation, and dodging his emptiness.
If humility and purity be not in the heart, they are not
in the home: and if they are not in the home, they are not in
the City.
The man who has builded during the day would return to his
hearth at nightfall: to be blessed with the gift of
silence, and doze before he sleeps.
But we are encompassed with snakes and dogs: therefore
some must labour, and others must hold the spears.
VI
It is hard for those who have never known persecution,
And who have never known a Christian,
To believe these tales of Christian persecution.
It is hard for those who live near a Bank
To doubt the security of their money.
It is hard for those who live near a Police Station
To believe in the triumph of violence.
Do you think that the Faith has conquered the World
And that lions no longer need keepers?
Do you need to be told that whatever has been, can still be?
Do you need to be told that even such modest attainments
As you can boast in the way of polite society
Will hardly survive the Faith to which they owe their significance?
Men! polish your teeth on rising and retiring;
Women! polish your fingernails:
You polish the tooth of the dog and the talon of the cat.
Why should men love the Church? Why should they love her laws?
She tells them of Life and Death, and of all that they would forget.
She is tender where they would be hard, and hard where they like
to be soft.
She tells them of Evil and Sin, and other unpleasant facts.
They constantly try to escape
From the darkness outside and within
By dreaming of systems so perfect that no one will need to be
good.
But the man that is will shadow
The man that pretends to be.
And the Son of Man was not crucified once for all,
The blood of the martyrs not shed once for all,
The lives of the Saints not given once for all:
But the Son of Man is crucified always
And there shall be Martyrs and Saints.
And if blood of Martyrs is to flow on the steps
We must first build the steps;
And if the Temple is to be cast down
We must first build the Temple.
La roca
I
El águila se cierne en la cumbre del cielo,
el cazador con sus perros sigue sus vueltas,
¡oh perpetua revolución de estrellas en configuraciones,
oh perpetua recurrencia de estaciones determinadas,
oh mundo de primavera y otoño, nacimiento y agonía!
El eterno ciclo de idea y acción,
eterno invento, eterno experimento,
nos da el conocimiento del movimiento, pero no de la
quietud;
el conocimiento del hablar, pero no del silencio;
el conocimiento de las palabras, y la ignorancia de la
Palabra.
Todo nuestro conocimiento nos acerca más a la ignorancia,
toda nuestra ignorancia nos acerca más a la muerte,
pero cerca de la muerte no es más cerca de Dios.
¿Dónde está la vida que hemos perdido viviendo?
¿Dónde está la sabiduría que hemos perdido en
conocimientos?
¿Dónde están los conocimientos que hemos perdido en
información?
Los ciclos del cielo durante veinte siglos
nos alejan más de Dios y nos acercan al polvo.
Marché a Londres, a la ciudad regida por el tiempo
donde el río corre, con extranjeras flotaciones.
Allí me dijeron: tenemos demasiadas iglesias,
y pocos restaurantes. Allí me dijeron
que jubilen a los vicarios. Los hombres no necesitan la
Iglesia
en el sitio en que trabajan, sino allí donde pasan el domingo.
En la ciudad, no necesitamos campanas:
que ellas despierten los suburbios.
Marché a los suburbios, y allí me dijeron:
trabajamos seis días, el séptimo es para ir en auto a
Hindhead, o a Maidenhead.
Si hace mal tiempo nos quedamos en casa y leemos los
periódicos,
en los sectores industriales, allí me hablaron
de leyes económicas.
En las pintorescas zonas rurales, allí parecía
que el campo ahora solo sirve para picnics.
Y la iglesia parece que no la quieren
ni en campos ni suburbios; y en la ciudad
solamente para bodas importantes.
V
Oh, Señor, líbrame del hombre de excelentes intenciones
y corazón impuro: porque el corazón es engañoso
sobre todas las cosas e irremediablemente perverso.
Sanballat el Horonita y Tobías el Amonita y Geshem el
Árabe: eran hombres indudablemente de celo y espíritu
público.
Presérvame del enemigo que tiene algo que ganar: y del
amigo que tiene algo que perder.
Recordando las palabras de Nehemías el Profeta: “La
llana en la mano, y el revólver más bien suelto en la
funda.”
Aquellos que se sientan en una casa cuyo uso se ha
olvidado: son como culebras sobre escaleras
derrumbadas, contentas en el sol.
Y los otros corren como perros, llenos de actividad,
oliendo y ladrando; dicen: “Esta casa es un nido de
culebras, vamos a destruirla,
y a terminar con estas abominaciones.” Y estos no están
justificados, ni los otros.
Y escriben libros innumerables; siendo demasiado vanos y
aturdidos para el silencio: buscando cada uno cómo
elevarse y escabullendo su vacío.
Si la humildad y la pureza no están en el corazón, no lo
están en la casa; y si no están en la casa no están en la
ciudad.
Y el hombre que ha construido todo el día regresará a su
casa al anochecer: para ser bendecido con el don del
silencio, y cabecear antes de dormir.
Pero estamos rodeados de culebras y perros; por tanto
unos deben trabajar y otros deben sostener las lanzas.
VI
Es difícil para aquellos que nunca han conocido
persecución,
y que nunca han conocido un cristiano,
creer estos cuentos de la persecución cristiana.
Es difícil para aquellos que viven junto a un Banco
dudar de la seguridad de su dinero.
Es difícil para aquellos que viven junto a un puesto de
Policía
creer en el triunfo de la violencia.
¿Creéis que la Fe ha conquistado el mundo
y que los leones ya no necesitan de guardianes?
¿Necesitáis que se os diga que cualquier cosa que ya
hubo, puede aún volver a haber?
¿Necesitáis que se os diga que aun prendas tan modestas
que os podéis vanagloriar de ellas en la sociedad bien
educada
difícilmente sobrevivirán a la Fe a la que deben su importancia?
¡Hombres! Pulid vuestros dientes al acostaros y levantaros;
¡mujeres! Pulid vuestras uñas:
vosotros afiláis los dientes del perro y las garras del gato.
¿Por qué van a amar los hombres a la Iglesia? ¿Por qué
van a amar sus leyes?
Ella les habla de Vida y de Muerte, y de todo lo que ellos
olvidarían.
Ella es tierna donde ellos serían duros, y dura donde ellos
quieren ser suaves.
Ella les habla de Mal y Pecado, y otras desagradables
realidades.
Ellos tratan constantemente de escapar
de las sombras de afuera y de adentro
soñando con sistemas tan perfectos que nadie necesitará
de ser bueno.
Pero el hombre que es le hará sombra
al hombre que pretende ser.
Y el Hijo del Hombre no fue crucificado de una vez por
todas,
ni la sangre de los mártires se derramó de una vez por
todas,
ni la vida de los santos se dio de una vez por todas:
sino que el Hijo del Hombre es crucificado siempre
y habrá siempre mártires y santos.
Y si sangre de mártires va a correr en las gradas
debemos primero construir las gradas;
y si el templo va a ser derribado
debemos primero construir el templo.
Traducción de José Coronel Urtecho y Ernesto Cardenal
El primer coro de La Roca. Mi preferido...
ResponderEliminarT.S. Eliot un iluminado. Otro punto cardinal de la poesía. Verdaderas perlas en medio de toda su verba.
Lo que hablamos la vez pasada. Se disfruta más un poema en sus diferentes versiones de traducción, haciendo como un puzzle, no? ¿Conoces la traducción que Borges hizo de esta masterpiece?
No conozco esa traducción de Borges, pero estaría encantado.
ResponderEliminarHe pillado esto por ahí:
ResponderEliminarEl primer coro de la roca
«Se cierne el águila en la cumbre del cielo,
El cazador y la jauría cumplen su círculo.
¡Oh revolución incesante de configuradas estrellas!
¡Oh perpetuo recurso de estaciones determinadas!
¡Oh mundo del estío y del otoño, de muerte y nacimiento!
El infinito ciclo de las ideas y de los actos,
infinita invención, experimento infinito,
Trae conocimiento de la movilidad, pero no de la quietud;
Conocimiento del habla, pero no dei silencio;
Conocimiento de las palabras e ignorancia de la Palabra.
Todo nuestro conocimiento nos acerca a nuestra ignorancia,
Toda nuestra ignorancia nos acerca a la muerte,
Pero la cercanía de la muerte no nos acerca a Dios.
¿Dónde está la vida que hemos perdido en vivir?
¿Dónde está la sabiduría que hemos perdido en conocimiento?
¿Dónde el conocimiento que hemos perdido en información?
Los ciclos celestiales en veinte siglos
Nos apartan de Dios y nos aproximan al polvo.»
Versión de Jorge Luis Borges
Muy buena, borgeana a más no poder.
La misma, Juan. De pura cepa borgeana.
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