Aquí la envidia y mentira
me tuvieron encerrado.
Dichoso el humilde estado
del sabio que se retira
de aqueste mundo malvado,
y con pobre mesa y casa
en el campo deleitoso
con sólo Dios se compasa
y a solas su vida pasa,
ni envidiado ni envidioso.
El tema literario de la vida retirada tomó cuerpo y forma real en una célebre décima (o, mejor, doble quintilla) de contenida y epigramática expresión. Se dijo, y el tiempo, dado a las leyendas, lo ha ido repitiendo, que fray Luis la dejó escrita en la pared de su celda. FRANCISCO RICO
Ahora entiendo la desaparición de ZP,........por sabio y envidiado.
ResponderEliminarNo cura si la fama
ResponderEliminarcanta con voz su nombre pregonera,
ni cura si encarama
la lengua lisonjera
lo que condena la verdad sincera.
Eh gato, que ZP era hombre de gran profundidad espiritual, no te olvides de aquello de "La Tierra es del viento". Que ni Confuncio.
ResponderEliminar¿Y los "brotes verdes"? ¡Qué hallazgo filosófico-literario, oye!
ResponderEliminarY lo de la cultura de las naciones, o algo parecido.
ResponderEliminarSí, lo de la Alianza de Civilizaciones estuvo genial.
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