se deslizan, escrutan y apartando la rama
alargan sus miradas hasta el lugar del drama:
el choque de un desnudo con los sueños de antes.
A solas y soñando ya han sido los amantes
posibles, inminentes, en visión, de la dama.
Tal desnudez real ahora los inflama
que los viejos se asoman, tímidos estudiantes.
¿Son viejos? Eso cuentan. Es cómputo oficial.
En su carne se sienten, se afirman juveniles
porque lo son. Susana surge ante su deseo,
que conserva un impulso cándido de caudal.
Otoños hay con cimas y ráfagas de abriles.
-Ah, Susana. -¡Qué horror! -Perdóname. ¡Te veo!
Un drama bíblico tan actual. El deseo atormentado por la imposibilidad. No sé si inspirado en Rubens o en Artemisa Gentileschi (la primera pintora de la historia, dicen, que había pasado por lo mismo que Susana en su historia personal), Jorge Guillén también pintor con palabras de tan nítido trazo:
ResponderEliminar"...y apartando la rama
alargan sus miradas hasta el lugar del drama..."
Magnífico cuadro de Artemisa Gentileschi que no conocía. Le hubiese puesto en esta entrada de conocerlo.
ResponderEliminarJorge Guillén es un poeta bastante olvidado, lamentablemente.
A desolvidarlo pues...
ResponderEliminarSi, uno no va a negar a Rubens, pero el cuadro de Artemisa es magnífico, esa es la palabra, y creo que le marca rumbos a varios modernos...
Modernos entre comillas, claro.
ResponderEliminarEntre muchas comillas.
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