... Pero no se puede embalsar la vida como si fuera un arroyo mezquino. Crece, desborda, fluye sobre las penurias de un hombre, hasta que un día las aguas se cierran sobre un dolor, como el mar sobre un cadáver, sin importarle cuánto amor se ha ido al fondo...
... mala suerte. La suya había sido maravillosa, pero a lo largo de la vida había comprobado que muchos hombres buenos (marinos y de los otros) se hundían bajo el peso de la pura mala suerte, y había aprendido a reconocer los síntomas fatales...
... Ya había perdido algo de sí mismo: algo de su honestidad y de su orgullo, arrojados a un fantasma hambriento para mantenerlo vivo...
... No. En general, los hombres no eran malos: sólo desdichados o tontos...
... los hombres blancos: hombres arbitrarios y obstinados, que perseguían inflexiblemente sus incomprensibles propósitos, hombres de voz ajena y misteriosa, empujados por sentimientos inexplicables, dirigidos por razones ocultas...
... Había en ellos, como en la vida, la fascinación de la esperanza, la excitación de un misterio a medias revelado, la nostalgia de un deseo a medias satisfecho...
... ya que los hombres se hacen daño mutuamente sólo por ignorancia...
... En un hombre reducido a una posición tan humilde, la llamativa dignidad de sus modales sólo podía expresar algo esencialmente noble en su naturaleza. Porque la serenidad de su temperamento no era, evidentemente, producto del éxito, tenía un aire de profunda sabiduría...
... un hombre jamás estaba a salvo de la voracidad de la especie, a menos que se encontrara en el fondo de un abismo de miseria...
... Había una gran variedad de penas y de problemas, pero no había un lugar donde no lo alcanzaran a uno...
Traducción de Vladi Kociancich
Joseph Conrad, autor de la inolvidable novela El corazón de las tinieblas, origen de la película Apocalypse Now (Francis Ford Coppola), siempre tuvo problemas para hablar correctamente el inglés (nació en Ucrania, cuando Ucrania era polaca), pero ha quedado como uno de los máximos exponentes de la lengua inglesa escrita.
En todas sus novelas, y son muchas, podemos encontrar frases redondas como sentencias. Frases que adquieren la aureola de clásicas e intemporales, como corresponde a un gran literato y, al mismo tiempo, a un gran moralista.
Sin comentario, parecería estúpido.
ResponderEliminarSeguro que no, pero si no hay comentario, no hay comentario. Es que ¿qué comentario podría hacerse a esto?
ResponderEliminarSe comenta por sí solo.
ResponderEliminarPues no se comenta, y punto.
ResponderEliminarHala, eso por escribir tan bien y por decirlo todo él solito, joé...
ResponderEliminarPero sería interesante conocer lo anterior y posterior a los puntos suspensivos, pero bueno, supongo que sería muy largo.
ResponderEliminarToda una novela de unas cuantas páginas.
ResponderEliminarYa, pero me refería a lo que está justito delante y detrás, no a todo el libro, tampoco que fuese imprescindible que estuviera, no, sino interesante.
ResponderEliminar(Y van tres comentarios)
"... un hombre jamás estaba a salvo de la voracidad de la especie, a menos que se encontrara en el fondo de un abismo de miseria..."
ResponderEliminarY ni incluso así. Hay especies y "humanos" de todo tipo con todo tipo de deseos e inclinaciones. Desgraciadamente.
"La condición humana" es lo que tiene.
Afortunadamente, también hay personas extraordinarias cuya compañía nos aporta un bienestar absolutamente deseable.