...Y sonríen, a veces, cuando hablan.
Y se dicen , incluso,
palabras
de amor. Pero
se aman
de dos en dos
para
odiar de mil
en mil. Y guardan
toneladas de asco
por cada
milímetro de dicha.
Y parecen -nada
más que parecen- felices,
y hablan
con el fin de ocultar esa amargura
inevitable, y cuántas
veces no lo consiguen, como
no puedo yo ocultarla
por más tiempo; esta
desesperante, estéril, larga
ciega desolación por cualquier cosa
que -hacia donde no sé-, lenta, me arrastra.
Donde hay un feliz, hay un tonto.
ResponderEliminarEn ésos pequeños y raros instantes, en que nos creemos felices, estamos atontados.
ResponderEliminarEl concepto de felicidad es un concepto forzado. ¿Por qué? El ser humano es por definición un ser permanentemente insatisfecho, de tal manera que jamás alcanzará ese ideal que él mismo se ha inventado, y que es completamente falso.
ResponderEliminarMejor olvidémonos de una vez de semejante entelequia. Hay momentos que podríamos considerar más o menos felices (agradables), pero considerar la felicidad como un absoluto o como un todo es absurdo, porque el concepto lo es.
Ah¡ ¿Y por qué está permanentemente insatisfecho? Buena pregunta, ¿a que sí?.
ResponderEliminarSerá que como a todo buen español,le reconcome la envidia.....
ResponderEliminarLa envidia es muy mala, pero no es patrimonio español nada más, lo que pasa es que hay demasiada por metro cuadrado.
ResponderEliminarCon lo bien que se queda uno haciendo la vida más llevadera a los demás, y no jorobándosela.
Ah, y qué bien sienta siempre Ángel González.
ResponderEliminar"haciendo la vida más llevadera a los demás, y no jorobándosela".
ResponderEliminarPor ahí habría que empezar.
Sería un buen comienzo, el único.
ResponderEliminarTuve un profesor de Religión (sacerdote), que era una bomba comparándolo con otros (y sus predicaciones) de aquellos tiempos, nos decía que no olvidásemos nunca: "hemos venido a esta vida a ser felices y a hacer felices, en la medida de lo posible, a los demás, y si uno no es feliz, nunca podrá hacer felices a los demás por más que lo intente".
También nos decía que la dignidad, no confundir con el orgullo, hay que mantenerla siempre presente.
(Lo de feliz o la felicidad, se sobreentiende a qué se refería, tú lo has matizado bastante bien).
Pero
ResponderEliminarse aman
de dos en dos
para
odiar de mil
en mil.
Me ha gustado este post y el debate sobre la felicidad. La felicidad son momentos...
Me alegro de que te haya gustado. Si es que cuando nos ponemos, nos ponemos.
ResponderEliminarNo, Gato, no estoy de acuerdo.
ResponderEliminarQuizá estemos atontados cuando nos permitimos ser infelices tanto tiempo.
Es curioso. Atesoro los recuerdos de los momentos felices. Y cuando siento felicidad, me alegro mucho, mucho. Es un placer sentirse feliz. Por el tiempo que sea, por el motivo que sea...
Sí, es curioso. Soy consciente de la injusticia, el sufrimiento... siento angustia, empatía... Pero también puedo sentir felicidad.
Bueno, o dicho de otro modo: Bendito atontamiento. Bienvenido sea.
Os deseo feliz fin de semana. Atontados todos hasta las trancas, conscientes de... "A Dios rogando y con el mazo dando", pero atontados de felicidad, bien atontados.
Todos sabemos que es irreal hablar de la felicidad como un estado permanente de la vida. Pero si podemos hablar de momentos felices, que se van acumulando a traves del tiempo. Y cuando miramos hacia atras podemos establecer que tan buena fue nuestra vida de acuerdo a cuantos momentos felices tuvimos.
ResponderEliminarSuelo recordar los momentos feos que pase, son tan importantes como los momentos lindos, ya que son esos los que me hacen atesorar los momentos felices.
Bien dicho, Jenni.
ResponderEliminarYo, Jenni, prefiero no recordarlos. Vienen sin más, a veces, y ya es bastante con mantenerlos a raya.
ResponderEliminarSí, sólo hay luz si hay obscuridad. Pero no necesito recordar lo malo para valorar la felicidad cuando se me presenta o cuando soy capaz de generarla. Si puedo elegir, prefiero dedicar mi tiempo a recordar lo feliz, divertido, agradable y entonar un "gracias a la vida".
O algo así.
Más que nada, porque la vida es breve, y ya de por sí se complica o desaparece en un instante... Y es tan estupendo sentirse bien, a gusto, feliz.
ResponderEliminar